Las claves del caso Thomas Greg & Sons y la licitación de pasaportes
Dos años después de declarar desierta una licitación tras acusaciones de amaños, la Cancillería gana tiempo con una tercera prórroga pese a la negativa del presidente
El capítulo más reciente de la disputa entre el Gobierno y la empresa Thomas Greg & Sons (TGS) por la fabricación de pasaportes reveló un desencuentro entre Gustavo Petro y la Cancillería. El martes, el Ministerio de Exteriores confirmó que prepara una nueva declaración de urgencia manifiesta en el proceso, que llevaría el inicio de una tercera prórroga para que TGS imprima las libretas de pasaportes. Mientras tanto, el Estado afina los detalles para asumir su producción en septiembre de 2026, un año después de lo planificado originalmente, siempre con el apoyo de la Casa de Moneda de Portugal.
La noche del martes, durante el Consejo de Ministros semanal, Petro contradijo el plan de la Cancillería y aseguró que no habrá una nueva prórroga: “No va a seguir con Thomas Greg, porque la licitación que estaban haciendo en Cancillería era fraudulenta”, explicó el presidente. La mañana del miércoles, la canciller Laura Sarabia compartió un mensaje a través de X, antes Twitter, donde especificó que a partir del 1 de septiembre, el Ministerio a su cargo “implementará una nueva etapa transitoria” donde la gobernanza de los datos pasará al control de la Cancillería, todo mientras la Imprenta “consolida sus capacidades para asumir esta nueva responsabilidad”; la ministra no especificó si la misma empresa se mantendrá otros once meses a cargo de la producción y distribución de pasaportes. No existe, sin embargo, alternativa.
La licitación original y las sospechas de amaño
El origen de la disputa comenzó en mayo de 2023, cuando un grupo de siete empresas que participaban en un proceso de licitación abierto por la Cancillería para elegir al responsable de fabricar las libretas de pasaportes durante los siguientes años renunció en bloque. Alegaban que el concurso estaba amañado a favor de Thomas Greg & Sons, la empresa colombiana que se ha encargado de la producción y distribución de las libretas desde 2007. Varios de los requisitos, argumentaron, únicamente los podía cumplir TGS, como tener una planta de producción en Bogotá o tiempos de presentación de documentos imposibles de cumplir para el resto de concursantes.
La declaración desierta y la demanda de Thomas Greg & Sons
En septiembre de 2023, luego de la decisión del canciller Álvaro Leyva de suspender temporalmente la licitación ante la sospecha de irregularidades, la Cancillería declaró definitivamente desierto el concurso por 599.561 millones de pesos (140 millones de dólares). Entonces ocurrió la primera declaración de urgencia manifiesta, una figura legal que permite contratar directamente a una empresa proveedora para garantizar la continuidad de un servicio considerado esencial para la sociedad. La elegida fue TGS.
En diciembre de 2023, un par de meses después de la firma de ese contrato, la firma inició un proceso legal contra el Estado colombiano por 117.000 millones de pesos por haber declarado desierta la licitación cuando eran los únicos finalistas habilitados. El canciller Leyva había rechazado una conciliación con la empresa, el estadio previo a una demanda contra el Gobierno.
La segunda prórroga
En septiembre de 2024, la Cancillería, ya bajo el mando de Luis Gilberto Murillo, anunció una segunda prórroga para el contrato de TGS hasta agosto de 2025 y explicó que a partir de septiembre de 2025, la Casa de la Moneda de Portugal se encargará de la fabricación de los pasaportes en una planta ubicada en Colombia. Una década después, aseguró el Ministerio, Portugal debería transferir la infraestructura al país, y dejaría la tarea de fabricación y producción a la Imprenta Nacional desde entonces.
En el papel, el plan original pretendía que Portugal y la Imprenta Nacional comenzaran a fabricar las libretas desde el 1 de septiembre de 2025; sin embargo, a tres meses de finalizar la segunda prórroga y tras el paso de tres cancilleres, aún no existe un acuerdo firmado con el país europeo y la Imprenta Nacional carece de las capacidades operativas para hacerse cargo de la producción de las libretas.
Entre tanto, TGS retiró su demanda a finales de enero de 2025, justo en el último día del canciller Luis Gilberto Murillo al frente del Ministerio de Exteriores, hoy enfocado de lleno a la campaña presidencial
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