Elemental, querido espectador, esta es la guía ideal para el amante del policial televisivo
Una docena de títulos imprescindibles para ver, o volver a ver, si lo que te apetece es meterte en la mente de un detective, o formar parte de una atareada comisaría


El amante del policial nunca tiene suficiente. Quién sabe qué hay en la afición por lo detectivesco —el propio misterio en sí, la posibilidad de estar cada vez ante un abismo diferente, el reto de enfrentarse a un acertijo del que dependen vidas, por más que estas sean ficticias— que la vuelve por completo adictiva. Tal vez sea la forma que adopta cada vez, permitiendo, mientras se persigue al criminal, formar parte de la vida de su protagonista, y llegar a considerarlo una especie de viejo conocido. Lo cierto es que, por más que estemos en la era del true crime, la ficción criminal sigue ahí, en plena forma, y buena muestra de ellos son estas 12 series —algunas en activo desde hace más de dos décadas, para aquellos que busquen un segundo hogar policial— capaces de saciar la siempre insaciable sed de investigación catódica.
1. Monsieur Spade
Temporadas: 1
Capítulos: 6
Dónde verla: Filmin
En una frase: Un clásico del hard-boiled brillantemente adaptado al siglo XXI
No era nada sencillo traer a Sam Spade, el detective que fundó el llamado hard-boiled, ese subgénero que Raymond Chandler convirtió en oro literario, al siglo XXI. Porque casi ha pasado un siglo desde que Dashiell Hammett lo creó —los casos que resolvió, los resolvió en los años treinta del siglo XX; Samuel era el primer nombre del propio Dashiell, un veterano de ambas guerras mundiales que también había sido detective privado, y hablaba en primera persona de lo que había vivido—, y el investigador tipo duro, de pocas palabras, y una masculinidad cerrada y marcadísima, no encajaba con el hombre contemporáneo, y sin embargo, Scott Frank (Gambito de dama), y Tom Fontana obran un milagro en este Monsieur Spade (Filmin). ¿Que en qué consiste? En explorar una masculinidad libre de prejuicios llevándose al detective a la campiña francesa, y alejándolo hacia su propio futuro, el que Hammett nunca escribió. Estamos en 1963, esto es Francia, y Clive Owen interpreta al mejor Sam Spade posible —un Sam Spade casado, en realidad, viudo de una mujer poderosa, interpretada por nada menos que Chiara Mastroianni—, con un guion que deconstruye todo aquello que de tóxico podía llegar a tener el personaje y lo hace sobrenaturalmente bien.
2. Bored to Death
Temporadas: Tres
Capítulos: 24
Dónde verla: Max y Movistar+.
En una frase: Érase una vez un detective ridículo, y súper indie.
Jason Schwartzman, el chico Anderson —esto es, uno de los actores fetiche del creador de Life Aquatic, Wes Anderson—, protagoniza esta comedia decididamente indie en la que un pésimo escritor recién abandonado por su novia (el propio Jason) decide poner en marcha su despacho de detectives —ni siquiera es un despacho, sólo un anuncio, y ni siquiera por palabras, en una web de clasificados— para darle a su vida algún tipo de sentido. Tiene un único amigo —un dibujante de cómics (Zach Galifianakis)— que no da los mejores consejos del mundo, y a veces queda con su editor caradura (Ted Danson siendo, siempre, él mismo) para ahogar sus penas en lujosos tugurios. Los casos que investiga son siempre delirantes, y cualquier cosa que emprenda está abocada a un fracaso estrepitoso, patético a la manera en que lo era cualquier cosa que emprendía Ingatius J. Reilly, el protagonista de La conjura de los necios, de John Kennedy Toole. Y es que Bored to Death es obra del escritor Jonathan Ames, y rinde homenaje, a la vez, a la figura del detective, y a la del loser literario de altura.
3. Blue Lights
Temporadas: 2
Capítulos: 12
Dónde verla: Movistar+
En una frase: Cómo ser poli (en Belfast) y no acabar desquiciado en el intento.
