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Varado 45 días en la Antártida: el aterrizaje sin permiso de un joven piloto estadounidense termina con una millonaria sanción en Chile

Ethan Guo, un ‘influencer’ de 19 años, ha sido por un mes y medio un inesperado huésped en una base de la Fuerza Aérea. Un juzgado acordó una salida a su caso: la donación de 30.000 dólares a una fundación de ayuda a niños con cáncer

Ethan Guo
Maolis Castro

El caso del piloto e influencer estadounidense Ethan Guo, de 19 años, imputado por la Fiscalía regional de Magallanes, en el extremo sur de Chile, de aterrizar hace 45 días sin autorización en la Antártida y proporcionar información falsa al control de tierra, ha llegado a su etapa final. Este lunes, el Juzgado de Garantía de Punta Arenas aprobó la suspensión del procedimiento en contra del joven de 19 años bajo la condición de que realice una donación de 30.000 dólares a la fundación Nuestros Hijos, dedicada a ayudar a niños y jóvenes con cáncer, y que después de ese pago abandone Chile, sin derecho a regresar durante tres años.

La salida alternativa fue dictada después de un mes y medio atascado en la Antártida. Guo, que tiene más de 1,7 millones de seguidores en redes sociales, llegó al territorio más austral del mundo después de emprender una campaña de recaudación de fondos para niños y jóvenes con cáncer en Memphis, a raíz de que uno de sus primos fue diagnosticado con la enfermedad, que consistía en dar la vuelta al mundo en su avioneta Cessna, modelo 182Q.

Había partido en Tennessee, en Estados Unidos, en septiembre de 2024. Luego de recorrer varios países llegó a Chile el 24 de junio, procedente desde Perú. Tenía la intención de volar desde el aeródromo Carlos Ibáñez del Campo de Punta Arenas hasta la ciudad argentina de Ushuaia, pero modificó su plan de vuelo en el trayecto para aterrizar en el aeródromo público Teniente Rodolfo Marsh Martín, en la isla Rey Jorge, donde inmediatamente fue detenido por personal de la Armada de la Gobernación Marítima Antártica Chilena.

Todo sucedió el 28 de junio. Según su abogado, Javier Barrientos, el estadounidense, de origen asiático, no infringió normas penales, civiles ni aeronáuticas.

Guo, que cuenta con licencia para volar desde los 17 años, fue formalizado por dos delitos penales del Código Aeronáutico, el 194 y 197, que sanciona a quienes pongan en riesgo a la aeronave que conduce o a aquellos que no informen de sus intenciones de vuelo. “Nada de ello ocurrió”, dice Barrientos a EL PAÍS. Sostiene que Guo despegó con un plan de vuelo autorizado por la DGAC, el que modificó su ruta tras la “autorización del jefe del departamento de aeródromos” de este mismo organismo, Jan Oneto, con quien tuvo contacto por mensajería de texto. “Es un canal de comunicación válido para estos efectos. Luego, consta en las grabaciones de los radiocontroladores, que tomaron conocimiento de esta modificación del plan de vuelo. Cuando mi cliente toma contacto con el radiocontrolador en el aeródromo público Teniente Marsh le concedieron autorización para cambiar su plan de vuelo en, al menos, tres oportunidades. En consecuencia, obró de buena fe”, agrega el abogado.

Barrientos cree que el Ministerio Público no tenía esta información al momento de formalizar al estadounidense, sino datos parciales e incompletos que brindó la DGAC.

El abogado dice que su cliente fue víctima de un proceso inicial arbitrario. “Se ha enfrentado a una situación de mucho estrés ante una situación que para todo piloto resulta injusta porque hay normas de derecho aeronáutico internacional y también en nuestro artículo 80 del Código Aeronáutico de Chile que establecen que cuando un piloto por razones de seguridad decide solicitar una modificación al plan de vuelo y esta es concedida, no puede luego sujetarse a efectos negativos o sanciones algunas. Y si así fuera ha debido ocurrir un proceso de investigación interna desde el punto de vista aeronáutico, no penal”, señaló.

Pero el caso ha sido considerado como inédito en la historia judicial de Chile. De ahí que su resolución atravesó por el análisis de varias aristas.

Un inesperado huésped

Guo, que fue liberado a los pocos días de detenido, ha permanecido en la base de la Fuerza Aérea de Chile Presidente Frei Montalva, de la Antártida, debido a que tenía una medida de prohibición de salida del país sudamericano. En este complejo, donde también se refugió el presidente Gabriel Boric y algunos de sus ministros en una visita en junio de 2023, ha permanecido durante 45 días. “Ha perdido peso, pasando de 65 a 55 kilogramos en el tiempo que ha estado allí”, dijo Barrientos. Y agregó: “Se ha enfrentado a una situación de mucho estrés ante una situación que para todo piloto resulta injusta porque hay normas de derecho aeronáutico internacional”.

Sin duda, ha sido un inesperado huésped para quienes se encuentran en esta base de la FACH, una de las principales de la Antártida. Es posible que su estadía continúe por más tiempo, porque la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) debe conceder el permiso de vuelo a Magallanes, lo que dependerá de las condiciones climáticas. El hemisferio sur se encuentra en pleno invierno.

Tanto la Fiscalía como el abogado defensor de Guo desconocen cuándo podría ocurrir el viaje. Lo que sí fue decretado por el juez Franco Reyes Pozo es que, una vez se encuentre en territorio continental, tendrá un lapso de 72 horas para realizar la donación a la fundación Nuestros Hijos y después de depositado el dinero tendrá 30 días para abandonar Chile.

La avioneta de Guo no está incautada, así que deberá realizar un pago a la Fuerza Aérea de Chile por el servicio de guarda de la aeronave. Según el juez Reyes, el incumplimiento de cualquiera de las condiciones puede provocar que se reabra la causa y siga la investigación hasta llegar a la etapa de juicio oral.

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Sobre la firma

Maolis Castro
Es periodista de EL PAÍS en Chile desde 2024, antes estuvo en el medio económico Bloomberg Línea. Trabajó para EL PAÍS desde Venezuela entre 2016 y 2019. También estuvo en el portal de periodismo de investigación Armando.info y El Nacional. Ha colaborado para medios como Pulso (Chile), The Wall Street Journal y ABC (España).
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