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La muerte de la jueza Vivian Polanía, que denunció acoso laboral, estremece a Colombia

El cuerpo de la también ‘influencer’ fue hallado en su apartamento junto a su bebé de un mes y medio. Ella investigaba a las bandas de crimen organizado de Cúcuta y tenía amenazas

Vivian Polania

La muerte de la jueza penal Vivian Polanía en la madrugada del miércoles ha estremecido a Colombia. En los últimos años, su nombre había trascendido más allá de de Cúcuta, una ciudad de unos 800.000 habitantes en la frontera con Venezuela. Sus críticos la mostraban como una funcionaria diferente a los canones tradicionales de solemnidad judicial: apareció fumando en una cama durante una audiencia por Zoom, hizo parte de un espectáculo erótico en el Palacio de Justicia de Cúcuta, publicó fotos en ropa interior y traje de baño en redes sociales. La acusaban una y otra vez de “irrespetar” a la justicia y no mantener en alto su dignidad. Ella defendió su libertad e insistió siempre en que los jueces también tienen derecho a una vida personal. Denunció, además, que era víctima de hostigamiento y acoso por parte de sus superiores.

La Policía encontró su cuerpo en la tarde del miércoles. Estaba en su cama, arropado con cobijas, junto a un hijo de un mes y medio que lloraba a su lado. Su escolta había dado la señal de alarma tras no poder comunicarse con Polanía a lo largo del día —el último contacto fue en la noche del martes—. Le avisó a la madre de la jueza y al vigilante del conjunto. “Sobre las 5.30 de la tarde se recibe la llamada por parte del celador del edificio donde vive la juez. Se ingresa con un cerrajero y la madre, y se encuentra a la juez muerta en su cama en compañía de su bebé”, relató el comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, Fabio Ojeda, en declaraciones a la prensa.

El también coronel señaló que se ha coordinado “la inspección técnica del cadáver para determinar las causas de la muerte”, pero que “no se encontraron signos de violencia”, en referencia a un posible suicidio. Después, en una entrevista este jueves con La Fm, Ojeda ha precisado que Medicina Legal deberá determinar las causas de la muerte y que el hijo de la jueza se encuentra “estable” en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).

Varios líderes políticos se pronunciaron tras la muerte de la jueza. “Qué dolorosa historia. La juez Vivian Polanía fue hallada muerta al lado de su bebé de dos meses de nacida. Apenas empiezan las investigaciones. Como madre, pienso en su bebé, en ella, en su familia”, escribió en X Vicky Dávila, precandidata presidencial de ultraderecha. Algo similar comentó su rival Claudia López, también aspirante a la Casa de Nariño en las elecciones del año próximo: “Qué dolorosa noticia. Parte el alma pensar en su hijita. La juez Vivian Polanía tenía a cargo casos cruciales contra el crimen organizado. La Fiscalía debe investigar y esclarecer las causas de su muerte. Consuelo y solidaridad a su familia y amigos”.

Más allá de la conmoción por la muerte, los medios de comunicación y las redes sociales comenzaron a recordar los momentos que hicieron conocida a la jueza de Cúcuta. El más sonado ocurrió en 2022: a los 57 minutos de iniciada una audiencia, ella apareció en pantalla, sin toga, con un cigarrillo en las manos y acostada. Entonces, la Procuraduría interpuso una queja en la que señalaba que la jueza había ofrecido una imagen “deplorable” y que había “irrespetado” a sus colegas. La jueza fue suspendida, pero la Comisión Nacional de Disciplina Judicial revocó la medida en febrero de 2023. Los medios de comunicación y los ciudadanos, por su parte, esculcaron su vida privada en redes sociales y viralizaron fotos en las que la juez hace deporte, y se toma selfis en vestido de baño o ropa interior.

Polanía siempre defendió que era una mujer libre y que ser funcionaria judicial no le impedía tener una vida personal. “Antes de juez, soy persona (...). Ustedes ven mi Instagram y yo no hablo nada jurídico. Porque una red social es una red social, precisamente para conocer personas”, le dijo a CNN en 2020, cuando ya acumulaba investigaciones por una cuenta de 150.000 seguidores en la que subía fotos sensuales. “Yo desde ya lo advertí: yo no pienso cambiar”, añadió. En 2022, después de la polémica por aparecer fumando en una cama durante una audiencia, aseguró que “varios magistrados de Cúcuta” la matoneaban por su forma de vestir y que la habían amenazado con más investigaciones disciplinarias. También dijo que tenía sobrecarga laboral y que esto le había causado ataques de ansiedad.

Ese no fue el final de la historia. Más adelante, en septiembre de 2023, se viralizaron unos videos de una celebración por el Día del Amor y la Amistad en el Palacio de Justicia de Cúcuta. Allí, Polanía aparece sentada en una silla, bailando y riendo con un hombre semidesnudo. “Había que hacer un compartir por el día del amor y la amistad y llevé mi compartir. El chico no es un stripper, es un mesero de un restaurante, el jamás se desnudó”, se defendió la jueza en una entrevista en Semana. Asimismo, comentó que es “de una generación diferente” y que sus superiores la hostigaban por ello. “Intenté cambiar porque pensaba que el error era mío y empecé a ponerme vestidos largos. Ahora tengo un trauma psicológico con eso, hasta el punto de no poderme poner una falda sin pensar que alguien me está mirando y juzgando”, dijo.

Luego vinieron mejores épocas. En febrero de este año, la Comisión Nacional de Disciplina Judicial la absolvió por un caso de supuesto maltrato que había denunciado un abogado en 2020: le había dicho frases como “usted anda más perdido que embolatado”, “ya me hace dar risa”, “no sé si es falta de experiencia, última oportunidad”.

La jueza siguió adelante con su carrera y mantuvo sus publicaciones en redes sociales, aunque con una cuenta nueva de bajo perfil. “Trabajo!!! Q tal el nuevo look? [sic]”, escribió en junio en Instagram, junto a varias fotos en las que aparece con su toga y se la ve sonriente. “Esta barriguita está fuera de control...”, contó en julio, unas semanas antes del nacimiento de su hijo. “Te amo Mohammed!”, escribió con una imagen de la ecografía.

Los mensajes de condolencias tras su muerte han incluido reivindicaciones de lo que representó Polanía para la justicia y críticas al hostigamiento que recibió. “El país la recordará por los escándalos que la volvieron titular fácil; quienes compartimos trabajo, un café o una conversación con ella sabemos que también había lucidez, conciencia social y una inteligencia que no cabía en el molde. Sí, hubo excesos. Pero una vida, y una carrera, no se gestionan a punta de castigo público”, escribió en X Carlos Ramos, un defensor de Derechos Humanos. Asimismo, lamentó que Colombia “se sonroja por una jueza que se empelota, pero agacha la cabeza cuando un juez se vende” y pidió “que se investigue con rigor quién empujó esa maquinaria de desgaste judicial que la acorraló hasta el final, que la persiguió sin tregua”.

Otras personas recordaron que Polanía investigaba a las bandas de crimen organizado de Cúcuta y que tenía amenazas. El director de la fundación Indepaz, Leonardo González, llamó al Gobierno a “reforzar de manera inmediata” las medidas de seguridad para los jueces en territorios afectados por la violencia. “La jueza Vivian Polanía Franco adelantaba procesos judiciales relacionados con estructuras criminales que operan en Cúcuta y la zona de frontera, lo que hace aún más urgente el esclarecimiento pleno de las circunstancias de su fallecimiento”, subrayó.

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Sobre la firma

Lucas Reynoso
Es periodista de EL PAÍS en la redacción de Bogotá.
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