Las claves de la Ley Trasciende, la iniciativa que promueve la eutanasia y muerte digna en México
La activista e impulsora de la Ley, Samara Martínez, ha presentado una propuesta de reforma a la Ley de Salud para eliminar la prohibición en casos de enfermedad terminal o crónica, degenerativa y discapacitante


La Ley Trasciende, que promueve la eutanasia y muerte digna en México y es impulsada por la activista Samara Martínez, ha llegado a la Cámara de Diputados para iniciar su trámite legislativo. El martes 28, Martínez presentó la Ley en el Senado con más de 128.000 firmas que respaldan la legislación acompañada de activistas, y senadoras y senadores del Partido Acción Nacional (PAN), Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Y la llevó este miércoles ante la Cámara de Diputados con el mismo respaldo. “Como diputado federal de Morena, como sobreviviente de Ayotzinapa, (tienen) toda mi solidaridad para este esfuerzo colectivo, para Samara Martínez y para todas las personas que han estado luchando durante años por el derecho a morir con dignidad. Nos sumamos a este esfuerzo”, dijo Manuel Vázquez Arellano, legislador oficialista. “Ya no estamos en el México de hace 100 o 300 años, en donde los tabúes y las ideas se nos inculcaban a través del miedo, la ignorancia o la poca fraternidad”, dijo el martes la presidenta de la Comisión de Gobernación del Senado, Lilia Margarita Valdez Martínez.
La Ley Trasciende busca reconocer el derecho de una persona a decidir sobre el final de su vida: garantizar una muerte digna, sin sufrimiento innecesario, dar acompañamiento médico, ético y humano a pacientes y familias y dejar de criminalizar la compasión y convertirla en un derecho. La iniciativa está dirigida a quienes padezcan una enfermedad en etapa terminal o una enfermedad crónica, degenerativa y discapacitante.
De acuerdo con la iniciativa, para que el paciente pueda acceder al derecho a la muerte digna será necesario que sea mayor de edad, contar con dos dictámenes médicos coincidentes, que en pleno uso de sus facultades mentales exprese libremente su voluntad sobre la eutanasia ante notario público, una decisión que deberá ser reiterada al menos cinco días después.
Hasta el momento, el artículo 166 Bis 21 de la Ley General de Salud en México prohíbe la práctica de la eutanasia, entendida como homicidio por piedad, así como el suicidio asistido. La activista quiere derogar este artículo. “La Ley Trasciende no busca promover la muerte, busca humanizarla. Busca que ningún mexicano o mexicana tenga que morir sufriendo con dolor, con miedo, y sobre todo con agonía. Porque morir con paz también es un derecho”, dijo Martínez, durante la presentación en el Senado.
La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, Reyna Celeste Ascencio Ortega, pidió legislar con mesura ante un tema que requiere de un alto grado de responsabilidad. Según Celeste Ascencio, la discusión podría entenderse como una colisión de derechos humanos. “Por un lado, está el derecho a la vida y, por otro lado, se analizará introducir a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos el derecho a la muerte digna, bajo el entendido de que se honra el valor de la vida y dignidad de cada persona hasta el último instante”, dijo la senadora.
La activista Samara Martínez enfrenta una enfermedad renal en etapa terminal. Ha pasado por quimioterapias, trasplantes, diálisis y hospitalizaciones constantes. “No es un tema religioso ni político, es un tema de dignidad humana”, dijo la activista a este diario en septiembre de este año. “No quiero una agonía para mí, ni para mis padres, ni para nadie. Ver sufrir a un ser querido es devastador; es una carga psicológica, física y económica. Por eso creo que debería existir la posibilidad de decidir”.
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