He aquí el clásico comisarial de la temporada. Viene de Irlanda, sus creadores son Declan Lawn y Adam Patterson —que crecieron en Belfast, en la época en la que se ambienta la serie y conocen bien en qué consistía el mundo allí entonces—, y tiene como protagonistas a tres novatos en una comisaría de policía de Belfast. Una de ellas es, Grace (Sian Brooke), una extrabajadora social de 41 años incapaz de no implicarse demasiado en los casos. El otro es Tommy (Nathan Braniff), un joven tímido al que le cuesta imponer respeto, y Annie (Katherine Devlin), una chica rebelde a la que no le gusta nada tener que seguir las normas. Lo más fascinante de Blue Lights —cuya tercera y cuarta temporada han sido aprobadas, por cierto— es que podría considerarse eso que sus creadores llaman postperiodismo, puesto que se basa en entrevistas con decenas de policías y criminales, de manera que lo que en ella se cuenta está pegadísimo a la realidad. Es muy probable que, si te gustó Happy Valley y la echas de menos, te guste Blue Lights y te sirva de antídoto.
4. Ley y orden
Temporadas: 24
Capítulos: 523
Dónde verla: SkyShowtime
En una frase: El policial que nunca se acaba.
Era el año 1990 cuando se emitió el primer capítulo de Ley y orden, el policial más longevo de la historia de la televisión, casi una telenovela cuyo escenario principal es una comisaría y que ha hecho de la ficción procedimental una especie de religión, o mundo aparte, que ha tenido descendientes directos y famosísimos —como aquel que se centró en las prácticas que las nuevas tecnologías permitían, y que se convirtió en casi un adjetivo relacionado con los datos y las huellas: C.S.I.— y sus propios spin-offs, y que, sí, sigue en activo. No todas sus temporadas están disponibles ahora mismo, pero echar un vistazo a un universo que lleva en marcha más de 20 años bien vale un lugar en esta humilde guía. La pareja de detectives original la formaron George Dzundza y Chris Noth en el papel del sargento Max Greevey, el primero, y el detective Mike Logan, el segundo. Mucho ha llovido desde entonces, y sumergirse en ella es a la vez descubrir cómo ha cambiado la concepción del mundo y de la propia ficción comisarial. Tal vez sus personajes no sean tan caleoidoscópicamente perfectos como los de las series de hoy, y esto es así porque están hechos para durar.
5. Bosch
Temporadas: 7
Capítulos: 68
Dónde verla: Amazon Prime Video
En una frase: El mejor retrato de Estados Unidos lo tiene un detective.
El detective de Los Ángeles Harry Bosch, el personaje creado por Michael Connelly, veterano policía de homicidios, está un poco harto de cómo funciona todo —le asquea sobremanera la burocracia—, pero su obsesión por la justicia lo mantiene al pie del cañón, siendo testigo de aquello en lo que su país se está convirtiendo —una suerte de súper villano mundial— y cómo afecta eso a las vidas de sus ciudadanos —y a los crímenes que se cometen y a la forma en que ocurren—. Tal vez no lo sepan, pero Harry Bosch no se llama Harry sino Hieronymous, Hieronymous Bosch, como el famoso pintor de El jardín de las delicias, El Bosco. Puede que tampoco sepan que Harry se tiene a sí mismo por un tipo corriente, algo tristón, y condenadamente honesto. Y que sus aventuras les gustarán sin son amantes del policial de guion musculoso y ambicioso, y a la vez, si son de los que, como Bosch, se implicarían en cada caso como si fuese el último, o lo único que en ese momento pasa en el mundo, también su mundo.
6. Fargo
Temporadas: 5
Capítulos: 51
Dónde verla: Movistar +
En una frase: Una obra de culto (noir) que no deja de crecer.
El año 1996, los hermanos Coen estrenaron Fargo, un insuperable noir hijo del absurdo y lo macabro, protagonizado por una Frances McDormand en perpetuo estado de gracia en el papel de la detective listísima (y embarazadísima) Marge Gunderson, la jefe de policía de un lugar nevado llamado Brainerd. Un puñado de años más tarde (en 2014), el genio Noah Hawley puso en marcha una franquicia que recupera la idea del absurdo y lo macabro para contar cada vez una historia distinta —ambientada siempre en un lugar nevado y próximo a la América Profunda, o de lleno en ella— y crear una colección de detectives inolvidables, como la casi personaje de Pulp Fiction Gloria Burgle (Carrie Coon) de la tercera temporada —que se enfrenta a los gemelos interpretados por Ewan McGregor—, o el trumpiano Roy (John Hamm), y de criminales por accidente —como el matrimonio formado por los carniceros Peggy y Ed Blumquist, Kirsten Dunst y su marido en la vida real, Jesse Plemons— o por convicción casi mística —el Billy Bob Thornton de la primera temporada, o lo que es lo mismo, el aparentemente invencible, y oscurísimo Lorne Malvo—. El hecho de que cada temporada cierre el caso, y el mundo, es ideal para recuperarla espaciadamente.
