Sergio Fajardo cierra la puerta a una consulta de centro y Abelardo De la Espriella rechaza a la de derecha

Las coaliciones no definen, por ahora, el camino a la Presidencia de Colombia. De los tres candidatos que encabezan las encuestas, Sergio Fajardo cerró la puerta a medirse en una consulta con otros aspirantes del centro político, mientras que Abelardo de la Espriella rechazó competir en la alianza que plantean desde la derecha. Solo el senador de izquierdas Iván Cépeda, el rival a batir en la carrera por suceder al presidente Gustavo Petro, insiste en participar en el llamado Frente Amplio.

A seis meses de la primera vuelta presidencial, Cepeda tiene el 31,9% de intención de voto en la más reciente encuesta de la firma Invamer para Noticias Caracol y Blu Radio. En esa foto, le sigue el ultraderechista De la Espriella, con el 18,2 %, y Fajardo, exalcalde de Medellín y exgobernador de Antioquia, con el 8,5 %. Medidos también en escenarios hipotéticos de segunda vuelta, Cepeda supera ampliamente a De la Espriella (59,1 % contra 36,2 %), mientras que a Fajardo le gana por un estrecho margen (48,9 % frente a 46,4 %). Y si el balotaje fuera entre Fajardo y De la Espriella, el exalcalde tendría 51,7 % y el abogado penalista 38,9 %.

En una campaña presidencial muy concurrida y fragmentada, con decenas de aspirantes de todos los colores y sabores, los tres grandes bloques ideológicos tienen un contendor que parte como favorito. Las distintas fuerzas políticas tienen la opción de participar en una consulta interpartidista en las urnas, que coincide con las elecciones para el Congreso del 8 de marzo, que anteceden a la primera vuelta del 31 de mayo. Esas consultas se convierten en una suerte de primarias para definir a los candidatos de cada bloque y, eventualmente, un termómetro de la fuerza de cada coalición –como ocurrió hace cuatro años–. Pero para participar en una consulta interpartidista, los precandidatos que así se lo propongan lo deben anunciar en una carta a la Registraduría. El plazo para hacerlo expiró este lunes.

Fajardo se desmarca de una consulta de centro

“Las consultas no son el camino: terminan por beneficiar a los extremos, dividen al país entre unos contra otros y el centro queda estrangulado. Pierde. El reto real es quién puede sumar y unir una nueva mayoría para el futuro”, declaró Fajardo el lunes, festivo en Colombia, al anunciar que descartaba participar en una. En su diagnóstico, la situación actual del país “requiere un Gobierno que represente no solo a personas del llamado centro, sino a personas moderadas desde la izquierda, hasta la derecha que quieren soluciones a partir de acuerdos y consensos básicos, reunidos alrededor de un nuevo relato de futuro”.

El matemático que gobernó Medellín y Antioquia, que siempre ha sido crítico del presidente Petro pero también ha dicho que no tiene nada en común con De la Espriella, se propone superar la polarización entre políticos de izquierdas y derechas para consolidar la idea de que es el candidato más competitivo en una segunda vuelta, donde al final del día es muy probable que se defina al próximo presidente de Colombia. Así lo insinúan las encuestas. Con ese propósito en mente, y a pesar de los múltiples llamados, ha descartado medirse en las urnas con otros representantes del centro, entre los que destaca la exalcaldesa de Bogotá Claudia López (4,1 % de intención de voto en la encuesta de Invamer, quien sí anticipó su intención de participar en una consulta).

