Nos enredamos en una telaraña que ha hecho de nuestras vidas un angustioso vagar entre pantallas: la diferencia entre facilitar la vida y quitarle el sentido a la misma empieza a ser exigua
Las pantallas nos ofrecen una imagen distorsionada de la realidad en la que, sin embargo, parecemos sentirnos muy cómodos. Estamos permanentemente expuestos a un torrente de información que no cesa