Ir al contenido
_
_
_
_

El secuestro de un grupo de 12 personas en Puebla despierta las sombras del reclutamiento forzado en Teuchitlán

Al menos 10 de los jóvenes que eran originarios de Amozoc y habían respondido a un anuncio de trabajo ya han sido liberados

Operativo desplegado en Amozoc, el 6 de septiembre.
Micaela Varela

A seis meses del descubrimiento del rancho Izaguirre en Teuchitlán, donde el Cartel Jalisco Nueva Generación entrenaba a la fuerza a sus reclutas, la pesadilla ha extendido su sombra a otros casos de secuestro. La desaparición a mediados de agosto de un grupo de 12 jóvenes de Amozoc, en Puebla, ha recordado los métodos del crimen organizado, que localiza a sus víctimas a través de falsos anuncios de trabajo para obligarles a unirse a sus filas. Esta vez, la Fiscalía General de la República y del Estado han actuado con rapidez y al menos 10 de los muchachos han sido liberados, según confirmó este lunes Idamis Pastor Betancourt, fiscal general de Puebla.

Los jóvenes, 11 hombres y una mujer, eran todos originarios de un pequeño municipio a 18 kilómetros de la ciudad de Puebla. Desaparecieron entre el 10 y el 11 de agosto, según sus familiares, quienes aseguraron a los medios locales que habían salido de casa para acudir a una oferta de trabajo que encontraron en redes sociales en la que se les requerían acudir uniformados con camisetas blancas y pantalones negros. Cuando no regresaron, y con el recuerdo fresco de las montañas de zapatos que aparecieron en Teuchitlán de desaparecidos que también respondieron a una oferta laboral, las familias temieron lo peor y presentaron una denuncia ante la Fiscalía.

Detenidos e incautaciones del operativo en Amozoc.

Ante la tensión de que se repitiera el horror del rancho Izaguirre, las autoridades desplegaron un operativo a gran escala para encontrar a los poblanos. La fiscal del Estado ha detallado en rueda de prensa que se conformó una mesa de seguridad interinstitucional. En la operación participaron el gobernador de Puebla, la Secretaría de Seguridad Pública Estatal, la Secretaría de Seguridad Ciudadana Estatal, la Secretaría de Defensa, la Marina y la Guardia Nacional. Las fuerzas de seguridad se movilizaron por tierra y aire con el objetivo de cubrir todo el municipio de Amozoc. También realizaron cateos y detuvieron a 11 personas relacionadas con actividades de narcomenudeo.

La fiscal de Pueblo asegura que gracias a la presión por la presencia de los agentes, 10 de los jóvenes fueron liberados y han regresado a sus casas. No se han dado detalles sobre el paradero de los otros dos desaparecidos. La fiscal ha indicado que los liberados regresaron con las cabezas rapadas y que, mientras estuvieron cautivos, fueron sometidos a entrenamiento para realizar “actividades delictivas” tras ser reclutados a la fuerza. “Quiero decirles a los jóvenes que no se dejen engañar por falsas ofertas de trabajo, porque son mentira. Están buscando reclutarlos a través de engaños”, ha sentenciado.

Ese mismo mecanismo fue el que se utilizó para atraer a jóvenes a las filas del Cartel Jalisco Nueva Generación en Teuchitlán. El secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, detalló en su momento cómo identificaron 39 páginas web que se usaban para reclutar a personas a través de anuncios de trabajo con sueldos atractivos que resultaban ser un anzuelo. En el rancho Izaguirre, cuando los aspirantes llegaban engañados, eran sometidos a torturas y entrenamientos forzados para nutrir las filas del crimen organizado. Si se negaban o intentaban escapar, les asesinaban. Por su participación en ese campo de entrenamiento y exterminio, donde se hallaron huesos y ropa de desaparecidos, ha sido detenido el alcalde de Teuchitlán, José Ascensión Murguía, señalado de recibir dinero del cartel y ayudar en el reclutamiento. Otros 10 hombres han sido sentenciados por su participación en las operaciones. El horror de ese caso ha dejado su marca ante el miedo de que haya más casos y de que otros grupos criminales en otros Estados reproduzcan esos métodos para engordar sus filas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Micaela Varela
Es periodista de EL PAÍS en Ciudad de México. Nacida en Argentina y criada en Valencia, España. Graduada en la carrera de Periodismo en la Universitat Jaume I y máster de Periodismo en EL PAÍS. Escribe sobre derechos humanos, sociedad y cultura.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_