Todos los documentos judiciales del caso de violencia machista de Lecquio sobre Dell’Atte
Cinco archivos y dos sentencias que confirman el relato de la exmodelo sobre las agresiones del que fue su pareja


Antonia Dell’Atte fue entrevistada por este periódico el 12 de octubre y detalló la violencia machista que sufrió por parte del que fue su marido, Alessandro Lecquio. Este fue despedido, pero llevaba más de tres décadas en televisión, protegido por colegas e industria, que no dieron credibilidad a lo que Dell’Atte contó desde el principio. La acusaron de “mentir” o de “manipular” documentos. También la tildaron de “loca” o “despechada”. Otros la siguen cuestionando, pese a que la Justicia falló hace dos décadas que no mentía al llamarlo maltratador y que no había manipulado ningún documento.
“Si cuatro jueces y dos órganos judiciales dijeron en 2008 a la vista de las pruebas y documentos que Antonia Dell’Atte no calumnió a su exmarido ni falsificó ningún documento ni denuncia, no parece serio hacer declaraciones que digan lo contrario 17 años después”, reflexiona, contactado por este periódico, el actual abogado de la exmodelo, Ángel Galindo, que recibió el caso de manos de la que fue su letrada hasta que se jubiló, Cristina Almeida. Las pruebas y documentos que forman parte del procedimiento ―abierto en 2004 en el Jugado de Instrucción número 35 de Madrid y cerrado en 2008 en la Audiencia Provincial―, están desde entonces en el Archivo Judicial de Alcalá de Henares.
Aquí, esos archivos, a los que EL PAÍS ha tenido acceso.
La denuncia por malos tratos, marzo de 1991
El 9 de marzo de 1991 a las 16.45 horas de la tarde Antonia Dell’Atte acudió a la comisaría de Chamberí, en Madrid, para denunciar a Alessandro Lecquio di Assaba “por abandono de familia y malos tratos físicos y psíquicos”. El atestado recoge que esa mañana, a las 8.30, Dell’Atte encontró a Lecquio, que según explicaba en el atestados apenas pasaba ya por casa, embalando muebles y con un camión de mudanzas en la puerta.

En el documento se lee que cuando ella le pregunta qué pasa, “este, lejos de darle ninguna explicación, ha comenzado a insultarla y amenazarla con agredirla, hecho que ha realizado en diversas ocasiones, si bien nunca llegó a denunciarle”; que “teme que su marido tome represalias contra ella, ya que es muy violento y tiene conocimientos de artes marciales”; y que “todos estos hechos han causado mella en su hijo de corta edad lo que le ha provocado trastornos psíquicos por el mal comportamiento de su padre”. Clemente, su hijo, tenía entonces tres años.
La querella por calumnias, enero de 2004
El 3 de enero de 2004, Alessandro Lecquio interpuso una querella contra Antonia Dell’Atte por calumnias por las declaraciones que hizo en el programa A tu lado (Telecinco), el 26 de septiembre y el 2 de octubre de 2003. Entre otras, ”he vivido un total infierno” o “puedo seguir diciendo que es un maltratador”.
La querella incluye que la exmodelo “jamás interpuso una denuncia por malos tratos ya sean físicos y psíquicos” aunque sí por “amenazas, injurias y delito de impago de pensiones y abandono de hogar”; que se “dictó Auto de Sobreseimiento Provisional con fecha 23 de abril de 1991″; y que hubo “diversas circunstancias” que hacían que esas declaraciones fueran “de una severa y alarmante gravedad”. Entre ellas, que fueron “repetidas hasta lograr que las mismas hayan calado en el conocimiento y la conciencia del público en general”.
La declaración de Dell’Atte, febrero de 2004
Después de esa querella, Dell’Atte fue llamada a declarar. Lo hizo en Barcelona, el 26 de febrero de 2004, ante el Juzgado de Instrucción número 30 y junto a su abogada, Cristina Almeida. Explicó que no recordaba las palabras exactas que había dicho, pero que “el fondo” era “cierto”. También que no recurrió el sobreseimiento porque “se había llegado a un acuerdo en los trámites de separación e implícitamente se hizo hincapié en que se retirara la denuncia”.

