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Exámenes finales
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Claves para familias de adolescentes en época de exámenes para un fin de curso sin dramas

El lenguaje autoritario, las amenazas, los sermones o un control excesivo solo provocan en el joven una reacción defensiva. Este debe sentir que se valora su esfuerzo, más allá de las notas que obtenga

Claves para familias de adolescentes en época de exámenes: un fin de curso sin dramas
Sonia López Iglesias

Con la recta final del curso escolar a la vuelta de la esquina, miles de adolescentes se preparan para afrontar una de las etapas más exigentes, intensas, agobiantes y decisivas del año académico: los exámenes finales. Unas pruebas que no solo determinarán en muchos casos sus calificaciones finales, sino que también pondrán a prueba su capacidad de organización, concentración, esfuerzo y gestión emocional.

Este periodo no solo implica largas horas de estudio y repaso, sino también una gran carga emocional, marcada por la presión, la incertidumbre y, en muchos casos, el miedo al fracaso. Para los jóvenes estudiantes, representa una prueba de conocimientos acumulados a lo largo de meses; para las familias, una oportunidad para brindar apoyo, comprensión, motivación y herramientas que le ayuden a atravesar este momento de forma saludable y positiva.

Durante esta época escolar, muchas familias con hijos adolescentes experimentan en casa un aumento de los conflictos y malos entendidos. La presión por obtener buenos resultados puede generar en el adolescente ansiedad, irascibilidad y que sus emociones estén a flor de piel. Bajo presión, su cerebro está mucho más sensible y reacciona de forma impulsiva ante el estrés y muestra más dificultades para organizar las tareas de forma efectiva. Esto puede traducirse en olvidos, bloqueos mentales, cambios de humor o una sensación de desbordamiento que le impide rendir de acuerdo con su verdadero potencial.

La sobrecarga académica y la falta de motivación le pueden provocar una sensación de frustración y cansancio que afecte tanto a su rendimiento como a su bienestar emocional. Cuando las exigencias se acumulan y no perciben un propósito claro en lo que hacen, muchos jóvenes se sienten desbordados, desanimados e incluso incapaces de afrontar sus responsabilidades escolares. Esta combinación de presión externa y desmotivación interna puede traducirse en falta de concentración, apatía e incluso síntomas físicos como dolores de cabeza o trastornos del sueño.

El lenguaje autoritario, las amenazas, los sermones o un control excesivo por parte de los padres solo provocan en el adolescente una reacción defensiva. Lo que menos necesita en este momento tan complejo es sentir que sus progenitores le agobian o desconfían de su capacidad.

Además de soluciones y consejos, el adolescente necesita simplemente que alguien le escuche con atención y sin interrupciones.

En cambio, lo que más le ayudará es saber que cuenta con un entorno que le apoya, le comprende y confía en él, incluso cuando los nervios o la inseguridad amenacen con desbordarlo. Sentirse acompañado sin ser juzgado le permite relajarse, expresar lo que siente y enfrentar los retos con mayor fortaleza. Saber que sus emociones son válidas y que sus progenitores están ahí no para presionarlo, sino para sostenerlo y ayudarle, puede convertirse en un factor clave para su equilibrio emocional. Esta seguridad afectiva no solo contribuye a un mejor rendimiento académico, sino que también fortalece su autoestima, su autonomía y su capacidad para manejar la frustración y el estrés.

Claves para apoyar a un adolescente en la recta final del curso

Acompañar a un adolescente en la recta final del curso implica mucho más que supervisar el estudio o exigir rendimiento. Supone crear un entorno de apoyo, confianza y escucha activa que le permita afrontar este periodo con seguridad y equilibrio. Las calificaciones son importantes, pero aún más lo es el vínculo familiar que se refuerza en momentos de presión. Los exámenes terminan, pero las herramientas emocionales y el respaldo recibido perduran y fortalecen su desarrollo personal y emocional.

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Sobre la firma

Sonia López Iglesias
Psicopedagoga, maestra y conferenciante. Especialista en educación emocional, comunicación y adolescencia. Colaboradora en diferentes portales educativos y en Club de las Malasmadres como experta en educación. Autora del libro 'El privilegio de vivir con un adolescente' (2023).
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