Cómo poder ahorrar en la vuelta al cole en la compra del material escolar
Comparar precios, planificar con tiempo sabiendo qué se necesita y reutilizar libros de texto son algunas prácticas que pueden reducir en más de un 20% un gasto que es previsible

Tras dos meses de vacaciones donde se suele gastar más de lo habitual, bien porque se viaja y gasta lo ahorrado o porque se tira de tarjeta de crédito, muchas familias pueden tener un problema de liquidez o, lo que es peor, de endeudamiento para enfrentar la vuelta al cole y el gasto que conlleva. Para que esto no suceda se pueden llevar a cabo pequeños actos y previsiones haciendo que el gasto baje considerablemente.
“Tras cinco años con una inflación acumulada del 2,2%, según datos del Instituto Nacional de Estadística, muchas familias notan que el dinero ya no cunde igual”, explica Richard Gracia, experto en inversión y finanzas personales y autor de El Método RICO: La guía definitiva para conseguir éxito y dinero. “Libros, uniformes, material escolar, actividades extraescolares, el coste puede ir fácilmente de los 400 a 2.200 euros por hijo, dependiendo del centro escolar", según datos de la OCU.
A eso se suma una realidad incómoda, según señala Gracia: “La mayoría de padres y madres esperan hasta el último momento para comprar, justo cuando los comercios suben precios, sabiendo que la demanda está garantizada”. El experto señala que el motivo principal de este comportamiento es la falta de previsión: “Muchas familias concentran todos los gastos en agosto o septiembre, justo cuando además regresan de vacaciones, otro periodo que suele generar gastos extra y tensión financiera”.
Este experto sostiene que otro error frecuente es no comparar precios ni planificar las compras con tiempo: “Si se llega tarde, es difícil mirar con calma y aprovechar las mejores ofertas. Hacer una lista detallada de lo que se tiene o no, y en qué estado está para evitar compras duplicadas, evita gastos innecesarios”. Además, aconseja también revisar antes de que llegue septiembre cómo está el presupuesto familiar y calcular cuánto se puede destinar a esos gastos escolares sin recurrir al crédito y, una vez hecho esto, valorar qué partidas que no son necesarias —como el ocio, comidas fuera de casa, suscripciones, caprichos, etcétera— se pueden eliminar.

“Otra recomendación es dividir las compras en tramos”, prosigue, “esto es que, si tienes semanas por delante, primero se adquiera lo urgente dejando lo demás para más adelante, cuando puedas cazar mejores precios y, sobre todo, siempre pensar a futuro, es decir, anticiparse o lo que es lo mismo, ahorrar para tener el fondo de gasto de la vuelta al cole”.
“La vuelta al cole es un gasto como el IBI, como la hipoteca o el alquiler, es decir, es fijo, previsible, sabemos que va a suceder”, recuerda por su parte el economista Rubén de Gracia. “Conviene aplicar el principio del preahorro, apartando cada mes una pequeña cantidad destinada exclusivamente a este fin. Lo ideal es transferirla a una cuenta separada o hucha digital, de forma que ese dinero no esté disponible para el uso diario y quede protegido. Así, cuando llega septiembre, no hay que improvisar”, agrega.
Además, aconseja también adelantar las compras todo lo posible: “Muchos artículos escolares (mochilas, zapatillas, estuches, etcétera) suben de precio en agosto, cuando la demanda se dispara. Aprovechar las rebajas de junio o comprar en tiendas online fuera de temporada puede suponer un ahorro del 20 al 30%, especialmente si se actúa con previsión y, por supuesto, comparando precios en aplicaciones como Chollómetro o Idealo, que permiten detectar promociones en tiempo real”.
Familia numerosa y aprender a ahorrar
Elena Labarga es pediatra en un centro de salud de la Comunidad de Madrid y madre de 8 hijos, con edades entre los 3 meses y los 15 años. Su marido, también médico en la Seguridad Social, y ella son expertos en hacer grandes malabarismos con los ingresos que entran en casa y ofrece unas pautas que en su familia se aplican para poder ahorrar lo máximo posible. “Es fundamental, lo primero, ser ordenado y tirar cuando acaba el curso lo que está roto y ya no sirve, guardando para el curso siguiente todo lo que se pueda aprovechar. Esto conviene hacerlo en junio para saber qué vamos a necesitar comprar en septiembre, apuntarlo y ceñirse a esa lista”. “No es necesario”, continúa, “comprar cada curso un estuche nuevo, primero por ahorro y porque es bueno enseñar a los niños a cuidar de las cosas y usarlas hasta su final. Y, por supuesto, hay que intentar no comprar lo que está de moda, que suele ser más caro y, cuando pasan de moda, los hermanos más pequeños no los quieren utilizar. Por ejemplo, apostar por una mochila de color neutra y lisa y no con el dibujo animado que está de moda”, explica.
Hay programas públicos como ACCEDE (Programa de Préstamo de Libros de Texto de la Comunidad de Madrid que desarrolla la Ley de Gratuidad de los Libros de Texto y el Material Curricular de la comunidad), según informa Labarga, que es un sistema de préstamo de los libros de texto y material curricular que se devuelve al finalizar el curso y que, por eso, hay que cuidar; “lo que también es bueno para ellos”. “Forrarlos y poner pegatinas con el nombre que se puedan quitar y cuidarlos para poder pasarlos a los siguientes hermanos”, recomienda.
Para los niños que lleven uniforme, es importante “cuidarlos bien para que puedan heredarlos los hermanos. Otra opción es comprar de segunda mano o, si hay en el colegio, un uniforme solidario o que hayan donado otras familias. Esto excepto para el mayor, que conviene que sea nuevo para que pueda llegar bien a los siguientes”, sostiene esta madre. Y añade otro consejo: “Nosotros estamos siempre atentos a las ofertas y promociones y compramos en rebajas de invierno, normalmente una talla más grande para que se pueda guardar para el año siguiente, nunca compramos fuera de rebajas, salvo que sea estrictamente necesario”.
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