¿Quién es la verdadera Patricia Fernández?

Hace unos días, se celebró en el Palacio Real de Madrid el 40º aniversario de la firma del Tratado de Adhesión de España a la Comunidad Europea. En el evento, organizado por la Casa Real, participaron el rey Felipe VI, otras autoridades y varios artistas.

Entre los asistentes estuvo la influencer Patricia Fernández Arroyo, que cuenta con casi dos millones de seguidores en Instagram. Ella misma define su contenido como “lifestyle, deco, moda. Tips para tener una casa con estilo, vida saludable y looks bonitos”. @patriwhitehouse agradeció a la Casa Real la invitación con un carrusel de fotos. “Ha sido una experiencia inolvidable que todavía me cuesta creer. Gracias infinitas por hacerme parte de un momento tan especial”, escribe. A esto le sigue una ristra de enlaces a los perfiles de quien la vistió, quien la peinó, el proveedor de maquillaje, la marca de todos y cada uno de los complementos... lo habitual entre los influencers cuando van a un evento.

Sin embargo, hay dudas de que fuera esa Patricia Fernández a quien la Casa Real quería invitar. Esta semana, una segunda Patricia Fernández, con 210.000 seguidores en Instagram y medio millón en TikTok —en la biografía de esta última red social se presenta como “la del salseo cultural & DDHH”, no así en la plataforma de Meta, donde solo se refiere al “salseo cultural”—, publicó un vídeo en el que asegura que ella era la legítima invitada. “Fue otra persona en mi lugar que se llamaba como yo, y todo por una serie de errores”, asegura. “Nuestros contenidos son completamente distintos: ella se dedica a lifestyle y decoración; yo hablo de cultura de derechos humanos y de la Unión Europea”, añade. Esta Patricia Fernández II dice haberse quedado “tiesa” al enterarse y que la organización le ha confirmado que “hubo un error en las invitaciones”, una situación que califica de “realismo mágico”. Fue “una cadena de malentendidos que han dado lugar a una situación bastante desagradable”, pues afirma que lleva “muchos años trabajando con las instituciones europeas”.

Internet, claro, ha enloquecido con la pugna entre Patricias sobre quién era la invitada real. La primera arguye en unas publicaciones en Instagram que acudió al acto “invitada por la Casa Real con total legitimidad”, y destaca: “Hasta donde yo sé, soy influencer, con tres millones de seguidores en redes sociales y divulgadora, he creado contenido para Europa sobre sostenibilidad y además nací en el año 1985, el mismo en el que se firmó el Tratado”. ¿Quién le iba a negar una silla con tales méritos?

@therubiew ha desvelado en X una tercera posible candidata a la invitación: Patricia Fernández Vicens, abogada experta en infancia, exclusión social y migraciones, galardonada en 2022 con el Premio Nacional de Derechos Humanos. Y, por qué no, una cuarta, una cantautora granadina: “¿Nadie le ha preguntado si quería ir?”, se pregunta @janafpucela.

Y pueden aparecer muchas más. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en España viven 112.441 personas llamadas Patricia y 899.272 con Fernández como primer apellido. Aunque el organismo no ofrece la combinación exacta de cuántas Patricias Fernández existen, se puede inferir que bastantes. La jefa de Ciencia de EL PAÍS, también Patricia Fernández (de Lis), se reivindica en Bluesky: “Enfadada viva porque nadie me confunda con otras Patricias Fernández y pueda dedicarme a ir a eventos”. Puestos a merecer invitaciones a actos por asuntos relacionados con el año de adhesión, esta es la columna número 85 que firmo en estas páginas. A lo mejor también debía haber recibido una invitación de la Casa Real.