El juicio contra Álvaro Uribe cumple 40 días a un paso lento que puede llevar al vencimiento de términos: “Nos va a dar aquí la Navidad”
El proceso por presunta manipulación de testigos aún no llega a su fase intermedia


Esta semana se cumplieron 40 días del juicio que enfrenta el expresidente Álvaro Uribe Vélez por presunta manipulación de testigos. El caso, que por primera vez en más de medio siglo lleva a un exmandatario colombiano al banquillo, avanzó recientemente con una larga declaración del propio Uribe. El 5 de mayo, el expresidente compareció ante los juzgados de Paloquemao en Bogotá y rindió testimonio durante cuatro días. Su declaración giró en torno a tres ejes. Primero, su “buena fe” como servidor público: “He procurado tener una vida pública, con equivocaciones humanas, pero honorable”. Luego, la revisión de la línea de tiempo de los hechos, ya que argumentó que si hubiera querido manipular testigos, lo habría hecho en 2012, cuando fue denunciado por vínculos con el paramilitarismo, y no en 2018, cuando ocurrieron los hechos del caso. Y por último, su defensa de las Convivir, asociaciones de vigilancia privada surgidas en los años noventa. Aunque el proceso judicial no aborda directamente sus presuntos nexos con el paramilitarismo, ese tema ha sido una sombra persistente en su trayectoria política.
Durante esos días, Uribe también defendió su política de seguridad democrática y sus esfuerzos para desmovilizar a los grupos paramilitares durante su gobierno. Reconoció haber tenido contacto con algunos testigos clave, pero negó haber buscado alterar sus versiones a su favor. Argumentó que las pruebas en su contra no eran concluyentes y que las actuaciones de su defensa, incluida la de su abogado Diego Cadena, respondían a estrategias legales dentro de la ley.
El juicio contra el exmandatario se abrió en 2012 cuando Uribe denunció al senador Iván Cepeda, cercano al petrismo, por supuestamente manipular testimonios que lo vinculaban con el paramilitarismo. Sin embargo, en 2018, la Corte Suprema concluyó que no había pruebas contra Cepeda y, por el contrario, encontró indicios de que Uribe sí habría intentado influir en testigos para desacreditar al senador. Desde entonces, el proceso ha avanzado con la recopilación de testimonios y pruebas que buscan esclarecer si Uribe instigó a otros, como su abogado Diego Cadena, a manipular declaraciones en su favor.
Durante todo el proceso judicial, Uribe ha defendido que su intención fue verificar la información y presentarla a la justicia sin alteraciones. No obstante, la Fiscalía argumenta que existen pruebas, como interceptaciones telefónicas, que sugieren una posible influencia del expresidente en los testimonios de exparamilitares. La jueza, Sandra Heredia, ha expresado preocupación por la duración del proceso, que debe concluir antes del 8 de octubre de 2025, fecha en que prescriben los delitos imputados.
Las visitas de Cadena y los primeros testimonios clave
Uno de los momentos más álgidos del juicio ha sido la intervención de Diego Cadena, su exabogado, quien está siendo investigado en el mismo caso por presunta manipulación de testigos. La Fiscalía sostiene que Cadena visitó en las cárceles en varias ocasiones a exparamilitares con el propósito de persuadirlos para modificar sus testimonios y favorecer a Uribe. Entre ellos, Juan Guillermo Monsalve, preso en La Picota, quien ha asegurado que Cadena le ofreció beneficios jurídicos a cambio de retractarse de sus declaraciones sobre la supuesta creación del Bloque Metro, un frente paramilitar, en la hacienda Guacharacas, propiedad de la familia Uribe. La defensa ha cuestionado la credibilidad de Monsalve, resaltando que tiene antecedentes por secuestro y extorsión, pero su testimonio ha sido ratificado varias veces ante autoridades judiciales.
Otro testigo clave es Carlos Enrique Vélez, alias Víctor, también exparamilitar, quien declaró haber recibido varios giros de dinero —que superan los 40 millones de pesos— por parte de Cadena. Según Vélez, el abogado le entregó un testimonio ya redactado para que lo firmara, en el que falsamente se señalaba al senador Iván Cepeda de manipulación de testigos. La Fiscalía considera que estas acciones de Cadena hacen parte de una estrategia coordinada para modificar la verdad judicial. Mientras tanto, la defensa sostuvo que se trató de “ayudas humanitarias” otorgadas sin conocimiento de Uribe.
El 12 y 13 de mayo declararon Juan Felipe Amaya, exfuncionario del Gobierno Uribe, y José Manuel Rodríguez, abogado vinculado al caso. Ambos defendieron al expresidente y negaron cualquier intención de manipulación. Rodríguez, en particular, dijo que las visitas a la cárcel de Itagüí no buscaban influir en testigos, sino verificar información. Uno de los testimonios que más inquietó fue el del congresista Hernán Cadavid, del Centro Democrático, quien confirmó que Cadena giró dinero a Carlos Enrique Vélez. Cadavid afirmó que ese pago fue justificado como “ayuda humanitaria” por la enfermedad del hijo del exparamilitar y que él mismo informó de este hecho al expresidente. En esa conversación, según relató, Uribe expresó su desaprobación: “Si usted a mí me informa que iba a adelantar una acción de ese tipo, yo no lo autorizo, doctor Diego”, dijo Cadavid, recordando la conversación, ante la jueza.
El juicio, que aún no ha pasado a su etapa intermedia, para el análisis de pruebas, sigue centrado en la recolección de testimonios. La defensa de Uribe ha presentado una lista de más de 70 personas, entre ellos exfuncionarios, aliados políticos y familiares. Se espera la intervención de Andrés Felipe Arias, exministro de Agricultura, condenado por corrupción en el caso de Agro Ingreso Seguro; y del primo del expresidente, Mario Uribe, exsenador condenado por parapolítica, quien ha sido mencionado varias veces en las audiencias por su presunto conocimiento de las gestiones de Cadena.
Ante la extensión del juicio, la jueza Sandra Liliana Heredia ha manifestado su inconformidad. “Nos va a dar aquí la Navidad señalando fechas”, ironizó durante una de las últimas audiencias. Su preocupación gira en torno a la posible dilación del proceso, dado el volumen de testimonios que aún restan por escucharse. Otra de las voces que faltan por rendir testimonio a favor del expresidente es la del exfiscal Néstor Humberto Martínez, cuya declaración se anticipa como crucial para establecer si hubo o no conocimiento institucional previo de las gestiones del abogado Diego Cadena.
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