Cómo se gestó el despido de Lecquio, un hito televisivo contra el machismo
La entrevista de dell’Atte en EL PAÍS denunciando el maltrato de su exmarido provocó la caída del tertuliano, un hito en el reconocimiento de la violencia machista en la cultura popular


Durante 34 años, el tiempo que va desde que Antonia dell’Atte denunció hasta el pasado martes, la historia de Alessandro Lecquio se ha contado en los platós de televisión como escándalos y relleno de parrillas, pero nunca como un caso de violencia machista. Él ha vivido con un silencio protector a su alrededor, ella sin que el maltrato que había sufrido fuera tomado en serio. El domingo 12 de octubre, EL PAÍS publicó una entrevista a Dell’Atte en la que contaba cómo Lecquio la había maltratado durante los tres años que estuvo casada con él. En ese momento, una grieta se abrió en Mediaset, que después de un mes ha acabado por prescindir de uno de sus colaboradores estrella. Un movimiento impensable hace no mucho tiempo y que podría sentar un precedente para el reconocimiento de la violencia machista dentro de la cultura popular.
Y un precedente que se ha dado, además, con la “resistencia” que diversas fuentes apuntan que ha interpuesto Ana Rosa Quintana. “Estoy llorando. ¿Por qué tuve que pasar 35 años viendo a Lecquio en televisión atacando a otras mujeres?”, se preguntaba este jueves Dell’Atte. Este es el relato de cómo se gestó un despido histórico, e inédito, en la historia de la televisión en España.
Comenzó con aquella entrevista en este diario, aunque esa no era la primera vez que la exmodelo y presentadora hacía referencia a la violencia que el tertuliano de la cadena que pertenece a esa empresa, Telecinco, había ejercido sobre ella. Pero cuentan fuentes de ese ámbito que “el peso de un medio informativo como ese es el que es, no podían no hacer nada, supone una crisis”. La corporación se activó de forma inmediata. También la productora, Unicorn Content, propiedad de Ana Rosa Quintana y la que realiza el programa Vamos a Ver, donde Lecquio era colaborador.
Distintas versiones
Las versiones a partir de ese momento difieren según las fuentes. Sí hay una realidad que este periódico ha podido constatar, y es que desde el primer momento existe un contacto entre el abogado de Dell’Atte y Mediaset en el que la empresa italiana manifiesta su disposición a actuar frente al testimonio de la exmodelo. Apenas tres días después, se produjo una primera reunión “larga” en la que el letrado pudo explicar toda la cronología del caso judicial en torno a Lecquio y Dell’Atte que sirvió para que Mediaset conociera con detalle la historia.
En ese encuentro, el acuerdo entre el abogado de Dell’Atte y Mediaset es que este entregaría toda la documentación para que pudieran corroborar cada una de las cuestiones. Cuentan fuentes cercanas a la negociación que “desde el inicio” no hubo dudas “ni un solo segundo del testimonio de Antonia Dell’Atte”, y que la cuestión de ver los documentos era “una comprobación” que, como empresa, Mediaset necesita hacer “antes de tomar una decisión”.
Esos documentos eran la primera denuncia que ella interpuso contra él, en marzo de 1991, “por malos tratos físicos y psíquicos”, entre otras cuestiones, y que luego retiró porque, recuerda, era 1991, ella estaba sola en España, y nadie la conocía. Y más tarde la causa que Lecquio abrió contra ella en enero de 2004 por calumnias, después de que ella lo llamara “maltratador” en público, en varios programas.
Dell’Atte no mintió
Ella preparó su defensa con la abogada Cristina Almeida. Y ganó. El auto del juzgado número 35 de Madrid de julio de ese mismo año expone que la “exceptio veritatis se considera suficiente” para sobreseer la causa; es decir, que la declaración de Dell’Atte y las pruebas aportadas para ese juicio eran suficientes para demostrar que ella no mintió al calificarlo como maltratador. Él recurrió y después la Audiencia Provincial de Madrid volvió a ratificar lo que había fallado el juzgado.
Toda la documentación alrededor de esas cuestiones era lo que requería la empresa, Mediaset. Pero luego, por otro lado, estaba la productora, Unicorn, de Ana Rosa Quintana. Ella es una amiga muy cercana de Lecquio, madrina de su hija y alguien que “ha blanqueado el maltrato que ejerció y lo ha protegido a él”, ha recordado Antonia Dell’Atte este jueves al teléfono.
