El ‘número 3’ del PSOE andaluz, imputado por la piscina de su casa

El Juzgado de Instrucción 8 de Málaga ha imputado a Francisco Conejo, concejal socialista en esta ciudad y número tres del PSOE andaluz, que acudirá a declarar el próximo 10 de septiembre. El juez, en un auto que avanzó El Confidencial, ha admitido a trámite una querella por supuesta prevaricación en la instalación de una piscina prefabricada en su casa, ubicada en la localidad de Rincón de la Victoria.

La querella ha sido interpuesta por una abogada que asegura que el secretario de Política Institucional del PSOE andaluz, tras pedir licencia al Ayuntamiento en 2007, realizó las obras de su piscina sin ese permiso y sin presentar un proyecto técnico, certificado de instalaciones y de final de obra. La denunciante, abogada de profesión, vincula esta acción al hecho de que el Ayuntamiento de Rincón estuviera regido entonces por la socialista Encarnación Anaya, quien ahora ha recuperado la alcaldía tras un mandato (2011-2015) de gobierno del PP.

Conejo, persona muy cercana a la presidenta andaluza, Susana Díaz, niega las irregularidades y afirma que en 2007 pidió una licencia de obras para instalar una piscina prefabricada en su vivienda, permiso que pagó en ese momento. Según su relato, el dirigente socialista no obtuvo respuesta del Ayuntamiento y, “al tratarse de una obra menor”, entendió que tenía concedida la autorización por silencio administrativo. En 2009, asesorado por un arquitecto, hizo un recordatorio al Consistorio sobre su licencia y esta le fue aprobada y comunicada. La licencia del área de Urbanismo tiene fecha de agosto de 2009 tras los informes favorables del arquitecto municipal y del secretario. La obra se valoró en 10.000 euros, según la documentación consultada.

El portavoz parlamentario del PSOE, Mario Jiménez, limitó el asunto a una querella “a la que se le está dando curso”, por lo que “no hay ninguna imputación”. El secretario de Acción Política y Ciudadanía del partido, Patxi López, apuntó que el PSOE actuaría contra Conejo en caso de que se abriese juicio oral, como establece su código ético, y que no van a caer en una “caza de brujas”.