El Ejército de Colombia libera a los 57 militares secuestrados en el Cauca
Las autoridades capturan en flagrancia a una veintena de presuntos participantes del secuestro durante la operación militar de rescate

El Ejército de Colombia ha anunciado este lunes la liberación, gracias a una operación militar, de los 57 uniformados que habían sido secuestrados el fin de semana por civiles bajo presión de una de las disidencias de la extinta guerrilla de las FARC en una zona montañosa en el convulso departamento del Cauca. “Misión cumplida”, ha celebrado el Ministerio de Defensa al informar que los militares ya están libres.
Tropas del Ejército, con apoyo de la Policía, lograron el “rescate perfecto y sin un solo disparo” de los uniformados en la zona rural de El Tambo, “quienes habían sido secuestrados por personas instrumentalizadas e infiltradas por la estructura criminal Carlos Patiño del cartel de alias Mordisco”, detalló el ministro de Defensa, Pedro Sánchez. “El orden constitucional, la gobernabilidad y la legitimidad debe ser protegida para que se mantenga el Estado Social de Derecho y llevarle inversión social a la población del cañón del Micay”, aseguró Sánchez, general en retiro de la Fuerza Aeroespacial. Durante la llamada Operación Justicia, los uniformados también han capturado en flagrancia a más de 20 presuntos participantes del secuestro, señaló por su parte el ministro del Interior, Armando Benedetti. “Siguen las capturas y siguen las operaciones”, aseguró. Los dos miembros del gabinete encabezan el puesto de mando unificado instalado en Popayán, la capital departamental, con el fin de coordinar el operativo.
El Ejército denunció la víspera que al menos 57 militares habían sido secuestrados en la zona por civiles “constreñidos” por las disidencias de las extintas FARC que se apartaron en su día de los diálogos de paz. Un grupo de uniformados sufrió una asonada el sábado, mientras que otro grupo fue interceptado y rodeado por unas 200 personas el domingo en la misma región. En total, detallaron las autoridades, cuatro suboficiales y 53 soldados profesionales permanecían “privados de su libertad en contra de su voluntad”.
“La operación fue un éxito. Estoy con los soldados”. Con esas palabras se confirmó, una vez más, que nadie está por encima del Estado y que quien ataque a un militar o a un policía, enfrentará todo el peso de la ley.
— Mindefensa (@mindefensa) June 23, 2025
Así se desarrolló la Operación Justicia, que devolvió la… pic.twitter.com/b2QT22rPoo
El propio presidente Gustavo Petro había pedido al “campesinado” del área liberar a los soldados, sin llegar a calificar la retención. El mandatario se hacía eco de un mensaje de su ministro de Defensa, quien atribuyó el crimen desde un primer momento “a la estructura criminal Carlos Patiño”, en referencia a una de las facciones disidentes que operan en el Cauca. “Mediante amenazas e intimidación, lograron instrumentalizar a cerca de 200 personas. Lo hicieron con miembros encubiertos del grupo criminal, vestidos de civil para ocultarse entre la comunidad, crear confusión y bloquear la acción legítima del Estado en el Cañón del Micay”, detalló Sánchez, el primer militar en ocupar el cargo desde la Constitución de 1991. Benedetti, por su parte, acusó una estrategia criminal para usar a la población civil como escudo humano para secuestrar a los uniformados, aunque había descartado en un primer momento un rescate militar.
El Ejército puso en marcha desde el pasado octubre la Operación Perseo, con más de mil soldados, para retomar el control de la zona. En marzo, 28 policías y un militar ya habían sido secuestrados en El Plateado, en la misma región, cuando ayudaban a repeler una asonada de pobladores contra el Ejército. Las autoridades también responsabilizaron al frente Carlos Patiño. En ese entonces, fueron dejados en libertad dos días después de ser retenidos, sin la necesidad de una operación militar.
El Cauca, un departamento atravesado por dos cordilleras, es un lugar estratégico para las rutas del narcotráfico por su salida al Pacífico. Allí opera un archipiélago de grupos armados ilegales, entre ellos las disidencias encabezadas por Iván Mordisco, agrupadas en el autodenominado Estado Mayor Central (EMC). Esas estructuras perpetran atentados con regularidad, en los que incluso han utilizado drones con cargas explosivas. “La ofensiva contra el EMC en el Cauca debe ser total. Son asesinos del pueblo y traficantes”, ordenó a los militares el presidente Petro el año pasado, después de que Mordisco se levantó de la mesa de diálogos con el Gobierno.
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