El secreto de los cortes de pelo de Pamela Anderson y Nicole Kidman en la Gala Met
Nicole Kidman y Pamela Anderson acapararon la atención el pasado lunes con dos cortes de pelo radicales, alabados como la nueva panacea de las melenas femeninas a partir de los 50. Pero no todo fue a golpe de tijera.

Este primer lunes de mayo se vistió, como marca ya la tradición, con sus mejores galas al otro lado del Atlántico. La cena inaugural de la exposición que acoge el Museo Metropolitano de Nueva York cada año, más conocida como la Gala Met, rendía en esta ocasión homenaje a la evolución del estilo afroameticano bajo el título ‘Superfine: tayloring black style’. Una oportunidad redonda para que los diseñadores dejaran volar su imaginación, y sus maniquíes se zafaran de tendencias y códigos de vestimenta para jugar con uno de los cometidos de la moda (tan a veces olvidado): divertirnos con la ropà.
Al desfile casi inagotable de modelos de alta costura y dramatismo de tijera que este año catapultó a Zendaya y Diana Ross como las más aplaudidas en redes sociales, se unió un milimétrico examen de los maquillajes y peinados que se dejaron ver por la alfombra (floreada, no roja), que este año contó como anfitriones a Colman Domingo y Lewis Hamilton. Del comentadísimo rizo ‘impostado’ de Marc Jacobs a la trenza XXL de Coco Jones, hubo dos hair looks que coparon titulares en revistas femeninas a la mañana siguiente.

Por un lado, el bob inesperado de Pamela Anderson, conocida por su melena larga de flequillo abullonado que ha mantenido con más o menos volumen desde que se dio a conocer en los 90. Por otro, y aún más radical, el corte a lo ‘pixie’ refinado de Nicole Kidman, tan aplaudido como cuestionado que muchas revistas han alabado como la nueva panacea de las melenas femeninas a partir de los años 50.
Empecemos por el segundo (y más sonado) caso. Era complicado competir con un escultural diseño de Balenciaga, firma de la que la australiana es imagen, pero tanto su corte de pelo masculino como el doble tinte y mechón suelto en la cara –que tanto nos recordó a Kristen Stewart– acapararon la atención mediática de la noche. “La inspiración fue un corte corto a medida, que realzaba la esencia del dandismo de Nicole Kidman. Quería celebrar el tema de este año honrando a los dandis y su individualidad, elegancia y confianza, donde cada detalle está diseñado a la medida de esa persona única”, reveló unas horas después Adir Abergel, estilista de la actriz y uno de los peluqueros más demandados de Hollywood.

Esa esencia pulida, bien trabajada y a medida, como lo es un traje –prenda fundamental en la temática de la pasada noche–, fue el objetivo que la actriz reveló a la revista Vogue, en su paso por la alfombra. “Solo quería algo hecho a mi medida. Esta [idea] surgió para apoyar a todos esos magníficos dandis y a las mujeres que los honraron, apoyaron o protegieron. Así que estoy feliz de estar aquí como una de ellas”. Pero las referencias que se agolpan en la mente al mirarlo escapan de ese momento histórico para abrazar códigos estéticos muy diversos: “Lo veo un corte de pelo muy noventero, tipo Winona Ryder o Monica Geller, el personaje de la serie Friends, pero con un acabado más glam”, apunta Ana Pajares.
La peluquera conocida por sus trabajos en televisión y ser la maquilladora de cabecera de celebrities como Natalia Ferviú, destapa, sin embargo, el otro secreto de su éxito. “Estoy segura de que es una peluca. Adir Abergel es el dios de las pelucas y trabaja muy a menudo con Nicole en ese plano”. Este repentino giro de guion que sustituye un minucioso trabajo de color y corte en la nuca por un (no menos elaborado) postizo, fue compartido en los comentarios que dejaron los seguidores del estilista israelí en su cuenta de Instagram que, como es lógico, no ha respondido.
El mismo planteamiento lo lleva Pajares al corte de Pamela Anderson, un look que define como un bob medio de estilo messy, deshecho y ultrafavorecedor, que le recuerda al de la protagonista de la película Amélie o el que lució Milla Jovovich en su papel de Juana de Arco. “Este caso no lo tengo tan claro como con Nicole, pero no creo que Pamela haya decidido cortarse ese flequillo para esto...”. En todo caso, Pajares lo ve muy favorecedor para cualquier edad, siempre que que el cabello natural no sea muy rizado, y recomienda usar un texturizante para dar cuerpo como MI Dry Texturizer de Davines, además de recortarlo cada pocas semanas para mantener el estilo fresco del flequillo. “Es lo que que más fuerza le da”.
Para Jesús de Paula, el creativo detrás de las icónicas melenas de Aitana o Ester Expósito, el volumen de la coronilla de Anderson revela que se trata de una peluca. “Hay una serie de detalles que son pistas definitivas para saber si lo es o no; como un largo imposible de repente, un flequillo que marca mucho o un corte brusco en la melena. Son cambios muy radicales que van a condicionar la carrera profesional del personaje por solo unas horas. Las texturas se notan también muchísimo, porque no se puede conseguir ese efecto pulido en determinados pigmentos de cabello por los químicos del tinte”, recalca.

En el caso concreto de Nicolde Kidman, el estilista asegura que lleva más de 25 años usando pelucas para eventos de este tipo (la web de contenido viral Buzzfeed recopiló en este artículo y de mejor a peor los casos más significativos), con el objetivo de mantener cuidado su melena sin renunciar a un peinado sorprendente. “Les pasa a muchas actrices de Hollywood, es una defensa de su cabello. Los rodajes y giras de promoción que acompañan a su trabajo exigen muchas horas de secador y uso de herramientas térmicas, y prefieren recurrir a este complemento de cabello que someterlo a más maltrato mientras ayuda a crear otros personajes”. Katy Perry, Madonna o el clan Kardashian son otros casos que el peluquero cita como recurrente en el uso de postizos y pelucas, según la demanda del personaje.
¿Hablamos de un complemento del cabello para todos los públicos? ¿Su colocación es exclusiva de un profesional? De Paula responde: “Si la peluca es de calidad puede llevarla cualquiera. Permite jugar con un cambio radical de nuestra imagen en un evento sin pensar que no hay marcha atrás. Además, hay diseños que ya vienen preparados para colocarlos uno mismo de forma fácil en casa. Las que llevan flequillo que son casi como ponerse una gorra, apenas se aprecia que no lo son... ”.
Si nos animamos a usarla, el mantenimiento sería, según el experto, el mismo que el que aplicamos a un cabello natural. “Recomiendo lavarla con agua templada y un champú hidratante como Bain Oléo-Relax de Kérastase, seguido de una mascarilla y un sérum. En definitiva, cuidarlo como el natural pero con un plus de mimo, al ser un caballo ya tratado”.
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