Ir al contenido
_
_
_
_

Petro apuesta por un gabinete de novatos y leales en la recta final de su Gobierno

La renuncia de Ángela María Buitrago como ministra de Justicia y la llegada de Diana Morales a la cartera de Comercio confirman la inestabilidad del equipo de colaboradores del presidente de Colombia

Gustavo Petro y Armando Benedetti
Santiago Torrado

La Cancillería colombiana calificó esta semana la adhesión del país a la Nueva Ruta de la Seda, el megaprograma de inversiones e infraestructuras de China, como “la noticia comercial más importante de los últimos 25 años”. En Pekín, sin embargo, al presidente Gustavo Petro no lo acompañaba una ministra de Comercio en propiedad. A su lado estaba Cielo Rusinque, la superintendenta de Industria y Comercio que ejerce desde marzo como interina. El viaje al gigante asiático fue su último encargo, pues el mandatario debe posesionar a su regreso a Bogotá a Diana Morales, ya anunciada como nueva jefe de la cartera.

Petro también tendrá que designar ahora a una nueva ministra de Justicia, pues Ángela María Buitrago divulgó el jueves su renuncia irrevocable, motivada por “intentos de injerencia” en su gestión. Señaló, en concreto, a su colega de Interior, Armando Benedetti, y a la directora del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República (Dapre), Angie Rodríguez. El fuego amigo nunca cesa en el Gobierno. Con un gabinete convertido en una montaña rusa, el mandatario, con casi tres años en el poder, ha encomendado lo que resta de su mandato a ministros principalmente novatos y leales.

Diana Marcela Morales, nueva jefa de la Cartera de Comercio.

Nadie es inamovible para Petro. Nunca ha dudado en prescindir de quien haga falta, y le precede la fama de cortar cabezas sin contemplaciones desde que fue alcalde de Bogotá, entre 2012 y 2015. Tras la salida de Susana Muhamad de la cartera de Ambiente, en marzo, no le sobrevive ningún ministro del gabinete original. La dilatada crisis no encuentra un desenlace definitivo. La detonó el caótico primer Consejo de Ministros televisado de febrero, lleno de reproches y acusaciones por el regreso de Benedetti al centro del poder presidencial. “Como feminista y como mujer, yo no me puedo sentar en esta mesa de gabinete, de nuestro proyecto progresista, con Armando Benedetti”, llegó a decir Muhamad. El flamante ministro de la política, muy resistido en la izquierda, se mantuvo como una esfinge ante las cámaras. Ahora es el estratega de la consulta popular en la que insiste el Gobierno, a pesar de que el Congreso revivió la reforma laboral.

La inestabilidad del gabinete no es una sorpresa, pues ya había ocurrido en su Alcaldía, refrenda el analista Yann Basset. “Petro es alguien que valora por encima de todo la lealtad personal, tiene un estilo muy caudillesco, y esto hace que cualquier cosa que se aleje un poco de su línea oficial termine siendo interpretado como un gesto de deslealtad. De ahí la tendencia de cambiar todo el tiempo”, apunta el profesor de Ciencia Política de la Universidad del Rosario. También hay otros factores más institucionales que han ido acentuado esa tendencia, añade: “Tiene que ver con el paso de un Gobierno de coalición a uno minoritario, que cada vez más tiene el sol a sus espaldas. A medida que nos acercamos a las elecciones, muchos empiezan a irse porque aspiran a ser candidatos, porque quieren distanciarse del Gobierno o simplemente porque Petro trata de cuadrar apoyos para la campaña, que trae su propia inestabilidad”.

El ministro de Salud y Protección Social de Colombia, Guillermo Alfonso Jaramillo.

El diagnóstico es conocido. Petro confía en un círculo muy pequeño de colaboradores y habla poco con sus ministros. Ha llevado al extremo la idea de que son fusibles, al punto de que ha nombrado más de cincuenta. En lo que va del 2025, suma cambios en 14 de las 19 carteras. Guillermo Alfonso Jaramillo, el ministro de Salud, es el que más tiempo lleva en el Gobierno, junto a la de Ciencia, Yesenia Olaya. Son los únicos que acumulan más de un año de continuidad.

Luego de tantos remezones ministeriales, y muchos otros cambios a cuentagotas, Benedetti y Jaramillo han quedado como los pesos pesados del actual gabinete, en sintonía con Angie Rodríguez, la directora del Dapre, que antes fue colaboradora del ministro de Salud. Así lo ilustró la salida en falso de Petro al momento de delegar sus funciones mientras se encontraba en China. En un primer momento, firmó un decreto en el que le hacía ese guiño a Benedetti, pero después dio reversa y dejó el encargo a Jaramillo, como lo ha hecho en la mayoría de las ocasiones en que ha salido del país. Son, por mucho, los dos políticos más veteranos. Los demás tienden a ser novatos y jóvenes. “Los nuevos tienen menos experiencia y peso político, estamos agotando las existencias. Finalmente, lo que se valora para lo que queda de mandato es la cercanía con el presidente, y no mucho más”, apunta Basset.

Jaramillo, un médico cirujano que representa la izquierda tradicional, ha sido congresista, alcalde de Ibagué y gobernador del Tolima en dos ocasiones, y secretario de Salud de Bogotá durante la Alcaldía de Petro. El Gobierno sigue empecinado en sacar adelante una reforma sanitaria, a pesar de ser la más impopular de sus grandes reformas sociales. Esa insistencia resquebrajó las mayorías legislativas con las que Petro arrancó su mandato. Jaramillo llegó a la cartera en abril del 2023, en reemplazo de Carolina Corcho, a la que devoraron las críticas por intransigente. En su controversia más reciente, el ministro dijo durante una audiencia pública que el Gobierno está “manteniendo las EPS [Entidades Prestadoras de Salud] en cuidados intensivos para que se apruebe la reforma”.

Una frase argentina reza que primero se gobierna con los que ayudaron a ganar la campaña, después con los amigos, después con los mejores de ellos y al final los únicos que quedan son los cómplices, recuerda Sergio Guzmán, director de la consultora Colombia Risk Analysis. “Pues eso, estamos ahora en el gabinete de los cómplices”, apunta este analista. “Estamos en el gabinete de los leales, los que parecen estar dispuestos a darlo todo por el proyecto sin importar que queden investigados o imputados por algo más adelante. El mejor caso es el del ministro de Salud, que parece estar dispuesto a que la gente se muera con tal de que pase la reforma”, concluye.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Santiago Torrado
Corresponsal de EL PAÍS en Colombia, donde cubre temas de política, posconflicto y la migración venezolana en la región. Periodista de la Universidad Javeriana y becario del Programa Balboa, ha trabajado con AP y AFP. Ha cubierto eventos y elecciones sobre el terreno en México, Brasil, Venezuela, Ecuador y Haití, así como el Mundial de Fútbol 2014.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_