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Red de Redes
Columna
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El periodismo del posmundo es esto

Las fotografías de Christopher Anderson al equipo de Trump para ‘Vanity Fair’ ejemplifican cómo narrar hoy

He vivido un 2025 bastante depresivo con el asunto del periodismo. Sentía que nadie leía nada sobre el oficio. Iba en bus y en metro por Barcelona y a mi alrededor solo veía caras mirando a otras caras vendiéndoles ideas y cosas en la teletienda de Instagram. Los chats de mis grupos de conocidos ya no compartían enlaces a noticias con el vigor del pasado. Para qué indignarse más. Toda comunicación se reducía a memes de evasión y bromas para aliviar el estrés. Para no amargar más a la gente, he ido guardando un luto silencioso y resignado por el gremio: me decepcionaba comprobar cómo quedaban escondidos y sin apenas repercusión reportajes de investigación de primer nivel, con compañeras y compañeros trabajando durante meses, comprobando cada dato, cuestionando cada declaración. Trabajos cruciales que se evaporaban, silenciados entre anuncios segmentados y slops, que es como se llama ahora a la basura de las redes. En verano, me pregunté que más tenía que pasar en Gaza, qué nos tenía que llegar para que cambiara algo en la Franja. Las noticias seguían ahí, pero en las redes nadie parecía prestar atención… menos cuando se hacían columnas o posts sobre cómo una influencer reaccionaria nos decía por qué leer no nos hace mejor personas. ¿De qué sirve currarse algo si luego llega una Pombo, abre la boca y te jode el scoop?

Llevo casi todo el año pensando en ”la muerte del consenso”, aquello que pronosticó el periodista Ryan Broderick, uno de los mejores analistas de internet. Broderick dice que hubo un tiempo, el del “Mundo Artículo”, en el que el periodismo tenía consecuencias y creaba consenso social: alguien sacaba algo a la luz, la gente se indignaba y el poder se veía obligado a responder. El posmundo, defiende Broderick, es el que vivimos ahora. Uno, dice, “con todo lo que internet ha permitido que florezca desde la invención del smartphone: youtubers, streamers, influencers, teóricos de la conspiración, troles, blogueros y, por supuesto, podcasters. Ahora, las grandes publicaciones y canales de noticias finalmente se están dando cuenta de que el ‘Mundo Artículo’ —con todo su dinero, recursos y prestigio— se ha visto reducido a competir con publicaciones aleatorias”. De ahí mi pensamiento recurrente en 2025: ¿cómo se hace periodismo para que funcione en el posmundo?

Volví a esa idea mientras caía en la trampa de la nostalgia viendo The New Yorker cumple 100 años, el documental que repasa el siglo de una de las publicaciones estandarte del “Mundo Artículo”. Me reconforté al escuchar a Julianne Moore narrar cómo Hiroshima, el reportaje de John Hersey sobre la historia de seis supervivientes de la bomba atómica, uno de los primeros ejemplos de nuevo periodismo, al que se dedicó la edición completa del 31 de agosto de 1946, cambió para siempre la mentalidad sobre la idea del holocausto nuclear en Estados Unidos. ¿Cómo se hace ahora para conseguir esto? ¿Cuál será nuestro Hiroshima?

No ha tenido que acabar 2025 para saberlo. El martes pasado, la edición estadounidense de Vanity Fair publicó un reportaje en dos partes con texto de Chris Whipple sobre el círculo íntimo político del presidente Donald Trump. Incluye imágenes de Susie Wiles, J. D. Vance, Marco Rubio y Karoline Leavitt, todos fotografiados por Christopher Anderson con una mirada nunca vista que ha roto internet.

Nuestro nuevo periodismo está en esos primerísimos planos sin retoques para embellecerlos, donde se vislumbran los pliegues, las manchas en la piel y las marcas de inyecciones de bótox, porque, más que grandilocuencia, es un espejo al ocaso de la política. “Internet está impactado por la decisión de no retocar ninguna imperfección. Me sorprende que el mundo espere que se elimine la realidad de una foto”, ha dicho Anderson ante el impacto de su reportaje. Puede que en el posmundo lo que necesitábamos para reaccionar no era la inteligencia artificial más avanzada, sino un baño de arrugada y decadente realidad.

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Sobre la firma

Noelia Ramírez
Periodista cultural. Redactora de S Moda desde 2012 y forma parte del equipo de Cultura desde 2022.
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