Fajardo concurre por el partido Dignidad y Compromiso, que nació de su alianza con el exsenador Jorge Enrique Robledo, una fuerza ajena tanto al petrismo como al uribismo, por lo que en esta ocasión no necesita recolectar firmas, o el aval de otro partido. Fue el candidato en las últimas presidenciales de la fallida Coalición Centro Esperanza, y saca lecciones de esa experiencia que ha calificado de “traumática”. En ese entonces, su aspiración salió muy debilitada de una consulta que obtuvo una menor votación que la de izquierda (que ganó Petro) y la de derecha (en la que se impuso Fico Gutiérrez). Al final, obtuvo el 4,2% de los votos en la primera vuelta, en un distante cuarto puesto. En la presente campaña, se propone llegar con una candidatura independente, pero no solitaria, a la que vayan sumándose endosos de todo tipo, también sectoriales y sociales, por ser el proyecto centrista con más opciones. “Somos los únicos capaces de ganarle a los extremos”, reivindica.

De la Espriella rechaza a la derecha

Abelardo de la Espriella, el estridente abogado penalista que incursiona en la política electoral sin ninguna experiencia previa en el sector público, ha decidido mantenerse como un outsider y rechazó participar en una consulta que aglutine a la derecha. Antes había propuesto una encuesta como mecanismo de unidad, pero ningún otro aspirante aceptó, en un ejemplo ilustrativo de las resistencias que despierta su nombre. El Tigre, como le gusta que lo llamen, ha sobrepasado a sus competidores en el bloque más conservador con un discurso populista de mano dura, que habla de “destripar” a la izquierda y hace referencias constantes al patriotismo.

El expresidente Álvaro Uribe, el gran referente del penalista, ha insistido en una consulta para definir un candidato único de oposición al presidente Petro –“desde Fajardo hasta Abelardo”, según la propuesta original, de la que se desmarcó muy pronto el exalcalde de Medellín–. “Después de meditarlo con detenimiento, me permito apartarme respetuosamente de esa idea”, le contesta De la Espriella en una carta que hizo pública en sus redes sociales, en la que invoca el “fervor popular” del movimiento que lo respalda. Se escuda en que los 4,8 millones de firmas que presentó ante la Registraduría son un “mandato claro y masivo”, aunque obvia que son solo un requisito para presentarse al margen de los partidos políticos. A pesar de que esa cifra está muy por encima del número requerido (más de 600.000 firmas válidas), muchos observadores recuerdan el antecedente del ex vicepresidente Germán Vargas Lleras, quien presentó 5,5 millones de firmas en 2018, algo inédito para entonces, y después obtuvo menos de un millón y medio de votos.

La comunicadora Vicky Dávila, otra aspirante que se postula por firmas, ha señalado a De la Espriella de “dividir a la derecha”, además de calificarlo como una candidato “inviable”, a juzgar por las encuestas. “Invamer lo que nos ha dicho es que él a Cepeda no le gana en segunda vuelta, que si queda le toma 20 puntos”, ha martillado en una entrevista con la revista Semana, el medio que dirigía hasta el año pasado. Ella, que marca 3,7 % en la última encuesta, sí presentó una carta para manifestar su intención de participar en una consulta interpartidista. También lo hicieron otros aspirantes en carrera, como el exministro de Defensa Juan Carlos Pinzón o Juan Daniel Oviedo, exdirector del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE). Todavía falta por definir la precandidata propia del Centro Democrático, el partido fundado por el expresidente Uribe, entre las congresistas Paloma Valencia, María Fernanda Cabal y Paola Holguín. Cualquier eventual consulta de derecha o centroderecha, en cualquier caso, no contará con De la Espriella.

Cepeda, en firme con el Frente Amplio

El senador Iván Cepeda, candidato propio de la izquierda y líder de la encuestas después de haber ganado con autoridad la consulta popular del oficialista Pacto Histórico en octubre, se propone seguir adelante con una coalición todavía más amplia que incluya sectores liberales, a pesar de las dudas jurídicas que persisten. De prosperar, el llamado Frente Amplio debería concretarse en una nueva consulta, en este caso interpartidista, para escoger un candidato único. Allí podrían competir aspirantes como el expresidente del Congreso Roy Barreras, que anticipó su intención de participar; el exministro del Interior Juan Fernando Cristo, el exgobernador de Nariño Camilo Romero o la exsenadora Clara López.