Y a esa declaración, Dell’Atte aportó, como pruebas, varias cartas que Lecquio le había escrito “firmadas de su puño y letra” en las que reconoce “los insultos, las agresiones, las bofetadas y todo lo que consta en las mismas”.
Las cartas de Lecquio a Dell’Atte
Son seis cartas de las que se adjunta copia, debidamente traducidas por una intérprete jurada y autenticadas en notaría, y en las que Lecquio no solo reconoce la violencia, sino que la explica, y en parte la justifica. También le pedía perdón y que olvidara lo que acababa de pasar.
En esas cartas se leen extractos como este: “Antonia, amor mío he vuelto a hacerlo. Todos los esfuerzos que he hecho para contener mis estúpidos arrebatos han resultado vanos. ¿Qué hacer ahora? ¿Podrías perdonarme de nuevo? Quisiera que no hubiera ocurrido nunca más, que nuestra relación fuese virgen y no plagada de desaires, bofetadas, amenazas. Sin embargo, ha vuelto a suceder”. Esa carta acaba con un “te pido que olvides, tu Dado”.
En otra Lecquio escribe: “Mis reacciones tienen que interpretarse como reacciones de una persona locamente enamorada [...]. Prometo mejorar, seguro que lo que ha sucedido no volverá a ocurrir”. En una tercera dice: “Ahora me siento terriblemente culpable por haberte hecho sufrir en algún momento, quiero compensarte por haberlo soportado y disculparme por el mal que te he hecho. […] Te amo. Tu cruz y delicia. Dado”.
Y otro extracto aparece: “Antonia, me he vuelto a equivocar. Me he dejado llevar por los nervios. Te aseguro que no era mi intención y nunca lo será haceros daños a ti y a nuestro hijo. Te amo. Quisiera que tú olvides lo que ocurrió ayer noche. […] Te lo repito, olvida; yo, es cierto soy nervioso y algunas veces reacciono del peor modo posible. Estoy arrepentido”.
La declaración de Lecquio, abril de 2004
Tras la comparecencia de Dell’Atte, y con las cartas, el juez llamó también a declarar a Lecquio. Cuando “se le exhiben las copias autenticadas de las cartas [...] manifiesta que sin perjuicio de que ahora mismo no sabe cuál es el contenido concreto de cada una, sí es su letra, por lo que deduce que han sido escritas por él, a lo largo de su matrimonio, que terminó en 1991, que serán anteriores a esa fecha y que serán cartas de amor, supone”.

Pero una vez que el juez le lee el contenido de las cartas, Lecquió alega cuestiones como que “las peleas son recíprocas y se tiran mutuamente objetos” o “que hace muchos años y ya no puede recordar lo que dijo ni lo que pasó” o que “en la relación de pareja existen momentos desavenencia” y que “lo explica en todo caso en lo que denomina liturgia del amor”.

A continuación, se lee en ese documento, “quiere añadir que el objeto de su querella” fue porque Dell’Atte “falsificó la denuncia que ella le puso por abandono de hogar, diciendo que era una denuncia por malos tratos físicos, y que el declarante jamás ha sido denunciado por malos tratos físicos”.
Auto de sobreseimiento provisional, julio de 2004
El 30 de junio de 2004, el Juzgado de Instrucción número 35 de Madrid dictó sobreseimiento provisional tras escuchar a Dell’Atte, a Lecquio, y leer la documentación aportada porque encontró motivos suficientes para cuestionar que Dell’Atte hubiese mentido al decir que su ya exmarido la maltrató; y añadió que el hecho de que se hubiera sobreseído la denuncia por malos tratos no significaba que no hubiese delito, sino que esa decisión pudo “razonablemente vincularse” a que no encontrara suficientes pruebas en ese momento para seguir adelante, lo que pudo haber favorecido “a quien hoy es querellante”, es decir, a Lecquio.
Esas cartas que Dell’Atte pudo entregar como prueba en esta causa fueron encontradas después del divorcio, en uno de los pocos muebles que Lecquio dejó en la casa que compartían cuando se marchó.

Así, el juez falló que la “prueba de la excepto veritatis se considera suficiente para sobreseer la causa respecto del delito de calumnias”; que Dell’Atte no mentía al llamar a Lecquio maltratador. Y ordenó a la vez abrir “diligencias previas, para la instrucción del presunto delito de falsificación denunciado”, por la alusión de Lecquio a que Dell’Atte había falsificado el justificante de la denuncia contra él de 1991.
Auto de la Audiencia Provincial de Madrid, marzo de 2008
Lecquio recurrió esa decisión del Juzgado de Instrucción 35. Y el 7 de marzo de 2008, la Audiencia Provincial de Madrid, tras revisar la documentación aportada al caso, volver a tomar declaración a Antonia Dell’Atte y “a uno de los policías que intervinieron en la comisaría del distrito de Chamartín en la denuncia”, falló, de nuevo, a favor de la exmodelo.

“Si se contrastan los hechos denunciados en la copia de la denuncia con el mencionado justificante que tiene las alteraciones mencionadas en el informe pericial, lo consignado en este guarda estrecha relación con los hechos denunciados, por lo que no se ha producido mutación o alteración de la verdad alguna”. La Audiencia Provincial desestimó el recurso de Lecquio, y dio de nuevo la razón a Dell’Atte: ni había falsificado ningún documento ni mentía al llamarlo maltratador.
El teléfono 016 atiende a las víctimas de violencia machista, a sus familias y a su entorno las 24 horas del día, todos los días del año, en 53 idiomas diferentes. El número no queda registrado en la factura telefónica, pero hay que borrar la llamada del dispositivo. También se puede contactar a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y por WhatsApp en el número 600 000 016. Los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10. Si es una situación de emergencia, se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062). Y en caso de no poder llamar, se puede recurrir a la aplicación ALERTCOPS, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.
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