Los aspirantes presidenciales endurecen su discurso en un accidentado debate frente a los empresarios
Claudia López, Roy Barreras o Mauricio Cárdenas se muestran muy críticos ante la crisis de seguridad en un evento del Congreso Empresarial Colombiano marcado por la interrupción de Daniel Quintero

Al estilo de un debate presidencial, accidentado pero emotivo, algunos de los principales precandidatos en la larga carrera para suceder a Gustavo Petro en Colombia, de distintas orillas, tuvieron este jueves un primer fogueo público en el Congreso Empresarial Colombiano, el encuentro anual del mayor gremio privado del país, la ANDI, que se celebra hasta el viernes en Cartagena de Indias. En un primer panel con un grupo de aspirantes, que todavía se cuentan por decenas, se sentaron Claudia López, exalcaldesa de Bogotá; Roy Barreras, expresidente oficialista del Congreso; Mauricio Cárdenas, exministro de Hacienda; la senadora María Fernanda Cabal; Juan Daniel Oviedo, exdirector del Departamento Administrativo Nacional de Estadística; y Enrique Peñalosa, quien también gobernó en dos ocasiones la capital. La discusión se vio brevemente interrumpida por la irrupción de otro precandidato que no estaba invitado, Daniel Quintero, exalcalde de Medellín, que se subió a la tarima ante una sonora y unánime rechifla de un público que le exigía respeto.
La agenda del congreso empresarial en general, y la de los paneles de precandidatos en particular, se apretó después de sufrir ajustes con el fin de responder al luto nacional por el magnicidio del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, enterrado la víspera en Bogotá. Los políticos, que defendieron posiciones endurecidas en torno a la seguridad, sin excepción, estuvieron precedidos por un mensaje del papá del político asesinado, Miguel Uribe Londoño, quien reivindicó que el expresidente Álvaro Uribe Vélez, fundador del derechista Centro Democrático, “reconoció en Miguel el liderazgo del futuro”, y que su causa “siempre fue la seguridad”. Su intervención provocó una larga ovación.

El primero en dirigirse al empresariado colombiano –de pie, al estilo de una charla TED–, fue Juan Daniel Oviedo, quien obtuvo un sorpresivo segundo lugar en las últimas elecciones a la Alcaldía de Bogotá. Planteó la necesidad de la disciplina para sacar adelante a Colombia, un esfuerzo colectivo que no se resuelve con liderazgos individuales. Echó mano de las estadísticas, como lo hacía cuando adquirió notoriedad como director del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) en el Gobierno de Iván Duque. “Necesitamos hacer un recorte de 54 billones de pesos en el presupuesto del 2026”, aseguró en referencia al déficit público, otro de los temas principales.
El siguiente turno fue para otro economista, Mauricio Cárdenas, exministro de varias carteras de origen conservador, quien se echó al público al bolsillo con su primera frase. “No concibo un país en el que el presidente de la República diga que no quiere ser invitado a este foro”, dijo en referencia a la ausencia de Petro y de cualquier ministro de su Gabinete. Tildó la paz total, con la que el Gobierno se proponía negociar en simultáneo con todos los grupos armados, como una “estrategia fracasada” a la que hay que ponerle fin.
En medio de sus palabras, Daniel Quintero se coló en el auditorio del Centro de Convenciones de Cartagena y saltó a la tarima con una bandera de Palestina. “Así no es”, le reclamaba Cárdenas sobre el escenario. “Fuera”, comenzó a gritarle el público, y después “ladrón”, en referencia a las investigaciones que enfrenta por su gestión como alcalde de Medellín, donde se enfrentó constantemente al empresariado. “Daniel Quintero representa todo lo malo que está pasando en Colombia en este momento”, le fustigó Cárdenas después del breve incidente, en medio de aplausos. “Colombia se merece mucho más”, añadió al criticar al Pacto Histórico, la variopinta coalición de Gobierno, en la que Quintero concurre como precandidato a pesar de no tener una historia de militancia en la izquierda.

A continuación intervino María Fernanda Cabal, representante del ala más radical del uribismo y precandidata dentro del Centro Democrático. “Es imposible poder crecer cuando la carga impositiva supera el 60%”, aseguró. “Lo peor que nos pasa hoy es un estado gigante que nos roba la plata de los bolsillos”, añadió al poner como ejemplo al Gobierno Petro en un discurso radicalizado. También reivindicó los dos periodos del expresidente Uribe (2002-2010), “que trabajo incansablemente” y hoy está “injustamente condenado”, aseguró. El expresidente cumple una pena de prisión domiciliaria en una reciente condena por soborno de testigos, que ha apelado y atribuye a una persecución política. “Más creer en dios, menos basura ideológica”, concluyó sus palabras.
Con los ánimos todavía caldeados, le correspondió el turno a Roy Barreras, el primer representante de los sectores que han apoyado al primer Gobierno nítidamente de izquierdas de la Colombia contemporánea. En cuanto tomó el micrófono, se escuchó una tímida rechifla, pero el público acogió el pedido de respeto del moderador, el director de Caracol Noticias, Juan Roberto Vargas. “Después de la provocación irrespetuosa de hace unos minutos es normal que se exacerben los ánimos”, zanjó Barreras, un experimentado operador político. Pidió “no viralizar” a Quintero, con lo que transformó los silbidos en aplausos. “No dejemos que el provocador nos provoque la rabia”, añadió en un llamado por “sanar” a Colombia, al recordar que es médico de profesión. “El Estado colombiano no va a arrodillarse ante los criminales”, apuntó. “Habrá que hacer ajustes presupuestales, quien diga que no está haciendo populismo”, agregó. Barreras cuenta con su propio partido, La Fuerza de la Paz, la única fuerza política del Pacto Histórico que se define como de centro liberal y no de izquierdas.
“El enemigo de Colombia no es Álvaro Uribe, no es Gustavo Petro; es el crimen organizado”, dijo a continuación Claudia López, muy crítica de las peleas entre políticos y expresidentes mientras los grupos armados se expanden por el país. “Si no podemos llegar a un acuerdo tan fundamental, no tenemos futuro como sociedad”, añadió. Planteó una reforma que elimine el delito político, pues asegura que en el país solo hay crimen delincuencial y trasnacional. Más adelante, en la ronda de preguntas, volvió a defender la necesidad del fracking, cuya tecnología ha evolucionado, un punto de fricción con sectores ambientalistas.
El último turno le correspondió a Peñalosa, que comenzó por lamentar que en los últimos años han emigrado más de un millón de colombianos en busca de oportunidades. “Nosotros tenemos que lograr que el desarrollo económico –y todo lo que eso implica– se vuelva una obsesión nacional”, defendió al prometer más inversión privada. “El presidente Gustavo Petro no se ha dado cuenta de que el comunismo se acabó”, aseguró. El viernes habrá un segundo conversatorio con aspirantes presidenciales, en el que participarán Vicky Dávila, exdirectora de la revista Semana; Juan Manuel Galán, del Nuevo Liberalismo; Paloma Valencia, otra de las precandidatas del Centro Democrático; y Aníbal Gaviria, exgobernador de Antioquia.
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