¿Dónde encaja ‘Alien: planeta Tierra’ en el resto de la saga?: Lo sabemos, pero no importa
La primera serie de la franquicia lleva la firma de Noah Hawley y busca huir de la complicada continuidad y las referencias al universo compartido con una historia sobre androides e I.A.

Alien empezó como la pequeña película que pudo ser. Había grandes naves, diseños alienígenas imposibles y un universo por descubrir, pero en realidad la obra de Ridley Scott no dejaba de ser una historia de terror confinado donde lo único que importaba era la supervivencia de sus pocos personajes. Incluso si el director quería confeccionar su Star Wars, su película era otra cosa. Fue James Cameron en la secuela quien comenzó a erigir sobre la mitología del alien y a proyectar la franquicia como una saga interminable y un universo de posibilidades. Cuatro décadas después, esta iconografía ha seguido viva en casi una decena de películas, videojuegos, novelas, cómics (en septiembre se publica Aliens vs. Vengadores) y ahora también en una serie de prestigio.
Pero, en realidad, lo mejor de la mayoría de las obras de la saga es que cada una habita en su espacio propio. No hay universos compartidos complicados, ni el espectador necesita deberes para entender la trama. Ese es el mismo objetivo en el que ha trabajado el guionista Noah Hawley para crear la primera ficción televisiva de este mundo: Alien: planeta Tierra, estrenada semanalmente en Disney+. Respeta la estética y códigos de la franquicia, hay homenajes y guiños escondidos a las películas de Scott y Cameron, pero desecha lo que no le interesa para contar su propia historia. ¿Dónde encaja Alien: planeta Tierra en la saga entonces?

“Después de siete películas [las canónicas, sin contar las dos Alien vs. Predator], Alien es una carretera con mucho tráfico en cuanto a continuidad”, explicaba Hawley, que ya dio una vuelta de tuerca a los universos de Fargo y de Marvel en Legión, en una entrevista con A.V. Club: “Sentí que para lograr la mayor libertad como narrador debía salir del tráfico y colocarme en un espacio autocontenido donde explorar la mitología de la tierra y la humanidad. Ese aspecto ha sido desatendido en las películas, sin respuestas a preguntas como: ¿qué gobierno hay en la Tierra? o ¿ya hemos resuelto nuestros problemas y nos llevamos bien? Ese vacío me llevó a contar mi historia”.
Eso sirve a Hawley para desarrollar tramas sin explorar. Hay un alien persiguiendo a humanos, por supuesto, aunque ahora hay muchos más bichos (no es lo mismo rellenar dos horas de metraje que ocho), así como nuevos niveles a las mutaciones del original. Y también hay empresas capitalistas que quieren explotar el xenomorfo a su antojo mientras se enfrentan por el futuro, como en la mayoría de entregas de la saga. Pero el foco está puesto esta vez en los diversos androides y sintezoides, la inteligencia artificial y sus paradojas éticas, mezclado con los eternos problemas de lucha de clases. Si durante años, la saga Alien sirvió para hablar de capitalismo, explotación laboral, maternidad o teología, ahora la alegoría se nutre de los jóvenes prodigios de la big tech, la IA y un grupo de niños humanoides enviados a la batalla como tantos soldados imberbes en las guerras contemporáneas.