7. Castle
Temporadas: 8
Capítulos: 173
Dónde verla: Disney +
En una frase: ¿Y si un escritor de best sellers resolviese crímenes?

Esta no es una ficción procedimental al uso sino una pequeña fiesta para lectores de noir. Porque el protagonista es un escritor de novelas de misterio, de best sellers criminales, Richard Castle (Nathan Fillion), que, un buen día, en plena crisis de página en blanco, en pleno abatimiento creativo sin fin, recibe una llamada del Departamento de Homicidios de Nueva York. Buenas noticias. Hay un asesino en serie cometiendo crímenes en la ciudad a imitación de su detective más famoso. ¿De veras? ¡Vaya! A la detective a cargo del caso, Kate Beckett (Stana Katic), no le hace la más mínima gracia tener a un escritor engreído alrededor, pero su jefe, el capitán Roy Mongomery (Ruben Santiago-Hudson) insiste en que puede venirle bien. Lo cierto es que, aunque al principio no se soportan —son el día y la noche— con el tiempo, se vuelven inseparables, y algo más. Porque Castle no sólo encuentra inspiración en los casos que va resolviendo con Beckett para una nueva saga de novelas con nuevo detective —Nikki Heat—, sino también algo parecido al amor, porque la tensión entre los dos está servida. Nunca renovó por una novena temporada, así que puede verse completa.
8. True Detective
Temporadas: 4
Capítulos: 30
Dónde verla: Max y Movistar +
En una frase: Un oscuro descenso al infierno noir para tipos duros, y tipas aún más duras.
Nic Pizzolatto, el escritor, está detrás de esta franquicia que escoge una nueva pareja de detectives y un nuevo lugar del crimen —siempre inhóspito, del desierto y el calor, al frío y la noche eterna— cada vez, y que dio el pistoletazo de salida en 2014 con Matthew McConaughey y Woody Harrelson al mando de una investigación místico weird —el universo de Lovecraft de fondo, y El Rey Amarillo, de Robert William Chambers también— que bascula entre el pasado y el presente, y que siempre cuenta con la tercera vía —la del relato, la de cómo se ha construido eso que ha ocurrido—, y que en su última temporada, dirigida (y escrita) por Issa López, coloca a la dupla formada por la jefe de policía local de Ennis, una congelada población de Alaska donde siempre es de noche, Liz Danvers (Jodie Foster) y Evangeline Navarro (Kali Reis), tras la pista de la muerte —el asesinato, aparentemente ritual, de un rito recién iniciado— de ocho científicos en una estación de investigación. Lo que tienen en común todas ellas es un crimen complejo y macabro, sin explicación aparente, y una pesquisa que enfrenta a los protagonistas con sus demonios internos. Es un must.
9. Luz de luna
Temporadas: 5
Capítulos: 66
Dónde verla: Filmin
En una frase: La mejor, y más romántica, agencia de detectives de la historia.
Hace no demasiado volvió a antena —a streaming— un clásico de los ochenta que tiene todos los ingredientes de una ficción de la época —nada importa demasiado; los personajes aún tienen que entender en qué consiste la vida, son niños que han crecido sin asumir que lo han hecho; cualquier cosa es posible—, y además está protagonizada por Bruce Willis y Cybill Shepherd. Ella, Madelyn Maddie Hayes, es una exmodelo a la que su contable ha estafado y que, en la ruina, tiene que ponerse a dirigir una agencia de detectives que no era más que un negocio tapadera para el desfalco. De ahí que lleve el nombre de uno de los champús que anunciaba en su época como modelo —Blue Moon, que en España se tradujo como Luz de luna; en realidad el título original, Moonlighting, hacía referencia, literalmente, al “pluriempleo”—. Allí conoce al tipo que la dirigía, David Addison, un caradura sin demasiada suerte, del que se queda colgada. Bueno, los dos se cuelgan el uno del otro, y a los casos, a menudo divertidísimos, a menudo ligeramente misteriosos, que deben resolver, se une la tensión sexual entre ellos —otro clásico de los ochenta, y de los noventa—, y un guion que parece firmado por Nora Ephron.
