La hija del mentor político de Putin tramita la residencia en España
Ksenia Sobchak, figura controvertida para la oposición rusa, ha solicitado un permiso como nómada digital para su familia


Ksenia Sobchak, presentadora, influencer y polémica política, hija del hombre que apadrinó a Putin en las altas esferas y supuestamente crítica con un régimen que al mismo tiempo la ha protegido hasta ahora, tramita actualmente la residencia en España para ella y para su hijo. Según ha confirmado EL PAÍS, Francia concedió a Sobchak un visado de cinco años de duración que le permite viajar por el espacio Schengen y la influencer se ha trasladado a España para solicitar la residencia fija en el país.
Un canal de noticias en Telegram, Zhaba i Gadyuka, adelantó este jueves que Sobchak, de 43 años, habría obtenido un permiso de nómada digital de tres años para teletrabajar desde España como empresaria individual. Sin embargo, otras fuentes han aclarado a EL PAÍS que la solicitud de la política rusa sigue siendo tramitada todavía.
Este diario ha intentado, sin éxito, contactar con Sobchak. La última mención de la influencer sobre España tuvo lugar este mismo jueves. La presentadora contó a los 1,1 millones de seguidores de su canal de Telegram Krovávaya Bárynya [Dama sangrienta, en ruso] la historia de una banda que ha robado más de 1.100 sillas en restaurantes españoles. “Supongo que ahora estarán EN LA CÁRCEL”, manifestaba.
La hija menor de Anatoli Sobchak, el alcalde de San Petersburgo que ejerció como mentor político de Putin en la década de los noventa y que falleció en el año 2000, no figura en ninguna lista de sanciones por la invasión de Ucrania. Sin embargo, es una figura controvertida para la oposición real rusa.
A diferencia del resto de opositores y medios de comunicación independientes, ni Sobchak ni su medio Ostorozhno, Novosti, con más de 1,6 millones de suscriptores en Telegram, han sido declarados agentes extranjeros o proscritos como “extremistas” por las autoridades rusas pese a disentir del Gobierno en ocasiones durante estos casi cuatro años de guerra.
El 24 de febrero de 2022, el día que comenzó la invasión de Ucrania, Sobchak denunció públicamente la ofensiva desatada por Putin. “Los rusos seguiremos lidiando con las consecuencias de este día durante muchos años. De ahora en adelante solo creeré en el peor escenario. Aunque siempre he sido optimista. Aunque todos los que quedan en Rusia ahora son optimistas. Los pesimistas se fueron hace mucho”, dejó escrito en sus redes sociales con un fondo negro como imagen.
En pleno auge de popularidad de uno de los principales líderes de la disidencia, Alexéi Navalni, Sobchak se presentó como candidata crítica con Putin en las elecciones presidenciales rusas de 2018. La propaganda mostró a la política como una alternativa de la oposición, a diferencia de otros candidatos claramente próximos al Kremlin, y explotó su participación para revestir de legitimidad los comicios. Sin embargo, las autoridades vetaron al mismo tiempo la postulación de Navalni.
Putin se adjudicó en aquellas elecciones un 77,5% de los votos frente al 1,7% que se apuntó Sobchak. La oposición rusa, desde Navalni a los disidentes en el exilio, calificaron el proceso como una “farsa” y acusaron a la política de haber sido utilizada por Moscú para mostrar una falsa alternancia al poder.
Sobchak también protagonizó otro escándalo en los primeros meses de la guerra. Tres empleados de su grupo mediático fueron detenidos en octubre de 2022 bajo la acusación de intentar extorsionar al jefe de la corporación estatal de la defensa rusa Rostec, Serguéi Chémezov, y la presentadora se marchó temporalmente a Lituania gracias a que había obtenido meses antes la nacionalidad israelí. Sobchak volvería a Rusia días después pidiendo perdón y los detenidos fueron condenados a siete años de prisión en 2024.
La presentadora se vio envuelta además en otra polémica durante las Navidades de 2023. La filtración de varias imágenes de la fiesta Casi desnudos, de la influencer Nastia Ivleyeva, provocó una ola de críticas del ultranacionalismo ruso contra el sector liberal por su estilo de vida en mitad de la guerra. A diferencia de otros participantes, Sobchak, protagonista de muchas fotos, salió indemne de la polémica. La organizadora del evento, en cambio, perdió todos sus patrocinadores y tuvo que hacer giras por territorio ocupado para pedir perdón, igual que el cantante Filipp Kirkórov. El rapero Vacio, vestido solo con un calcetín, huyó de Rusia tras recibir una notificación para alistarse en el ejército.
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