Ir al contenido
_
_
_
_

Cuarto encierro de San Fermín 2025 | Los toros voladores de Victoriano del Río protagonizan un cuarto encierro rapidísimo, limpio y seguro

Siete mozos contusionados, dos de ellos en el cráneo, y cinco por deformidad en hombros y cara, en el balance provisional de la carrera más rápida de esta edición: dos minutos y 19 segundos

Los corredores y los toros de Victoriano del Río en el cuarto encierro de los sanfermines, este jueves en Pamplona. Foto: Miguel Oses (AP)
Antonio Lorca

Se cumplió el plan previsto: los toros de Victoriano del Río son atletas consumados, expertos corredores, y no defraudaron en su 14ª participación en los Sanfermines. Corrieron como si conocieran el trayecto de toda la vida, preocupados de no perder el contacto con sus congéneres, la cabeza gacha y con la esperanza de superar cuanto antes ese trago amargo de la molesta muchedumbre.

Los toros, un año más, hicieron gala de su buena reputación por su nobleza ―siete contusionados, dos ellos en la cabeza, según el primer parte médico―, su conocimiento del medio y su velocidad. De hecho, la carrera batió el récord de este año, y el último toro entró en los corrales cuando el reloj marcaba 2 minutos y 19 segundos.

Después de lo visto, quién sabe si estos toros reciben una preparación de élite; quién sabe si los ganaderos, el sabio Victoriano del Río y sus hijos Pablo y Ricardo, amenizarán los entrenamientos en la dehesa de Guadalix de la Sierra con imágenes sonoras de los encierros sanfermineros para que los animales se sientan en las calles de Pamplona como en su propia casa. Pero algo de eso habrá en el secreto del campo madrileño.

Lo cierto es que los animales barruntaban algo minutos antes de las ocho, y se movían nerviosos, quizá adivinando lo que les esperaba tras la puerta de los Corrales de Santo Domingo.

Un día más, los cabestros, los más veteranos del grupo, encabezaron la carrera en la cuesta de Santo Domingo, que todos enfilaron con una velocidad endiablada. Y así, juntos, llegaron hasta la calle Mercaderes, con menos público que en días anteriores y, en consecuencia, con más espacio para los protagonistas de la mañana.

No hubo encontronazo con los tablones de la curva que dan paso a la calle Estafeta, prueba de los que victorianos venían avisados, y emprendieron la recta piel con piel, amagando con la mirada hacia quienes se apretaban contra las paredes, pero sin un derrotes, sin un mal gesto y solo con el objetivo de correr y correr hacia no se sabe dónde.

Un mozo se protege al paso de los toros de Victoriano del Río, este jueves.

Todo transcurrió sin incidencias reseñables en la primera parte de la calle, pero, como suele ocurrir, el gentío se agolpaba en la segunda mitad, y ahí comenzaron las dificultades para el paso de toros y cabestros. Como era de esperar, hubo zancadillas, empujones y atropellos varios, pero en ningún momento toro alguno pretendió hacer leña del árbol caído.

Atestada de mozos y mozas estaba el tramo de Telefónica y la entrada al callejón, carreras meteóricas por el empuje de la manada, y todos cumplieron con la hoja de ruta: correr como condenados hasta la libertad del ruedo de la plaza.

Un mozo es perseguido por uno de los toros de la ganadería Victoriano del Río, este jueves.

A todos, animales y humanos, se les notó la sensación de tranquilidad que ofrece la meta. Los primeros enfilaron con rapidez el camino de la puerta de los corrales y allí descansan ya. Su filiación es la siguiente: Candidato, negro mulato, 525 kilos; Tallista, colorado, 615; Espiguita, negro mulato, 535; Jara I, colorado, 590; Empanado, negro mulato, 530 y Jilguero, colorado, 555 kilos. Los seis serán lidiados, a las 18.30 de la tarde, por los diestros Sebastián Castella, Emilio de Justo y Borja Jiménez.

Un año más, hubo un recuerdo emotivo para el corredor Daniel Jimeno, natural de Alcalá de Henares, corneado mortalmente el 10 de julio de 2009 por el toro Capuchino de Jandilla en el poste 66 del tramo de Telefónica. Sus padres se trasladaron a Pamplona para colocar un ramo de flores en el lugar del trágico suceso.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Antonio Lorca
Es colaborador taurino de EL PAÍS desde 1992. Nació en Sevilla y estudió Ciencias de la Información en Madrid. Ha trabajado en 'El Correo de Andalucía' y en la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA). Ha publicado dos libros sobre los diestros Pepe Luis Vargas y Pepe Luis Vázquez.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_