La crisis del PSOE empaña la conmemoración de los 40 años de la entrada de España en la UE

La supuesta implicación en el cobro de mordidas del secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, ha atravesado toda la actividad política e institucional de este jueves, incluida la conmemoración esta tarde en el Palacio Real del 40º aniversario de la firma del tratado de adhesión de España y Portugal a la Comunidad Europea ―que se hizo efectiva el 1 de enero de 1986― con la presencia del rey Felipe VI y de Pedro Sánchez.

Con semblante serio tras las revelaciones del informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ―en las que se vincula a su hasta este mismo jueves al número tres del PSOE, Santos Cerdán, con la trama de presunta corrupción del caso Koldo―, Sánchez ha inaugurado el acto arropado por la mayoría de ministros a los que se les ha visto cierta actitud nerviosa, caras largas y alguna sonrisa forzada. Pero también con relevantes ausencias, como la de todos los expresidentes del Gobierno, los representantes y barones del Partido Popular, Vox ―que ha convocado una movilización esta noche en la sede del PSOE― y los ministros de Sumar. Esta mañana estaba prevista en la agenda la asistencia de Yolanda Díaz, Ernest Urtasun y Mónica García, pero finalmente tampoco han acudido. El PP decidió esta mañana ausentarse en bloque por evitar coincidir con Pedro Sánchez, según argumentó por la mañana el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, tras haberse levantado el secreto de sumario del informe de la UCO.

La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, y de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que estaban invitadas, tampoco han acudido al acto celebrado en la Sala de Columnas, el mismo escenario donde hace cuatro décadas el entonces rey, Juan Carlos I, presidió la firma del tratado. “En esta sala, el país firmó su adhesión a la Unión Europea y su paz con su propia historia”, ha dicho Sánchez en un discurso plenamente institucional y alejado de la actualidad política que afecta de lleno a su partido y al rumbo del Gobierno.

“No permitamos que sean ahora las divisiones y los conflictos los que debiliten precisamente aquello que nació para superarlos y que ha sido la mayor garantía de paz, libertad y prosperidad de nuestra historia”, ha dicho Felipe VI en relación con la UE. En su discurso de clausura, el Rey ha hecho un llamamiento a las generaciones más jóvenes para que participen del proyecto comunitario. “No lo tienen fácil en un mundo dominado por grandes tensiones y rivalidades [...], en un escenario donde las reglas se debilitan [...], en una Europa marcada por el retorno de la guerra y la inestabilidad, contrarias a su propia razón de ser”, ha remarcado en un mensaje convertido en la reafirmación de un compromiso de España con el proyecto comunitario.

En su intervención posterior en el Palacio Real y ante un público menor en número de lo que se esperaba, pero en presencia del jefe del Estado, Sánchez ha alabado la pertenencia de España a la UE diciendo que gracias a esta se cambió el “rumbo” de España. Un país en plena consolidación de la Transición que se estaba tejiendo un futuro con derechos civiles y con un claro rumbo al Estado de bienestar.

“En estos 40 años se ha pasado de una democracia joven a una democracia plena”, ha remarcado el líder del Ejecutivo, quien sí ha aprovechado la ocasión para recordar la “bonanza económica”, social y democrática que Europa ha aportado a España. Y viceversa. “Se ha duplicado el PIB per cápita, se ha disminuido la tasa de paro, se ha aumentado la esperanza de vida en 11 años y se ha construido un Estado de bienestar de primera”, ha presumido el presidente en una jornada marcada por investigaciones judiciales, filtraciones, presunta corrupción y amaños electorales en el seno de su propio partido.

A la ceremonia, a la que ha acudido el actual presidente del Consejo Europeo y ex primer ministro de Portugal, António Costa, (el país luso entró al mismo tiempo que España en el club comunitario) han asistido también representantes de los principales poderes del Estado, como la presidenta del Congreso, Francina Armengol, o el presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido. “España ha jugado un papel activo en la construcción europea. No solo aportando su dinamismo y vitalidad, sino incluso poniéndose a la vanguardia y convirtiéndose en referencia de los avances en derechos y libertades, y de la lucha por la igualdad”, ha reconocido el portugués en calidad de presidente del Consejo Europeo y gran aliado de Sánchez en Bruselas.