El Reino Unido, Francia y Alemania arropan a Zelenski frente a la presión de Trump por cerrar un acuerdo de paz

El primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, ha recibido este lunes en Downing Street al presidente de Francia, Emmanuel Macron; al canciller alemán, Friederich Merz; y al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski. El Gobierno británico ha sido muy hermético a la hora de definir el contenido de una reunión que estará centrada en las negociaciones en torno al plan de paz presentado por Washington, “y en los siguientes pasos” que deben producirse.

Las tres naciones que más contribuyen al presupuesto de la OTAN, después de Estados Unidos, quieren un papel más relevante de Europa en la decisión final sobre el futuro de Ucrania, y han expresado sus recelos ante el primer borrador de 28 puntos presentado por la Administración de Donald Trump en noviembre, que planteaba un resultado del conflicto ampliamente favorable a Moscú.

Merz, Starmer y Macrón han querido comparecer ante las cámaras junto a Zelenski para expresar un rotundo mensaje de apoyo a Ucrania. “Todos sabemos que el destino de tu país es el destino de Europa”, ha dicho el canciller alemán, el más duro de los tres líderes a la hora de valorar el estado actual de las negociaciones. “Soy escéptico respeto a algunos de los detalles que estamos viendo de los documentos que vienen del lado estadounidense, pero tenemos que hablar de ello, y por esto estamos aquí”, señalaba Merz.

A la propuesta de noviembre, muy inclinada hacia las pretensiones de Putin, siguió otra forjada en Ginebra por delegaciones de Estados Unidos, Ucrania y Europa, en la que se planteaban términos más favorables a los intereses de Kiev, que de nuevo irritaron al Gobierno de Vladimir Putin y derivaron en un bloqueo de las negociaciones.

La reunión posterior entre el enviado especial de Trump, Steve Witkoff, y el propio Putin, que se celebró en Moscú y duró cinco horas, no produjo ningún avance significativo.

Zelenski llega a Downing Street después de tres días de conversaciones en Miami entre Witkoff, y el negociador ucranio, Rustem Umerov. “La misión primordial del equipo ucranio era obtener información completa por la parte de los estadounidenses sobre la conversación en Moscú, así como sobre todos los borradores manejados, para poder discutirlos con el presidente de Ucrania”, ha explicado Umerov en la red social X.

Los detalles del plan propuesto en Miami no se han hecho públicos, pero el presidente estadounidense volvió este domingo a expresar su “decepción” con Zelenski, al que acusó de no haber leído el borrador. “A su gente le encanta”, aseguró Trump. El presidente ucranio se ha limitado a contestar que necesitaba escuchar cara a cara y en persona la información de sus negociadores.

“Tenemos que lograr en esta reunión una unión entre Europa y Ucrania, pero también entre Ucrania y Estados Unidos, porque hay cosas que no podemos gestionar sin los estadounidenses y otras en las que Europa es necesaria. Necesitamos tomar decisiones importantes”, decía Zelenski en Downing Street.

Los dos aspectos más complicados de negociar serían las posibles concesiones territoriales (Rusia reclama Donbás, en el este de ucrania, y “Nueva Rusia”, el término acuñado por el Kremlin para la región que comprendería zonas del sur de Ucrania, hasta la provincia de Odesa) y las futuras garantías de seguridad, para prevenir un nuevo ataque de Moscú.

“Hay visiones diferentes por parte de Estados Unidos, Rusia y Ucrania. No tenemos una visión unificada respecto al Donbás”, ha dicho Zelenski a la agencia Bloomberg pocas horas antes de su llegada a Downing Street. El presidente ucranio ha señalado además que su Gobierno persigue un acuerdo separado respecto las garantías de seguridad, del que aspira que Washington forme parte.

El primer ministro Starmer, que de nuevo ha desplegado en Londres alfombra roja para recibir a Zelenski, incidía también en ese aspecto. “Es importante recalcar que este conflicto dura ya casi cuatro años, que Rusia es el país agresor, y que por tanto, si va a haber un alto el fuego, debe ser justo”, ha dicho a la agencia PA News. “Putin no respeta acuerdos que no sean respaldados por garantías de seguridad inflexibles, así que nos centraremos en eses aspecto”, ha adelantado el líder británico.

Starmer ha reunido a los dos líderes europeos y al ucranio en un momento crucial, cuando el Gobierno de Trump vuelve a dar señales de querer desentenderse del conflicto. La Estrategia de Seguridad Nacional publicada por Washington la semana pasada, con duras críticas hacia Europa y no tantas hacia Rusia, ha supuesto un nuevo jarro de agua fría en las relaciones trasatlánticas. Hasta el punto de que parte del encuentro de este lunes en Londres tiene que ver con la inesquivable decisión que deben tomar los líderes europeos, entre intentar una vez más atraer a Washington o comenzar a apoyar en solitario a Ucrania.

“Tenemos buenas cartas en nuestra mano. Hemos financiado a Ucrania para la obtención de equipamiento y está resistiendo, mientras la economía rusa está comenzando a sufrir por nuestras sanciones y las de Estados Unidos”, ha dicho Macron. “Creo que el principal asunto ahora es la convergencia entre nuestras posiciones comunes, entres europeos, ucranios y estadounidenses, para finalizar estas negociaciones de paz y entrar en una nueva fase en la que Ucrania esté en las mejores condiciones posibles”, resumía el presidente francés.