Petro convoca de nuevo a las calles y usa la consulta popular como el motor de la movilización

El presidente Gustavo Petro ha convocado de nuevo a los colombianos a movilizarse en respaldo de su Gobierno durante la jornada en la que se celebra el Día Internacional del Trabajo. Por tercer año consecutivo, el primer mandatario de izquierda en la historia reciente de Colombia ha aprovechado la conmemoración del primero de mayo para impulsar sus promesas de campaña o los asuntos neurálgicos del Gobierno. En 2023, las marchas fueron para apoyar las tres principales reformas sociales: salud, laboral y pensional. Durante su discurso en 2024 anunció que rompería las relaciones diplomáticas de Colombia con Israel por el genocidio en la franja de Gaza. Ahora, el presidente tiene un objetivo más concreto: el respaldo masivo de la consulta popular de 12 preguntas que busca mejorar las condiciones laborales para millones de trabajadores en Colombia y que presentará formalmente al Senado tras recibir a los marchantes en la Plaza de Bolívar de Bogotá.

En su cuenta de X, principal canal de comunicación del presidente con la ciudadanía, Petro ha informado sobre los motivos, la necesidad e incluso los horarios de las distintas manifestaciones que están planeadas en las ciudades principales de Colombia. “En todos las plazas públicas del país, este 1 de mayo, millones de personas en respaldo a las preguntas de la reforma laboral para que el Senado apruebe la consulta popular. La espada de Bolívar en manos del pueblo”, escribió el presidente y adjuntó una imagen con los lugares y las horas de convocatoria de todas las marchas. Los funcionarios de primer nivel del Gobierno se han sumado al llamado del presidente. El ministro del interior, Armando Benedetti, insistió en la relevancia de la movilización popular de este jueves. “Este primero de mayo le diremos Sí a la consulta popular por los derechos laborales de trabajadoras y trabajadores. El pueblo es soberano y queremos que se exprese en toda Colombia”.

Se espera que al finalizar la jornada de movilizaciones, el presidente Petro dé su esperado discurso y desenvaine la espada de Bolívar en símbolo del poder popular, antes de ir al Congreso. Con esto, la plenaria del Senado tendrá 30 días para votar si aprueba la realización de la consulta. Si da su aval, los colombianos podrán decir sí o no a los interrogantes propuestos en una votación que se debería realizar hacia septiembre u octubre. Para que sea vinculante se necesitan más de 13 millones y medio de votos. De pasar el umbral y tener mayorías por el sí, el Estado luego deberá convertir las preguntas en leyes, decretos o resoluciones.

Sin embargo, para que todo eso ocurra aún hace falta tiempo y el Gobierno debe atravesar el primer escollo en la plenaria del Senado, donde no están aseguradas las mayorías. De hecho, en este momento Petro solo tiene los votos del Pacto Histórico, el partido Comunes y algunos senadores del partido Verde. Los partidos tradicionales, Liberal, Conservador y de la U, están divididos y la oposición en cabeza del Centro Democrático y Cambio Radical votará en contra. Cada senador será clave para que el Gobierno logre hacer la consulta. Esa aspiración se ha convertido en el principal objetivo del año para Petro, por encima de otros proyectos de ley que están abandonados por el Gobierno como la reforma a la justicia, la reforma a la educación y la ley de jurisdicción agraria, entre otros. La consulta, además, puede ser la vía más eficaz para hacer campaña a las elecciones legislativas y presidenciales de 2026.

Por eso, la marcha de este jueves será determinante para presionar el voto de los senadores indecisos. Una vez más, las calles serán un efectivo termómetro para medir el apoyo ciudadano al presidente. Si la movilización es masiva y pacífica en todas las regiones del país, al Senado le quedará muy difícil darle la espalda a la consulta, o por lo menos lo pensará dos veces antes de votar negativo. Si, al contrario, la marcha no alcanza la dimensión de otras anteriores, es muy probable que los parlamentarios se decanten por negar la consulta. Esta vez, Petro arranca con una ventaja adicional porque tiene garantizado la movilización de todos los sectores que marchan el primero de mayo por los derechos de los trabajadores. Los sindicatos obreros, los maestros, los estudiantes y los indígenas, que se han movilizado en minga hacia Bogotá, tienen la llave de la consulta. En las próximas semanas se sabrá si el Senado decide escucharlos o darles la espalda.