La fiscal de Ciudad de México niega que las pruebas del asesinato de Ximena Guzmán y José Muñoz fueran manipuladas
La Secretaría de Seguridad suspendió a dos mandos policiales por el presunto “manejo indebido” de indicios en el caso de los colaboradores de Brugada y anunció una investigación interna “para deslindar responsabilidades”


La fiscal general de Ciudad de México, Bertha Alcalde Luján, ha negado este martes que las pruebas del asesinato de Ximena Guzmán y José Muñoz, ambos miembros del círculo de confianza de la alcaldesa capitalina, Clara Brugada, hayan sido adulteradas. La titular del Ministerio Público desmentía así un comunicado publicado el día anterior por la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) en el que confirmaba que había iniciado una investigación interna “para deslindar responsabilidades” ante las denuncias por “manipular indicios de manera indebida” por parte de los agentes encargados del caso. Además, dos mandos policiales fueron suspendidos, la jefa del sector Nativitas y su tercero en jerarquía, según confirmó la SSC a EL PAÍS.
Alcalde Luján se ha centrado en desmentir que los indicios pudieran haber sido adulterados más que en los policías suspendidos. Los asesinos de Guzmán y Muñoz dejaron varias prendas de ropa abandonadas en uno de los vehículos que utilizaron en su huida (dos coches y una motocicleta), en las que los forenses esperaban encontrar algún resto de ADN que los condujera a los autores materiales. Ya que usaron guantes durante el atentado, los peritos no han logrado hallar huellas dactilares ni en la moto ni en uno de los coches, el otro aún no ha sido localizado. Esas prendas de ropa, una de las escasas pruebas encontradas, son las que están en el punto de mira: la investigación interna se centra en dilucidar si hubo algún tipo de manipulación en su cadena de custodia, según fuentes cercanas a la investigación.
La fiscal capitalina ha negado esa posibilidad contundentemente: “No hay indicios de que haya habido manipulación o que pudieran estar involucrados [los dos policías suspendidos]. Como ya lo mencioné, estos indicios fueron entregados con sus debidas cadenas de custodia, y en condiciones para poder ser procesados a la Fiscalía”. Alcalde Luján no ha explicado por qué, si no han encontrado pistas que apunten a la contaminación de las evidencias ni a la implicación de los dos mandos de la SSC, el cuerpo policial ha iniciado una investigación interna. Sin embargo, la titular del Ministerio Público ha reconocido que “hubo retraso en la entrega de ciertos indicios, que están siendo investigados por parte de la Secretaría”.
La Fiscalía que dirige Luján tiene en su poder “todos los indicios identificados en el caso”, que “se encuentran asegurados”. “En relación específicamente sobre la investigación del homicidio de Ximena y José, decir que estamos avanzando en la investigación, en total coordinación con la Secretaría de Seguridad Ciudadana, con las instituciones de Seguridad Federal”, ha añadido.
Alcalde Luján ha respondido a los periodistas al finalizar una conferencia de prensa sobre “finanzas sanas” que ha dado este martes la alcaldesa de la capital, Clara Brugada. La jefa de Gobierno ha evitado hablar del doble homicidio —sí ha contestado a cuestiones sobre otros temas, como la reestructuración de mandos policiales en la ciudad o su programa de vivienda para jóvenes— y ha delegado en dos ocasiones en la fiscal para abordar las preguntas relativas al crimen. Guzmán y Muñoz formaron parte del equipo de Brugada desde sus años al frente de la alcaldía de Iztapalapa.
Una persona que ha estado en contacto estos días con los miembros del gabinete de Brugada destaca que tanto la alcaldesa como su círculo cercano se encuentran en estado de shock tras los atentados. Desde el asesinato, el martes pasado, la jefa de Gobierno ha evitado hablar de ello salvo que fuera necesario. El mismo día de los crímenes dio un breve discurso público condenando los homicidios. “Nos duele el alma“, alcanzó a decir en un mensaje posterior. “Sobre el tema que tiene que ver con las investigaciones, bueno ya informó la fiscal, pues siguen, y vamos a estar muy atentos a que continúe, y confiamos totalmente en las instituciones que están llevando a cabo estas investigaciones”, es lo único que ha aportado al respecto este martes.
Una banda de al menos cuatro integrantes planeó el crimen durante días. Sabían que cada mañana, sobre la misma hora, Guzmán recogía en su vehículo a Muñoz en el mismo punto de la calzada de Tlalpan. El martes pasado, un sicario esperó camuflado entre la multitud y el tráfico. Primero llegó Guzmán en su coche. El gatillero se acercó, rondó el vehículo, en algún momento se puso frente al parabrisas y fingió pedir un taxi. Aguardó a que Muñoz llegara y, cuando abordó el automóvil, descerrajó doce tiros calibre nueve milímetros contra ambos. Cuatro acabaron en el cuerpo de él, ocho en el de ella.
Huyó de la escena del crimen en una moto que abandonó metros después. Ahí lo recogieron sus tres cómplices en un coche azul con el que pusieron rumbo a la alcaldía de Iztacalco, donde lo desecharon. Abordaron un tercer vehículo, una camioneta gris, y con ella dejaron atrás la Ciudad de México por el oriente y se internaron en el Estado de México. No se conocen sus identidades, tampoco quién dio la orden de asesinar a Guzmán y Muñoz. No se encontraron huellas dactilares porque utilizaron guantes y el crimen estuvo planeado con tal cuidado que las únicas pruebas que hay al respecto son los videos de seguridad de la capital, la moto y el coche. De momento, no ha habido suerte en el hallazgo de ADN.
Guzmán y Muñoz no eran perfiles mediáticos ni conocidos por el gran público, pero sí dos personas de gran influencia política por su cercanía a Brugada. Ella, como su secretaria particular, él, como su asesor. Los investigadores todavía no descartan ninguna línea de investigación y el móvil no está claro. Alcalde Luján ha pedido paciencia: “Este es un caso que, por su nivel de complejidad, requiere actos de investigación especializados, que se están llevando a cabo, pero que requieren tiempo”. También discreción: “Decir que estamos haciendo una investigación exhaustiva, muy minuciosa, como ya lo decía, pero es fundamental que estos temas continúen en sigilo”.
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