Masi Rodríguez, presentadora de ‘Play Zeta’: “Todos los días recibo mensajes en redes que me dicen ‘infiel”
La malagueña es la conductora del formato de RTVE donde analiza algunos de los temas que conciernen a toda una generación


Antes de presentar un programa de los de siempre, en el chat de Operación Triunfo, Masi Rodríguez (Málaga, 30 años) ya era famosa, aunque lo era para quienes no veían la televisión de siempre. Ella soñaba con ser cantante, estudió para locutar (todavía lo considera su trabajo principal) y ha hecho pinitos como actriz en series como Berlín. Pero donde se hizo popular fue en redes sociales, hasta el punto de tener que contar públicamente en julio de 2024 su ruptura con el streamer IlloJuan en un vídeo que pronto se viralizó. Hoy es presentadora en Play Zeta, el formato de RTVE Play que discute temas que conciernen a los jóvenes y donde antes era cara visible Inés Hernand. Tras grabar un programa, sobre el precio de los conciertos, en un curioso plató rosa en el centro de Madrid, Masi no pierde el ritmo y saca su acento malagueño y su actitud locuaz y energética. Aunque está nerviosa: es su primera entrevista en un periódico “de siempre”.
Pregunta. Lo de ser creadora de contenido tiene una definición complicada, ¿cómo lo explicaría?
Respuesta. Es alguien que genera entretenimiento con una cámara y contando cosas. Igual que ves tu programa en la tele, aquí ves a una persona que eliges en redes. Te gusta lo que hace y te entretiene. Yo antes generaba mucho contenido: subía versiones de canciones o vídeos de YouTube contando lo que había hecho en el día. Ahora no tengo tiempo y perdí esa parte de mi vida, aunque me gustaba un montón.
P. De pequeña nunca habría dicho: “quiero ser creadora de contenidos”.
R. Hay gente Z que hoy sí, y, por desgracia, también que tiene la idea de que triunfar es ser influencer. Un peligro... Pierdes el foco. La palabra influencer no me gusta. Puedo influir, pero tengo mucho cuidado con lo que digo, con qué promoción hago. Solo elijo lo que me gusta, y he dicho a muchas cosas que no, como ir a un concierto de Taylor Swift invitada para sacarlo.
P. Como personaje público, Masi nació en redes. ¿Cómo le han afectado?
R. Llevo una temporada que he querido no estar tan presente. Estaba disociadita. Me he dado cuenta de que pasaba demasiado tiempo ahí, y que al final el mundo se vive fuera. Sentía que había una discusión en Twitter que me afectaba y luego salía y nadie sabía de ella. Y la gente espera que tú estés presente ahí, y tú quieres estarlo para ellos, pero sin que te afecte. La persona sin redes me parece hoy más equilibrada, y no sé si los Z están lográndolo.
P. Hace un programa de la generación Z. ¿Qué la define?
R. Yo soy milenial, pero he crecido entre ambas, y los Z son quienes me siguen. Pero yo ni tengo Tiktok, porque me he convencido para no engancharme. La define la inmediatez, el estar siempre ahí, y me da un poco de miedo. Creo que van a sufrir. Veo mucha gente mal en redes, y no sé si les prepara bien para el mundo.

P. ¿Cuál es el punto más bajo para tener que decir no a las redes?
R. Tenía mucha ansiedad y me di cuenta de que tenía problemas de autoestima. Entonces empecé a hablar en redes sobre cómo me sentía. Me daba cuenta de que muchas niñas me seguían y decían: eres perfecta, ojalá ser como tú. Yo pensaba, joder, si supieran lo que yo me comparo con otras personas... Quise mostrarme vulnerable. Me di cuenta de que necesitaba ir al psicólogo para empezar a quererme y dejar de tener rechazo a mí misma. Empecé a hablar de mis complejos, como que me da vergüenza ir a la playa porque tengo piel de naranja, y muchísimas niñas me dieron las gracias por haberme expuesto así. Me di cuenta primero de que podía ayudar y ser referente.
P. Entre los temas que ha tratado Play Zeta está la manosfera, de la que habla también la serie Adolescencia. ¿Se ha encontrado con este sector machista lleno de jóvenes en internet?
R. Me he visto dentro de la manosfera como víctima. Lo sigo estando un poco, pero como estoy al margen y casi prefiero no saber ni lo que pasa en internet… no me entero. El problema es que no puedo hacer más de que lo que estoy intentando, estar presentando un programa de servicio público y divulgativo en positivo. No sé cómo ha pasado que con el afán de reivindicarnos, hemos acabado recibiendo todo lo contrario. Sienten que hemos quitado privilegios a personas que siempre los han tenido.
P. Antes de anunciar públicamente su ruptura, comentaba el miedo de que, como mujer, se iba a enfrentar a una serie de comentarios en internet por romper...
R. Yo no pretendía hacer nada así, me daba miedo, pero Juan me dijo: “vamos a hacerlo, porque, si no decimos nada, se van a inventar muchas más cosas. Y probablemente tú seas la que más te comas al ser mujer”. Todo fue supersano. Era una ruptura igual que los que nos siguen van a tener en el futuro, pero para los que estaban en esa manosfera, que escuchan tantas cosas negativas sobre las mujeres, lo primero que hicieron fue pensar que yo había hecho una barbaridad o infidelidad… Y, oye, no tienes por qué tener una puñetera opinión de lo que no has vivido. Pero es la cercanía de las redes. La gente que tiene la idea de que pueden opinar sobre ti porque te conocen, porque has dado información de ti y tu relación. Se sienten con poder.
R. Al final, ¿pasó lo que pensaba?
R. Recibo todos los días mensajes llamándome “infiel”, ¿para qué pierdes el tiempo en eso? Es terrible. O van a mis publicaciones antiguas en las que ponía “te quiero” y me dicen: “Sí, claro que le querías”. ¿Podéis madurar? Luego también utilizan imágenes de mujeres famosas para crear contenido sexual explícito y falso. ¿Y qué hacemos con esto? Si se denuncia, da igual, salen 20 más. Al ver eso, yo ya no creo en ninguna imagen.
P. ¿Por eso ha puesto distancia?
R. Sí. Es verdad que la mayoría son maravillosos, pero te pasa algo malo y te hunde, y, en realidad, no sabes si es un niño de 12 años muy enfadado por lo que le ha pasado ese día.
P. Supongo que fue complicado exponerse así.
R. El vídeo de la ruptura me pareció Black Mirror. No me podía creer que tuviéramos que anunciar esto a España y Latinoamérica, a un continente. Hubo gente de mi entorno que se enteró por ahí, porque yo no tenía energía para contarlo. Tuve que decirles: mira, ya os contaré. Hay mucho peligro en exponerse tanto. Y los jóvenes se exponen todo el rato.
P. ¿Cuáles son los temas candentes para esta generación?
R. Uno es el feminismo. La manosfera me preocupa profundamente, aunque intenté hacer caso omiso porque no puedo hacer nada. Pero me parece que vuelve a haber miedo a decir que soy feminista. Estamos retrocediendo. Otro es la vivienda. Soy de Málaga, así que imagínate. Si no se regula, vamos a volvernos locos. Yo tengo mucho privilegio, y aun así no puedo comprar.
P. Siempre queda Andorra...
R. Uf, absolutamente en contra. Qué aburrimiento. Literalmente a evadir impuestos... ¿cómo te vas a ir así con toda tu cara?
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