10. Grantchester
Temporadas: 9
Capítulos: 53
Dónde verla: Filmin
En una frase: Un atractivo cura resuelve misterios en la campiña inglesa.
Filmin cuenta con una bien nutrida colección de policiales de época británicos —y no tan de época, también cuenta con Shetland, que es un comeback al hogar conflictivo, en un archipiélago escocés, del detective Jimmy Pérez—, como Endeavour o este Grantchester del que acaba de estrenarse la novena temporada. Ambientada en los años cincuenta, en plena campiña inglesa —el pueblo es Cambridgeshire de Grantchester, y está cerca de Cambridge—, Grantchester propone, además de una colección de misterios por resolver, la inmersión en el día a día de un pequeño pueblo —con sus horas del té, y su ironía salvaje y educadamente ácida— en el que pasa de todo —criminalmente hablando—. Lo mejor aquí es que el encargado de resolver casos es un cura, Sidney Chambers —el guapísimo James Norton, el Tommy Lee Royce de Happy Valley—, y las conversaciones con el detective que le acompaña, Geordie Keating (Robson Green), un veterano de la Segunda Guerra Mundial, son casi tan fascinantes como las de Monk —el detective con trastorno obsesivo compulsivo que protagoniza Monk, interpretado por el padre de la señora Maisel, Tony Shalhoub— con su secretaria. Está basada, por cierto, en las novelas de James Runcie tituladas Los misterios de Grantchester.
11. The Fall
Temporadas: 3
Capítulos: 17
Dónde verla: Netflix
En una frase: Una detective de armas tomar, y un asesino nada común.
Hace no demasiado se estrenó en Netflix La residencia, una ficción de misterio al estilo Agatha Christie, con infinidad de posibles sospechosos y una detective, Cordelia Cupp (Uzo Aduba) de lo más peculiar y recomendable —en especial para aquellos a los que les guste la narrativa de este tipo de casos y una que se enreda más de la cuenta—. Pero en Netflix continúa uno de los policiales más duros —duros en el sentido en el que lo era El silencio de los corderos— que se han producido en los últimos años. Lo protagoniza Gillian Anderson (Expediente X, Sex Education) en el papel de Stella Gibson, una detective de armas tomar que se instala en un hotel —es una enviada especial de Scotland Yard— para resolver el asesinato de un joven arquitecta en Belfast. La lucha casi cuerpo a cuerpo, en cada capítulo, con el asesino —un asesino nada común, interpretado por Jamie Dornan, en el papel de un padre de familia amoroso con una afición macabra, y miles de libretas con anotaciones de seguimientos a, siempre, mujeres independientes, con profesiones vocacionales, que viven solas, un poco como Gibson, la detective—, y los diálogos chandlerianos de Gillian Anderson, están entre lo mejor que ha producido el policial en la última década —y aquí merecería una mención también el Night Of de Richard Price, en el que no hay detective, pero sí caso, y un abogado de oficio, John Turturro, amante de los gatos, que es puro noir de altura—.
12. Cuando nadie nos ve
Temporadas: 1
Capítulos: 8
Dónde verla: Max.
En una frase: Dos mujeres policía en la “España profunda”.
Como en Hierro, aquel policial en el que Candela Peña interpretaba a una jueza con carácter a la que enviaban al destino más remoto posible —la isla de Hierro— a resolver misterios, en Cuando nadie nos ve, el más destacado policial español estrenado recientemente, dos mujeres policía se ven obligadas a encajar en un mundo al que le cuesta considerarlas parte del mismo. Lucía Gutiérrez (Maribel Verdú) es una sargento de la Guardia Civil encargada de investigar un extraño suceso ocurrido en Morón de la Frontera —un pueblo sevillano que constituye la frontera política y cultural de la llamada “España profunda”— durante Semana Santa, y Magaly Castillo (Mariela Garriga) es una agente especial del ejército de Estados Unidos a la que envían a la base militar cerca de Morón para averiguar el paradero de un soldado americano desaparecido junto a un compañero. Las mujeres no tardarán en descubrir que los casos están relacionados, y también, que todo es más complicado de lo que parece.
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