Las dudas frente a las máquinas siempre estaban ahí, pero en este Alien: planeta Tierra las máquinas son protagonistas. “Cuando lo escribí, no existía ChatGPT. Pero lo que elevaba la original es que te dabas cuenta de que había dos monstruos y uno, el androide, era creado por humanos”, explicaba el guionista a The Hollywood Reporter. Eso le da a Hawley un espacio novedoso donde vuelve a subrayar que en realidad los monstruos siempre han sido los humanos y su codicia corporativa, esta vez representada no solo por la empresa Weyland-Yutani, sino por cinco compañías enfrentadas por controlar los androides. Una especie de Edison contra Tesla futurista. La empresa protagonista es Prodigy, dirigida por un joven que transforma niños enfermos en androides mutados. “Al escribirla, me pregunté: ¿si sacamos a las criaturas, tendríamos todavía serie? ¿Por quién nos preocupamos? Si construyes un gran drama, y metes los monstruos, lo elevas. Si todo lo que tienes son monstruos, ya puedes tener 400 minutos de las más excitantes criaturas que jamás hayas visto. Pero si funciona el drama, las criaturas son herramientas para explorar temáticas más grandes y sumas terror, acción...”, detallaba en su presentación. La pregunta acaba siendo: ¿merece sobrevivir la humanidad?
Hawley utiliza el genial diseño de producción de H. R. Giger para la primera entrega, y hasta hace guiños a la nave Nostromo, pero él quiere crear su propia imaginería durante múltiples temporadas, sin copiar a nadie. Su idea nació concretamente de pensar qué pasaría si tras seis hipotéticas películas sobre los caminantes blancos de Juego de tronos, los guionistas hubieran ideado aquella serie cuando les pidieron expandir el universo en televisión. Juego de tronos comenzaba con esos monstruos, que recorrían toda la serie, pero no eran epicentro, sino un plus. Para Hawley, además, Alien es una franquicia femenina, así que colocó a Sydney Chandler (hija del actor Kyle Chadler) como Wendy, su androide mutada protagonista.

Hawley sí sabe cuándo se sitúa su serie en continuidad, pero eligió la fecha precisamente para huir de las conexiones. Para los que lleven la cuenta, sucede en 2120, dos años antes de los sucesos en la primera y 16 después de Alien: Covenant, cuyo mensaje mesiánico Hawley ha preferido obviar (como ha ocurrido también con Prometheus) para dar claridad a la trama y no meterse en jaleos del origen del monstruo. Eso significa que el xenomorfo ya había llegado a la Tierra antes de luchar contra Ripley, algo que no ha sentado bien a algunos fans, que piden coherencia. Esos seguidores también se han quejado de que al situarse en un momento previo a las películas se muestra tecnología que antes no existía, y eventos de los que nadie había hablado.
“Contamos una historia paralela”, resume Hawley, “no busco conectar con las películas directamente. Se trata de tomar elementos de las películas y expandirlo para mis propios objetivos”. Exactamente lo contrario que hizo, por ejemplo, Fede Álvarez en 2024 con Alien: Romulus, que sucedía entre las dos primeras películas, a las que homenajeaba conscientemente en sus imágenes: “El juego entre ambas es lo que la hace funcionar. Es la hija rebelde de las dos. Se parece a ambas, pero quiere rebelarse y no ser ellas”, contaba a EL PAÍS el director uruguayo: “Queríamos que fuera como los anillos de Tolkien, una película que junta todas y las abraza”. También la próxima Predator: Badlands introducirá referencias del universo Alien en la saga Depredador, que pasa por un momento excelente gracias a sus dos últimos filmes para Disney+, siempre sedienta de exprimir sus marcas hasta la extenuación.

Para liberarse de ataduras, la serie sucede en ese genérico “otro periodo temporal”, y eso hace que no haya cameos, sorpresas ni personajes de vuelta: “Es complicado cuando lo que piden los fans se choca con la habilidad del artista para contar su historia. Ver otra vez a Han Solo en Star Wars tiene algo de satisfactorio, pero por suerte aquí no sobreviven muchos”, resume Hawley.
La receta sencilla es: inventa una historia original y con profundidad y olvida la nostalgia que tanto daño ha hecho a la cultura cinematográfica y las discusiones sobre el canon que harán los fans más tiquismiquis. Hagas lo que hagas, se quejarán igual.
La cronología de Alien
- 2093: Prometheus
- 2104: Alien: Covenant
- 2120: Alien: Planeta Tierra
- 2122: Alien
- 2142: Alien: Romulus
- 2179: Aliens
- 2179: Alien 3
- 2381: Alien: resurrección
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
