Quién inventó el césped
El jardinero de Luis XIV transformó el concepto de pradera en el triunfo de lo privado sobre lo público, el espejo del poder político y control social


El césped es una gramínea que lleva evolucionado desde el Cretáceo, y que nos ha servido de refugio en la sabana para hacernos invisibles a la hora de cazar. El pastoreo la convirtió en pradera, una sección de los comunes que hacía de borde entre el bosque y la ciudad. Pero el concepto de césped, en el sentido de una extensión ornamental que se recorta cada pocos días para mantenerse pulcro y pisar sobre blando, se le ocurrió a André Le Nôtre, el jardinero del rey Sol. Era un nepobaby del paisajismo europeo; su padre y su abuelo habían sido responsables de los jardines de las Tullerías. Su padrino fue supervisor de jardines reales y el marido de su madrina, otro jardinero de postín. Pero su fama los superó a todos, gracias a su idea de partir los jardines por un eje central del que irradian caminos, canales y avenidas llenos de setos desplegados con una simetría tan suprema que a veces toca el surrealismo, al menos cuando la miramos con los ojos de Alain Resnais en El año pasado en Marienbad.
Versalles es un cuadro para un solo cliente; una imagen el mundo que irradia del balcón real y se extiende hacia el infinito, como el universo y como el poder absoluto. Le Nôtre llena el espacio de árboles, setos, chorritos perfectamente manicurados; planetas, lunas y asteroides de la Vía Monárquica que se expanden sobre un césped al que coquetamente bautiza como la alfombra verde de su majestad. En cuanto la ven, todos los reyes y aristócratas de Europa quieren una. Le Nôtre transformó el césped en el triunfo de lo privado sobre lo público, el espejo del poder político y control social. En qué otra cosa puede pensar Donald Trump que no sea Versalles cuando dice que sabe más de césped que ningún otro ser humano, delante de los 800 miembros de la Guardia Nacional que ha desplegado en Washington DC.
Trump había invocado la Sección 740 de la Home Rule Act para asumir el control del Departamento de Policía Metropolitana de DC. Un acontecimiento sin precedentes, como le gustan a él, pero con un objetivo con una larga tradición histórica: desviar los poderes del Gobierno federal hacia sí mismo, mezclando violencia y espectáculo para legitimar su autoridad. Pero su Versalles es un campo de golf.
“Tengo muchos campos de golf por todas partes,” declaró el presidente. “Creo que sé más sobre césped que cualquier ser humano en cualquier lugar del mundo. Y vamos a resembrar todo su sistema de parques, con sistemas de riego completamente nuevos, los mejores que se pueden comprar.” Luego añadió que el césped de los parques públicos de Washington llevaba 40 años muerto y que, cuando acabe con él, será como el del Augusta National Golf Club, uno de los clubs más exclusivos y cerrados del mundo y el lugar donde se celebra uno de los cuatro grandes torneos mundiales de golf. “Así que ustedes hagan el trabajo en materia de seguridad, y yo arreglaré este lugar”. El rey Sol americano que trata de convertir la república democrática en un monocultivo que consume entre 2.000 y 5.000 metros cúbicos de agua diarios, captura poco carbono, pero requiere fertilizantes, herbicidas y pesticidas para mantener la uniformidad, y el uso de maquinaria semipesada para su mantenimiento. Luego llegarán los fairways, los roughs y los bunkers, los obstáculos de agua y los Tees a los parques públicos de Washington, y el cartel que dice: “Cuidado con el perro. No pisar”.
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