‘La familia de la tele’ se despide en directo de las tardes de La 1: “¡Ahora nos vamos a cobrar el paro con vuestros impuestos!”

Este martes a las 19.30 las alarmas sonaron literalmente en TVE. Con ese estruendoso ruido comenzaba la emisión de La familia de la tele, acompañado de un cartel de Penúltima hora sobreimpreso. Momentos antes habían comunicado al equipo que este miércoles 18 de junio, la gran apuesta de las tardes de La 1 echaría el cierre tras las pésimas audiencias, y el equipo se puso en situación, con luces rojas y caras largas para anunciarlo.

“Queremos compartir con todos vosotros, los que todavía nos veis, que este es el penúltimo programa”, anunciaba María Patiño, rodeada de los otros dos presentadores del espacio, Inés Hernand y Aitor Albizua. Detrás, varios de los colaboradores más famosos, Kiko Matamoros, Belén Esteban, Laura Fa y Alba Carrillo. “Para los que piensan que estamos caducados, una gran nutricionista dijo que los yogures caducados pueden durar hasta 10 años”, proclamaba Patiño, rompiendo el hieratismo y dando paso al humor con el que, uno por uno, se despidieron todos. Aunque ni siquiera la polémica y la actualidad hizo reflotar al programa, que marcó un 4,9% de cuota de pantalla y 366.000 espectadores, cerca del mínimo histórico del lunes, de un 4.3% de share y 309.000. Esos datos les han llevado a ser cancelados en apenas mes y medio.

“Lo hemos intentado y no hemos podido. Nos hemos reído, nos hemos angustiado, nos hemos peleado, lo hemos pasado mal… Así es la televisión”, lamentaba con una sonrisa Albizua, que durante la evolución del programa ha mostrado en varias ocasiones sus problemas para encajar por el formato del corazón: “Nadie nos va a poder quitar el cariño de toda la gente, aunque poca, que ha estado cada tarde aquí”. Reconocía el presentador vasco, además, que había habido momentos donde no el equipo no había sabido “ubicarse” en el gigantesco plató: “Eso es la verdad de un equipo que no sabe encajar. Ha sido cristalino, eso también es televisión”.

“El día que íbamos a comenzar murió el Papa, luego nos afectó el apagón… todo eran señales”, bromeaba Hernand. La familia de la tele vio la luz, finalmente, el 6 de mayo tras el desfile con el que se presentó el día anterior. Entonces se emitía dividido en dos franjas, una antes de la serie diaria Valle salvaje y otra después de La Promesa. Cuando aún no habían pasado dos semanas de su estreno, el 15 de mayo, el programa dividió a sus presentadores: María Patiño se encargaría de conducir el primer tramo del programa, que iría de 15.50 a 17.10 más centrado en el corazón, mientras que Hernand y Albizua lo haría con el segundo bloque, con temas relacionados con la actualidad, sucesos, tiempo, salud… Pronto desapareció el segundo bloque, y se quedó en un programa de una hora.

Este ahora definitivo movimiento en la parrilla sucede apenas tres semanas después de que el presidente de RTVE, José Pablo López, defendiera en el Congreso el futuro del programa heredero de Sálvame. En su comparecencia dejaba la puerta abierta, eso sí, a cambiar su opinión: “Tengo que convencerme de que el programa no tiene ninguna posibilidad de remontar y esa convicción no la tengo hoy. Igual la tengo dentro de un mes (...) Prefiero equivocarme a no intentarlo”.

“Es un hasta luego”

“Hay que agradecer esta oportunidad a la productora y el equipo”, comentaba Kiko Matamoros este martes: “A los trabajadores hay que mandarles un abrazo tremendo. Y al público. Psicológicamente confieso que estoy descansado: cada mañana era una tortura ver las audiencias, intentar darle vueltas al proyecto sabiendo que no dependen de uno, qué fallaba, los horarios…”, confesó el antiguo colaborador de Sálvame. Belén Esteban, que se quejó en antena por los bandazos del formato, lo tenía claro: “Se acaba el programa, pero con este equipo, es un hasta luego…”, decía sobre los compañeros que le acompañan desde Sálvame. “La gente hablaba de fracaso, pero todos en la vida profesional hemos tenido altibajos”, reflexionó Alba Carrillo, que seguirá en TVE en el formato D Corazón, presentado por Anne Igartiburu y Javier de Hoyos, subdirector de La familia de la tele: “Cuando uno pone todas las ganas, esfuerzo… no es un fracaso”.

Polémico desde su inicio, el programa buscaba trasladar el ecosistema televisivo de Sálvame a la televisión pública, por lo que recibió críticas desde el primer minuto. La audiencia nunca reaccionó como estaba previsto para un formato con esta envergadura, con muchos colaboradores y un enorme plató, y el programa fue sufriendo diversos cambios de horarios, ajustes y malestares internos. El 14 de mayo, Belén Esteban reconocía en directo su malestar con el programa, que nunca terminó de ser ni demasiado rosa ni demasiado blanco. “Veníamos a hacer algo, diferentes cosas, y lo están notando en casa también: yo no sé hacer prensa rosa. Yo no venía a hacer prensa rosa”, dijo Albizua aquel día.

“Hemos tenido momentos muy jo... jorobados. He visto enemigos donde no los hay”, reconocía, ya más seria este martes, Patiño. “He creído ver una enemiga en Inés Hernand. He llegado casi a perder el control en plató. Te das cuenta que no puedes pensar en lo que sientes, y en lo que crees que es justo. Este programa no era el de María Patiño, era el de todos”, decía la presentadora, que pasó a disculparse de su compañera por un vídeo grabado en publicidad y por cuya distancia entre los presentadores criticaron en las redes sociales. “Bueno, ¡ahora quieres repartir culpas!”, reprochó Matamoros, sardónico, que terminaba con una advertencia al público: “¡Y ahora nos vamos a cobrar el paro con vuestros impuestos!”, bromeó, antes de dar paso al programa, que tuvo como invitada a Karina y en el que hicieron un nuevo montaje de series míticas de TVE junto a Cayetana Guillén Cuervo.