A los robots aspiradores les han salido brazos y pies
Los últimos modelos tienen extremidades para subir pequeños escalones y recoger los objetos que hayamos dejado por el suelo


Si hay algo que siempre me ha molestado de los aspiradores robot —y llevo muchísimos probados— es que se enganchen con cables, textiles o arrastren objetos que se queden olvidados por el suelo. En casa siempre intentamos dejarlo todo lo más despejado posible (subimos cortinas, recogemos las cosas que haya por el suelo…), pero siempre queda algo olvidado.
Y durante mucho tiempo ese algo solía ser la cuña que utilizamos para que la puerta de la cocina no se cierre. Era común día sí y día también tener que buscarla por la casa a ver dónde aparecía esa vez. Y al final tuve que quitarla definitivamente.
Con brazos
En muy poco tiempo, esto ya no será un problema. Porque los nuevos aspiradores robot son más robóticos que nunca y les están saliendo extremidades con las que podrán cogerlos, quitarlos de en medio y llevarlos a su sitio. Ya se puede comprar el primero de los modelos con esta función —y yo he podido probarlo—. Es el Roborock Saros Z70; un modelo que en su parte superior esconde un brazo robótico capaz de recoger artículos de hasta 300 gramos de peso, aunque de momento es una habilidad un poco limitada: reconoce textiles como bayetas o calcetines, pelotas de papel o zapatillas de andar por casa, y la firma ya está trabajando para añadir más objetos.
Lo cierto es que el funcionamiento de este complemento es muy curioso. La configuración del robot se hace como cualquier otro modelo y, si deseas que se active la función, hay que hacerlo de forma específica. En ese momento, la app pide que elijas si todo lo que encuentre lo lleva a una especie de papelera que viene incluida y tiene la altura perfecta para que lo meta dentro, o que configures manualmente dónde colocará cada cosa. Con que lo hagas una vez, ya sabe dónde tiene que ir en función de lo que recoja.
A partir de ahí, cada vez que está limpiando y ve uno de estos objetos, analiza si podrá con él y, en caso afirmativo, saca el brazo (que está escondido en su parte superior), lo coge con su pinza, lo lleva a su sitio y sigue limpiando donde lo dejó. El sistema funciona bastante bien, y he podido usarlo para coger una toalla pequeña de cara, peluches de los niños y zapatillas. De vez en cuando, eso sí, se olvida de algún objeto, aunque no es lo habitual. En caso de no poder cogerlo por su peso o porque no está entre las opciones que reconoce, lo rodea siempre sin engancharse.
Vienen más
Además, en los próximos meses otras firmas pondrán a la venta sus propios modelos con esta característica. De hecho, Dreame ya presentó en CES —prácticamente a la vez que Roborock— su modelo, que va todavía más allá en cuanto a funcionalidad. Su brazo se extenderá hasta 30 centímetros y será capaz de recoger objetos de 400 gramos. Pero, sin duda, su función más llamativa es que también podrá coger cepillos y esponjas cuando detecte que hay que limpiar debajo de un mueble donde no quepa el robot o en algún espacio estrecho. De momento se desconoce cuándo estará a la venta, aunque se espera que sea antes de que termine el año.
También suben escalones
Precisamente estas dos marcas han desarrollado también otros modelos que, aunque no tienen brazo robótico, sí tienen otra extremidad: unas patitas que se extienden cuando hay algún escalón y los levanta. Se trata del Roborock Saros 10R y el Dreame X50, capaces de subir desniveles de cuatro y seis centímetros de alto respectivamente. No sirve para subir escaleras, pero es una característica muy útil, por ejemplo cuando tienes alfombras muy gruesas, o si hay diferencia entre los suelos de distintas estancias. Además, no hay que hacer absolutamente nada para que las desplieguen, ya que lo harán de forma automática cada vez que detecten un desnivel.
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