La cumbre de la ONU de Sevilla intenta movilizar al sector privado ante la ola de recortes de los países al desarrollo
La inversión extranjera directa ha reducido a la mitad su peso en el PIB de los países en desarrollo, de un 5% en 2008 a un 2,3% en 2023, según el Banco Mundial


La cifra de los cuatro billones de dólares más que harían falta cada año para que en 2030 se cumplan los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) es la más repetida durante la cumbre mundial que la ONU celebra esta semana en Sevilla. Y todos los que la enarbolan coinciden en el mismo diagnóstico: es imprescindible movilizar la inversión privada, porque la pública es “claramente insuficiente” para abordar los desafíos globales, que van desde la reducción de la pobreza hasta la lucha contra el cambio climático, especialmente en un contexto de rearme, en el que algunos de los principales países donantes han anunciado recortes al desarrollo.
“Aparentemente, hay suficiente capital en todo el mundo para aportar estos cuatro billones de dólares. Solo tenemos que dirigirlos hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible, proporcionando las condiciones adecuadas”, señala Sanda Ojiambo, directora ejecutiva del Pacto Mundial de la ONU, durante una entrevista con este diario.
Las decenas de estands de empresas que dan la bienvenida en la entrada del recinto donde se celebra la cumbre da una idea de la importancia que otorga al sector privado el documento final de Sevilla, que plantea una hoja de ruta para desbloquear su potencial y revertir la ralentización que ha experimentado desde la crisis de 2008. “La inversión extranjera directa ha reducido a la mitad su peso en el PIB de los países en desarrollo: mientras en 2008 representó casi el 5%, en 2023 equivalía a apenas al 2,3%”, señaló el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la inauguración del foro empresarial de la cumbre de Sevilla, en alusión a un informe del Banco Mundial de 2025.
Pero movilizar el capital privado requiere un entorno propicio, instrumentos innovadores y alianzas sólidas entre el sector público y el privado. “Reducir el riesgo percibido mediante garantías de inversión y rediseñar los instrumentos financieros son algunos de los pilares para atraer capital privado”, afirmó Antonio H. Pinheiro Silveira, vicepresidente del sector privado del Banco de Desarrollo de América Latina y Caribe (CAF), en un encuentro de la cumbre.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenibles fueron concebidos también como una herramienta para atraer inversionesSanda Ojiambo, directora del Pacto Mundial de la ONU
Según la directora ejecutiva del Pacto Mundial de la ONU, “los ODS fueron concebidos también como una herramienta para atraer inversiones”, y por ello “es necesario explicar mejor a las empresas cómo invertir en áreas como clima, energía, género o ciudades sostenibles y qué retorno pueden esperar”.
Ojiambo identifica tres exigencias fundamentales del sector privado: “previsibilidad”, donde destaca la importancia de un entorno económico estable sin convulsiones políticas ni variaciones bruscas en tasas de interés; “coherencia regulatoria”, puesto que las diferencias normativas entre países dificultan las inversiones transfronterizas; y finalmente, un “entorno favorable” con garantías de cumplimiento de contratos, lucha contra la corrupción y leyes laborales claras. “El sector privado está pidiendo al sector público que cree ese entorno general para que puedan invertir”, ha resumido.
Los países africanos avanzan hacia marcos más atractivos para la inversión. Mahmoud Ali Youssouf, presidente de la Comisión de la Unión Africana, insistió en que “el sector privado es esencial para la Agenda 2063”, el marco estratégico de la Unión Africana para la transformación socioeconómica del continente. Para ello, ha propuesto medidas como la “simplificación de procesos burocráticos”, “el fortalecimiento del sector bancario” y “sistemas de garantías más flexibles”.
África, “con un mercado potencial de 1.400 millones de personas y un PIB combinado de 4,3 billones de dólares”, según señaló, ya ha iniciado reformas para atraer inversiones estratégicas en sectores como el farmacéutico, el logístico y el del automóvil. La reciente puesta en marcha de la Zona Continental Africana de Libre Comercio es una “muestra clara del compromiso” continental por construir un entorno favorable para la inversión sostenible, dijo Youssouf.
Medidas concretas
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) presentó en Sevilla FX EDGE, una plataforma que busca eliminar una de las principales barreras para la inversión privada en los países en desarrollo: la volatilidad cambiaria. La iniciativa, que combina herramientas de cobertura, financiación mixta y una línea de liquidez frente a crisis monetarias, permitirá a los países de América Latina y el Caribe reducir riesgos, aumentar su resiliencia financiera y desbloquear capital internacional para impulsar el desarrollo sostenible. La iniciativa toma como base el modelo brasileño Eco Invest, desarrollado junto al BID con apoyo técnico del Reino Unido, que en su primer programa ya movilizó 8.000 millones de dólares de capital privado.
En los países en desarrollo, lo más importante es el crecimiento; si esto falla, lo demás tampoco funcionaNeal Rijkenberg, ministro de Finanzas de Esuatini
En países como Lesoto y Zambia, los esfuerzos se centran en alianzas entre el sector público y privado e incentivos fiscales. “Hemos introducido un marco de alianzas público-privadas para atraer inversión en infraestructura, energías renovables y agua”, explicó la ministra de Finanzas de Lesoto, Retselisitsoe Matlanyane. Además, el país ha desarrollado incentivos fiscales y “herramientas de mitigación de riesgo” para atraer capital privado. Zambia, por su parte, apuesta por soluciones en divisa local para atraer inversiones empresariales a sectores estratégicos como la agricultura y la energía, al tiempo que insiste en una colaboración público-privada “justa y alineada con las necesidades reales de los pueblos”, según su ministro de Finanzas, Situmbeko Musokotwane.
La receta de su homólogo de Esuatini, Neal Rijkenberg, es clara: “En los países en desarrollo, lo más importante es el crecimiento; si esto falla, lo demás tampoco funciona”. Su país logró aumentar el crecimiento del 2% en 2018 al 7% en 2024, atrayendo al sector privado como motor del repunte económico. “Conseguimos que las grandes empresas participaran en ese crecimiento y elevamos así las cifras”, señaló.
Pero mientras se moviliza al capital privado, no se debe perder de vista que el objetivo es propiciar la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Por eso, uno de los retos es evitar que las empresas realicen bluewashing, es decir, una práctica publicitaria que exagera el compromiso social para mejorar la imagen. “La rendición de cuentas es fundamental”, dijo Ojiambo, que asegura que el Pacto Mundial de la ONU pide, a las empresas que quieren formar parte de él “un compromiso formal avalado por el director ejecutivo”. “Con el tiempo, hemos tenido que expulsar a participantes del Pacto Mundial cuando hemos detectado violaciones flagrantes de nuestros principios”, reconoció.
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