Ir al contenido
_
_
_
_

Alemania acusa a Rusia de un gran ciberataque y convoca al embajador ruso en Berlín

El Ministerio de Exteriores atribuye a Moscú una campaña de desinformación para influir en las elecciones generales de febrero

Alemania ciberataque

El Gobierno alemán acusa a Rusia de un gran ciberataque y de una campaña de desinformación durante la campaña electoral de los pasados comicios generales de finales de febrero. Por este motivo ha convocado al embajador ruso, Sergei Netschajew, al Ministerio de Exteriores en Berlín, según informó hoy un portavoz de ese departamento.

Según el Ministerio de Exteriores alemán, hay pruebas de que Moscú influyó en las elecciones. “Rusia está amenazando de manera concreta nuestra seguridad”, declaró el portavoz, que explicó que el objetivo de las actividades rusas es dividir a la sociedad alemana y debilitar la confianza en las instituciones locales. El portavoz añadió que el Gobierno alemán, en coordinación con sus socios europeos, “tomará una serie de contramedidas para que Rusia pague un precio por sus acciones híbridas”. Según sus propias declaraciones, el Gobierno federal lleva tiempo observando un aumento de ese tipo de amenazas por parte de Rusia.

Por un lado, Alemania acusa a Rusia de llevar a cabo un ciberataque contra el control del tráfico aéreo alemán en agosto de 2024 que, según sus datos, puede atribuirse claramente al grupo de hackers ruso Fancy Bear. “Nuestra información de inteligencia demuestra que el servicio secreto militar ruso GRU es responsable de este ataque”, afirmó el portavoz. Un ataque como este puede tener graves consecuencias, ya que los controladores del servicio alemán de control del tráfico aéreo supervisan los centros de control de radar y se aseguran de que siempre haya una distancia de seguridad suficiente entre las aeronaves.

Junto con este ciberataque, el portavoz destacó también que ahora se puede afirmar con certeza que Rusia ha intentado, mediante la campaña “Storm 1516”, que se lleva a cabo desde 2024, “influir y desestabilizar tanto las últimas elecciones al Bundestag (Parlamento alemán) como, de forma continuada, los asuntos internos de la República Federal de Alemania” y agregó que existe “información fiable” de que detrás de ello se encuentran organizaciones apoyadas por el servicio de inteligencia GRU. El portavoz añadió que Alemania condena la actuación de Rusia y está tomando medidas para contrarrestarla.

La campaña “Storm-1516” es una de las peores fuentes de desinformación en la red, incluso para los estándares rusos, según el portavoz alemán. Durante la pasada campaña electoral, difundió vídeos con graves mentiras a través de sus numerosas páginas web falsas. Estos vídeos estaban dirigidos principalmente contra los conservadores y los Verdes.

Dos días antes de las elecciones anticipadas del pasado 23 de febrero, el Gobierno alemán informó de que las autoridades de seguridad alemanas tenían indicios de que los vídeos falsos aparecidos sobre supuestas manipulaciones en las papeletas electorales formaban parte de una campaña de desinformación rusa. En esos vídeos se afirmaba que los documentos del voto por correo habían sido manipulados para que no apareciera en las papeletas el partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD).

Según informó la publicación alemana Der Spiegel, en uno de los vídeos también aparecía un supuesto médico que afirmaba que el entonces candidato de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y ahora canciller, Friedrich Merz, había sido tratado años atrás en una clínica alemana por graves problemas psíquicos para lo que mostraban historiales médicos falsos. En otra página se inventaron un escándalo de corrupción de cien millones de euros en el que también estaban implicados políticos ucranios, atribuido al entonces candidato a la Cancillería por los Verdes, Robert Habeck.

Los servicios de inteligencia alemanes llevan tiempo advirtiendo del aumento y de la agresividad de las actividades rusas contra Occidente. Ya en octubre, en una audiencia pública en el Parlamento alemán, el presidente del Servicio Federal de Inteligencia de Alemania (BND), Martin Jäger, declaró que “en Europa reina en el mejor de los casos una paz fría, que en cualquier momento puede dar paso a enfrentamientos calientes”.

En su opinión, Rusia está poniendo a prueba “los límites” de los países europeos y persigue ampliar su zona de influencia hacia Occidente y hacer que Europa dependa económicamente de él. “En caso de duda, Rusia no dudará en entrar en un conflicto militar directo con la OTAN”, afirmó. Asimismo, indicó que Rusia “no conoce límites” a la hora de imponer sus propios intereses y citó como prueba de ello los intentos de Moscú de manipular las elecciones y la opinión pública, así como la difusión de desinformación.

El grupo de hackers ruso Fancy Bear es un viejo conocido de las autoridades de seguridad alemanas. El pasado mes de mayo, el Gobierno alemán informó de actividades cibernéticas rusas dirigidas en particular contra empresas occidentales de logística y tecnología. También indicaron que las más afectadas eran las empresas que participan en el envío de ayuda humanitaria a Ucrania.

Según el Gobierno alemán, los responsables de los ataques son la unidad 26165 del servicio secreto militar ruso GRU y el grupo cibernético asociado APT28, también conocido como Fancy Bear, Sofacy, Forest Blizzard y otros nombres. “Esta unidad, activa en el ciberespacio desde 2004, es especialmente conocida por sus ciberataques a objetivos políticos, como al Parlamento alemán (en 2015), al Partido Demócrata de EEUU (en 2016) o al Partido Socialdemócrata Alemán (en 2023)”, escribieron en un comunicado.

Las autoridades alemanas explicaron entonces que para obtener el acceso inicial, APT28 recurre a diferentes métodos. En 2023, los objetivos alemanes fueron atacados, en particular, aprovechando una vulnerabilidad crítica en Microsoft Outlook y mediante correos electrónicos de spear phishing (mensajes extremadamente personalizados para hacer creer a la víctima que se trata de alguien de confianza). En 2024, los ataques contra Alemania se centraron en ataques de fuerza bruta, que es como se conoce al intento de adivinar los datos de acceso legítimos probando un gran número de combinaciones posibles.

Los ciberataques sirven para espiar nodos de infraestructura como aeropuertos, puertos marítimos, líneas ferroviarias y pasos fronterizos. Para ello, la unidad 26165 del GRU infiltró, por ejemplo, cámaras IP en lugares determinados de Ucrania y sus países vecinos para observar y rastrear los envíos de ayuda humanitaria y así facilitar presuntos ataques de sabotaje.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Almudena de Cabo
Ha desempeñado la mayor parte de su carrera como corresponsal en Alemania, país al que llegó en 2007 y donde ha trabajado para medios como la Agencia Alemana de Prensa (DPA), TVE o El Correo. Vivió varios años en Londres, donde trabajó para BBC Mundo antes de regresar a Berlín en 2024. Desde entonces escribe sobre Alemania en EL PAÍS.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_