El director de Seguridad del INAH dimite tras el polémico cierre de varios museos por falta de personal de guardia
La policía auxiliar de la Ciudad de México se hará cargo de las labores de protección después de que el Gobierno confirmara “problemas” en la licitación a una empresa privada


El cuestionado cierre de varios museos por falta de personal de guardia se ha cobrado la primera dimisión. Pedro Velázquez, director de Seguridad del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), ha presentado su renuncia este lunes, cinco días después de que saliera a la luz que varios espacios dependientes de la institución no habían podido abrir sus puertas porque no podían garantizar la protección del acervo. “No se pondrá nunca en riesgo el Patrimonio nacional”, ha expresado la Secretaría de Cultura en un comunicado en el que aclaran que será la policía auxiliar de la Ciudad de México quien se hará cargo ahora de la seguridad, como había adelantado la presidenta, Claudia Sheinbaum. También se ha instruido iniciar los trámites administrativos necesarios para “la evaluación de cuerpos de protección homólogos en el resto del país”, según se lee en la nota.
El miércoles pasado, el Museo Nacional de Antropología de México recibió el premio Princesa de Asturias de la Concordia, un galardón otorgado por la monarquía española que buscaba encauzar y amansar a través de la cultura las recientes tensiones diplomáticas entre ambos países. El reconocimiento llegó en mal momento para el Gobierno mexicano, pues puso de nuevo en el foco público las fuertes carencias que padecen las instituciones culturales, que aquejan desde hace años recortes y falta de presupuesto público.
El día que el museo recibió el premio, sus puertas se encontraban cerradas a cal y canto, una ironía que no pasó desapercibida y que obligó a la mandataria a dar explicaciones durante su conferencia matutina. “Hubo un problema en el tiempo de adjudicación de la licitación que tuvieron en el INAH para la seguridad, y por esa razón se cerró; pero ayer vimos el tema y hablamos con Diego [Prieto, director del INAH], y de inmediato se abrieron”, justificó al día siguiente. Aparte de esta escueta declaración de la presidenta, poco más se ha conocido del asunto, sobre el que el director del INAH ha guardado silencio.

Este traspiés, sorteado con relativa rapidez, se suma en realidad a un historial de episodios similares. Las instituciones culturales no logran desprenderse de la sombra de falta de presupuesto que se cierne constantemente sobre ellas. Los trabajadores han denunciado en numerosas ocasiones las consecuencias de la insuficiencia de recursos, que también alcanzan a otras áreas, como la ausencia de equipos de limpieza. En 2023, los empleados del INAH acusaron el retraso en los pagos a proveedores y falta de recursos para la conservación de los museos. A finales de 2022, la empresa Servicios Especializados en Investigación y Custodia (SEICSA), encargada entonces de las labores de seguridad, también denunció retrasos de al menos tres meses en los pagos. Estos problemas comenzaron a detectarse, al menos, desde el inicio del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, quien bajo el principio de austeridad republicana recortó en más de 100 millones el presupuesto de Cultura.
La dimisión de Pedro Velázquez llega también envuelta en las sospechas de supuesto acoso sexual cuando trabajaba en el Instituto Nacional de Migración, donde se desempeñó como director de atención a trámites. Preguntada por ello durante la Mañanera del 6 de junio, la secretaria de Cultura, Claudia Curiel, detalló que lo había hablado con el director del INAH y que este le informó de que no había ninguna denuncia formal. “Sin embargo”, añadió, “sería importante que, si se conocen estos temas, vayan y se denuncie en las instancias correspondientes”.
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