Los dos presuntos violadores de Susan Saravia se entregan en la Fiscalía de Campeche tras meses de estar prófugos

Yeshua N y Jorge N, de 22 años, dos de los presuntos agresores sexuales de Susan Saravia, de la misma edad, se han presentado voluntariamente la mañana de este martes ante la Fiscalía General de Campeche, después de casi cinco meses de haber sido señalados por la víctima de una violación grupal que sufrió el pasado 31 de marzo. La Fiscalía había dictado órdenes de aprehensión contra tres jóvenes, pero solo había detenido a uno de ellos, el pasado 15 de julio, Ángel N, de 20 años, que actualmente está en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de San Francisco Kobén.

“En seguimiento a las investigaciones por el delito de violación tumultuaria en agravio de la ciudadana Susan N, este día se presentaron de manera voluntaria ante esta institución Jorge N y Yeshua N, quienes se encuentran relacionados con los hechos referidos”, ha publicado en un comunicado la Fiscalía, y ha asegurado que, en tanto siga el procedimiento, no darán más detalles sobre el proceso.

En un video que ya circula a través de redes sociales, se ve el momento en el que los dos jóvenes, acompañados por sus madres —quienes aparecieron en varios medios de comunicación cuando aún estaban prófugos— y de un grupo de hombres que son recibidos por el fiscal Jackson Villacís y su equipo.

El caso de la presunta violación tumultuaria en contra de Saravia ha sacudido Campeche, un Estado ubicado al sur de México, fronterizo con Guatemala y que apenas rebasa el millón y medio de habitantes. En esa entidad, gobernada por el partido oficialista Morena, encabezada por la polémica gobernadora Layda Sansores, pocas cosas cobran una proyección que rebase las fronteras del país. El caso de Susan Saravia lo ha hecho, no solo por la gravedad, sino por el tiempo que pasó sin que los presuntos agresores fueran detenidos, y por la evolución que ha tenido en las semanas recientes.

En varios medios de comunicación locales, las madres de los tres jóvenes declararon que sus hijos eran inocentes, y que si no se habían entregado —algo que querían hacer desde el primer día, dicen—, era porque ellos y sus abogados “estaban reuniendo todas las pruebas para comprobar su inocencia”.

El pasado 5 de agosto, Susan decidió grabar un video y dejar atrás el anonimato. Hasta ese día, su madre, Liz Rodríguez, había sido la cara visible del caso. “Yo no salí sola con tres hombres desconocidos. Uno de ellos era mi amigo, lo consideraba mi amigo y confiaba en él”, dice Susan en el video, refiriéndose a Yeshua.

En una entrevista con EL PAÍS, el fiscal Villacís había dicho, hace unos días, que las autoridades del vecino Estado de Yucatán estaban colaborando con Campeche en la investigación y aseguró tener “indicios” que los situaban en esa entidad. Las autoridades han informado de que los dos jóvenes serán puestos a disposición de las instituciones correspondientes para que se determine su situación legal.

Susan y su mamá han declarado que el número de presuntas víctimas que se han acercado a ellas para decirles que han sufrido situaciones similares por parte de los mismos acusados ya ronda los 11 casos. Todavía ninguna de ellas ha interpuesto una denuncia formal ante las autoridades. “Las chicas tienen mucho miedo”, aseguran.