Carne de verano
No somos David Gandy ni Bianca Balti intimando en el Tirreno. Pero tenemos un cuerpo, el nuestro. Y unos días libres, aunque sean para trasnochar sin madrugar. Y podemos disfrutarlos


Hasta hace nada, mi ideal del verano era el anuncio del perfume Light Blue de Dolce & Gabbana. Si lo han visto y oído y no lo recuerdan es que están muertos en vida. Si no, ya les cuento yo la película. Exterior, día: los supermodelos David Gandy y Bianca Balti, dos morenos de ojos azules con el punto justo de bronceado y unos escuetos slip y bikini blancos esculpiéndoles los cuerpazos, intiman en una barca a la que él se sube a pulso tras lanzarse en clavada al Tirreno desde los farallones de Capri mientras suena la estrofa “Tutta la mia vita sei tu” de la tonada Parlami d’amore, Mariù de fondo. Si ha acabado de leer esta frase sin resuello, gracias: es lo que pretendía. Es lo que logra el spot. Dejar sin aliento a quien lo ve evocando la belleza, la alegría, el deseo de sol, de mar, de tiempo libre y, sobre todo del otro, de los otros, que supone la idea de plenitud de las vacaciones.

No somos Gandy ni Balti ni disponemos de un barco desde el que salir en zodiac a tirarnos en plancha al mar y a nuestra pareja sin que nadie ni nada nos perturbe. Pero tenemos un cuerpo: el que sea, el nuestro. Y una lámina de agua, aunque sea la de la piscina pública. Y unos días libres, aunque sea para trasnochar sin madrugar si no se desea. Y podemos disfrutarlos. No es esta una romantización de la pobreza, aunque sea de la pobreza vacacional, esa cursilada que se han inventado los mercachifles para hablar de la sangrante desigualdad de siempre. Es una invitación a gozar de lo que tenemos, mientras lo tengamos, y a no dar ni todo ni nada por supuesto. Que se lo digan a la bellísima Balti, transfigurada hoy en una no menos hermosa figura de piel, huesos y espíritu por un cáncer de ovario del que trata de recuperarse, demostrando que los humanos no dejamos de ser un marasmo de células y carnes mortales, por muy divinos que algunos luzcan por fuera. Este año han cambiado a los protagonistas del anuncio. Los nuevos amantes de Capri son la modelo italiana Vittoria Ceretti y el actor británico Theo James. Guapísimos y súpersexis, por supuesto. Para eso les pagan. Pero en mi cabeza, el verano siempre serán Gandy y Balti. Porque, como en el reclamo, no es lo que sucede, sino la idea de lo que puede suceder el estío menos pensado. ¿Y si es este?
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