Una oleada de arrestos de opositores marca las elecciones parlamentarias y regionales en Venezuela
Más de 70 personas, entre políticos, activistas, periodistas y abogados, han sido detenidos en dos días y acusados por el chavismo de participar en conspiraciones

Venezuela amaneció este sábado estremecida ante la magnitud de la ola de detenciones emprendida por la policía política del régimen bolivariano un día antes de las anunciadas elecciones parlamentarias y de gobernadores, que se llevarán a cabo este domingo 25 de mayo. Además del dirigente opositor Juan Pablo Guanipa, del partido Primero Justicia, en total, según ha confirmado el propio Gobierno de Nicolás Maduro, más de 70 personas, venezolanos y extranjeros, terminaron en la cárcel en 48 horas. Todas ellas están acusadas, sin que se hayan conocido pruebas, de participar en conspiraciones contra el Ejecutivo.
Las redes sociales se llenaron de mensajes dolidos y estupefactos, con cuentas de familiares y allegados de los detenidos protestando por estos arrestos, alegando inocencia, pidiendo ayuda, denunciando los atropellos oficiales o exigiendo el debido proceso judicial. En estos operativos fueron detenidos, entre otros, el activista civil Gorka Carnevalli, director de la ONG Foro Hatillano; el defensor de derechos humanos Frewil Rangel y los reporteros Raúl Amiel y Carlos Marcano. También al abogado argentino Germán Guiliani y dirigentes políticos comunitarios, como Isidro León, del partido Voluntad Popular, que tiene 84 años.
“Esta mañana, funcionarios policiales allanaron mi casa y me arrebataron a mi hijo, que es inocente, no está involucrado en ningún plan terrorista. Exijo conocer su paradero y que lo pongan en libertad”, dijo Gladys Mogollón, activista civil, al denunciar la detención de su hijo, el fotógrafo Carlos Marcano.
Funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia, la policía política chavista, se apostaron durante varias horas en la sede del Colegio Nacional de Periodistas, en Caracas, en actitud amenazante y disuasiva. Días antes, también había sido apresado Eduardo Torres, abogado que ha llevado varias causas judiciales de presos políticos en estos meses. Torres pertenece a Provea, una muy activa y combativa de ONG de derechos humanos en el país, que ha documentado todos los excesos del chavismo en materia de violaciones a los derechos humanos.
Diosdado Cabello, ministro del Interior y de Justicia, justificó estas decisiones afirmando que son medidas que se toman para garantizar la tranquilidad en esta cita electoral. Aseguró que “la colocación de artefactos explosivos”, por parte de esta presunta red terrorista, “iba a comenzar este viernes”. Confirmó que estaban detenidos, además del ciudadano argentino, “un alemán, y un ciudadano venezolano con nacionalidad española”.
Cabello también aludió entre los prisioneros a un ciudadano serbio “reclamado por la justicia internacional por delitos de narcotráfico y asesinato”; y a tres ciudadanos de nacionalidad paquistaní involucrados en este presunto complot.
Cabello comentó que la captura de Guanipa -un dirigente opositor con una postura muy dura frente al chavismo, muy cercano en lo político a María Corina Machado, quien llamó a boicotear estas elecciones- es “altísimamente gratificante y saludable para la paz del país”, y lo acusó de ser el jefe directo de todos estos grupos terroristas que aludió. Guanipa tenia varios meses en la clandestinidad, luego de los fallidos resultados electorales de las presidenciales del pasado 28 de julio.
Las autoridades del régimen venezolano llevaban días hablando de la existencia de un complot terrorista preelectoral, y prometiendo medidas para extirparla. En varias ocasiones advirtieron que “después no vengan a chillar”. Tanto Cabello, como el propio presidente, Nicolás Maduro, habían comentado que los servicios de inteligencia oficiales iban dos pasos delante de todas estas maniobras, y prometieron para sus autores la famosa “operación tun tun”: la policía política anunciándose en residencias privadas para “hacer justicia” y llevarse a la gente a prisión. Ambos, además, no dudan en señalar a Machado como operadora principal de esta trama.
Estas decisiones se concretan en medio de un estado general de apatía e indiferencia ante la cita electoral del 26 de mayo. Las medidas judiciales han avivado el debate opositor sobre la verdadera utilidad de ir a las elecciones y podrían ahondar la desconexión de la población con la consulta.
Los seguidores de Machado están indignados. Las corrientes de la oposición que han presentado candidatos, como el excandidato presidencial Henrique Capriles, también criticaron las detenciones, aunque de forma mucho menos apasionada. “Vaya nuestra total y absoluta solidaridad con Juan Pablo Guanipa y otros dirigentes políticos detenidos arbitrariamente en las últimas horas. No son terroristas, no han cometido delitos. Sigue en marcha por parte del Gobierno otro capítulo para sembrar el terror y miedo entre los venezolanos”, afirmó Capriles.
Tomás Guanipa, hermano de Juan Pablo, muy cercano en lo político a Capriles, y hasta hace poco dirigente crucial de Primero Justicia, también se pronunció por la detención de su hermano. “Independientemente de las diferencias de opiniones, es un hombre que se ha ganado el respeto y el afecto de toda Venezuela. Lo que intentan con esto es profundizar la división, profundizar la confrontación, que este país no se movilice y no luche por un cambio”.
Juan Pablo y Tomás han militado en Primero Justicia durante décadas. Ambos tienen aproximaciones muy diferentes a la estrategia frente al chavismo y están distanciados en lo personal. El primero, muy cercano a Machado, tiene una postura intransigente, demandando el regreso a la legalidad en Venezuela y cuestionando los excesos del chavismo. Tomás, cercano a Capriles, es partidario de asistir a los procesos electorales actuales y mantener una actitud algo más flexible con el oficialismo chavista en procura de cambios graduales hacia la democracia.
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