Esa productora, con la que este periódico se ha puesto en contacto y no ha querido contestar ninguna pregunta, reunió el lunes 13, el día después de que se publicara la entrevista a la exmodelo y musa de Armani, a los colaboradores de todos los programas, los de la mañana y los de la tarde, “para pedirles que no hablaran”, aseguran personas cercanas a ese entorno: que no aludieran a Lecquio, que no contestan a preguntas sobre la entrevista y que no hicieran referencia a la violencia que Dell’Atte había narrado con detalle. Para algunas de esas personas esto no supuso otra cosa que “lo que ha sido siempre, el silencio para protegerlo a él”.
Otras fuentes aseguran, sin embargo, que la motivación fue otra y que Mediaset y la productora decidieron, de forma común, no hablar del tema, pero no para proteger a Lecquio “sino para proteger a Dell’Atte”, porque, explican esas mismas fuentes, que a Mediaset “no le parecía justo” que él, colaborador de un programa, pudiese hablar cada día en ese plató sin que Dell’Atte estuviera delante para responder. Creen que, al final, “quien tiene un altavoz diario acaba ganando”, dicen refiriéndose a Lecquio, y “Mediaset prefirió que dejara de tratarse este tema como un mero contenido de prensa del corazón cuando no lo es”.
Y hay por último algunas otras fuentes que creen que han pasado ambas cosas, que “Mediaset quería actuar ya con prudencia respecto a este tema y que no se convirtiera en un circo”, que a la vez eso “le vino bien a Ana Rosa [Quintana] porque así ella podía seguir protegiendo a su amigo”, y que también ha tenido que ver la bajada en las audiencias.
En cualquier caso, ese mismo lunes, el 13 de octubre, Lecquio volvió a sentarse en Vamos a ver y habló escuetamente sobre la entrevista: “He derivado las afirmaciones de Antonia Dell’Atte a mi abogado para el tratamiento legal correspondiente”. Después, el plató quedó en silencio. Nadie dijo nada. Y entonces Lecquió añadió: “Ya está todo dicho. Lo demás, que lo resuelva quien deba”. Este jueves, tras su salida de la cadena, ni Ana Rosa Quintana ni ningún tertuliano han hecho referencia al asunto en Telecinco.
Lecquio siguió colaborando
Hasta su expulsión de la cadena, Lecquio ha seguido colaborando en el programa y siendo también objeto de las tertulias de otros espacios televisivos. En el suyo, sin que se tocara el tema de la violencia machista ejercida contra Dell’Atte. En el resto, sin que se tocara realmente con la perspectiva que requiere desde un punto de vista profesional.
A la pregunta de por qué no se despidió de forma inmediata a Lecquio, o se le cesó temporalmente mientras tomaban una decisión, no hay respuesta más allá de que las empresas requerían ver esa documentación de la que hay diversas fuentes que aseguran que “como mínimo, Ana Rosa Quintana era perfecta conocedora”, tanto de todos los episodios machistas como de los movimientos judiciales que habían existido. Pero coinciden en que dentro de ese mundo “nadie esperaba que hiciese nada hasta que no se viese contra las cuerdas”.
En todas estas semanas, mientras Mediaset tenía varios contactos más, telefónicos, con el abogado de Dell’Atte, para estar al tanto de las gestiones que se iban produciendo, varias voces afirman que Quintana “se resistía” a aceptar ninguna decisión que supusiera despedir a Lecquio, aunque también que “era consciente” de que ese momento iba a llegar.
Este pasado martes, el letrado consiguió el documento que faltaba y se lo envió a Mediaset, que lo revisó y organizó, en menos de 24 horas, una reunión con Unicorn para presentarle los archivos y acordar el despido de Lecquio. Esa reunión se produjo este miércoles por la tarde, “rapidísima”, aseguran fuentes cercanas a ese encuentro, y “100% consensuada”.
Rapidísima y consensuada, porque con los documentos que había delante “ya no había forma de que no se tomara la decisión de despedirlo”. A las seis y media de este miércoles, Lecquio, después de más de tres décadas, ya estaba fuera de Telecinco.
El teléfono 016 atiende a las víctimas de violencia machista, a sus familias y a su entorno las 24 horas del día, todos los días del año, en 53 idiomas diferentes. El número no queda registrado en la factura telefónica, pero hay que borrar la llamada del dispositivo. También se puede contactar a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y por WhatsApp en el número 600 000 016. Los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10. Si es una situación de emergencia, se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062). Y en caso de no poder llamar, se puede recurrir a la aplicación ALERTCOPS, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.
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