Israel se prepara para la liberación de los rehenes y ordena al ejército reducir la ofensiva en Gaza
La oficina de Netanyahu anuncia que aplicará la primera fase del plan de Trump tras la respuesta positiva de Hamás, pero al menos 20 palestinos han muerto bajo las bombas esta madrugada


Israel ha iniciado ya “los preparativos” para la aplicación del plan de paz de Donald Trump en Gaza, que empezará con la liberación de los rehenes israelíes por parte de Hamás, según ha anunciado este sábado en un comunicado la oficina del primer ministro, Benjamín Netanyahu. Su Gobierno ha ordenado, además, a las tropas que limiten su actividad en la Franja a “operaciones defensivas”, según la radio militar israelí, aunque esta madrugada han muerto al menos 20 personas, entre ellas varios niños, en nuevos bombardeos, según fuentes sanitarias gazatíes.
El viernes por la noche, la milicia palestina aceptó a grandes rasgos la propuesta de 20 puntos del presidente de Estados Unidos y la entrega de los últimos cautivos aún retenidos en la Franja desde hace dos años: 48 personas (solo 20 de ellas con vida).
“Tras la respuesta de Hamás, Israel se está preparando para la aplicación inmediata de la primera fase del plan del presidente Trump para la liberación inmediata de todos los rehenes”, dice el comunicado, de solo dos párrafos, de la oficina del primer ministro. El texto continúa: “Seguiremos colaborando plenamente con el presidente y su equipo para poner fin a la guerra de acuerdo con los principios establecidos por Israel, que son coherentes con la visión del presidente Trump”.
El segundo grupo armado palestino, la Yihad Islámica, se ha sumado este sábado a la respuesta de Hamás al plan de Trump, lo que despeja el camino para la entrega de esos rehenes, algunos de los cuales están en su poder. En un comunicado, esta otra milicia ha aclarado que la reacción de Hamás “representa la postura” del conjunto de las “facciones de la resistencia palestina” y ha sido fruto de consultas entre ellas.
La propuesta de 20 puntos de Trump para Gaza prevé la entrega inmediata, en un plazo de 72 horas, de los rehenes israelíes, el fin de los bombardeos y una retirada progresiva de las tropas de Israel, que mantendrían, no obstante, una presencia permanente en el perímetro del territorio. Un Gobierno tecnocrático palestino administraría los asuntos corrientes de la Franja, pero bajo la supervisión de un organismo internacional, presidido por el propio Trump y en el que también participará el ex primer ministro británico Tony Blair. El documento —que solo recoge un plazo concreto, el de la liberación de los secuestrados— obliga también a la milicia palestina a entregar sus armas.
En su respuesta, Hamás acepta la entrega de los rehenes pero pide “negociar los detalles” de esa operación y elude expresamente entrar en cuestiones espinosas como la tutela internacional de la Franja; no obstante, Trump la dio inmediatamente por buena. En un mensaje en su red social, Truth, aclaró que el grupo palestino “está listo para una paz duradera” e instó a Israel a “detener de inmediato” los bombardeos en Gaza para “poder sacar a los rehenes de forma segura”.
El foro que agrupa a las familias de los secuestrados se ha sumado este sábado a esa exigencia del presidente en un comunicado en el que afirma que “detener la guerra de inmediato es esencial para evitar daños graves e irreversibles a los rehenes” y hace un llamamiento a Netanyahu “para que inicie de inmediato negociaciones eficaces y rápidas para traer de vuelta a todos” los secuestrados.
También en su comunicado de respuesta, Hamás condiciona la liberación de los cautivos a que se den “las condiciones para el proceso”, que en el documento son la “suspensión de todas las operaciones militares, incluidos los bombardeos aéreos y de artillería”.
El presidente había impuesto en esa misma jornada a la milicia un ultimátum, que expiraba mañana domingo a las 18.00, hora de Washington (seis horas más en horario peninsular español), y amenazaba a la milicia con desatar “todo el infierno” sobre Gaza si rechazaba su propuesta. La respuesta de la milicia llegó finalmente en la noche del viernes.
En la madrugada de este sábado, poco después de que el presidente de EE UU instara a detener los ataques, el Gobierno israelí ha ordenado a sus tropas que “reduzcan su actividad” en el territorio y la limiten a “operaciones defensivas”, según la radio militar del país. Doron Kadosh, periodista de ese medio, ha explicado que, en la práctica, eso se traduce en que “la operación para conquistar la ciudad de Gaza está siendo, por el momento, detenida”.
A pesar de ello, el portavoz en árabe del ejército israelí, Avichay Adraee, ha advertido esta mañana a los gazatíes en un tuit de que la mitad norte de Gaza, donde se encuentra la asediada capital, “sigue considerándose una zona peligrosa”. El mensaje les insta también a dirigirse hacia el sur por la carretera costera Al Rashid.
Las fuerzas del ejército israelí “continúan rodeando Ciudad de Gaza”, y regresar a ella “representa un peligro extremo”, advierte el portavoz militar.
Una difícil esperanza
Mientras, el goteo de víctimas continúa, según fuentes sanitarias palestinas. Un responsable del hospital Nasser ha informado a la cadena qatarí Al Jazeera de que el ataque de un dron israelí contra una tienda de desplazados ha matado a dos niños en la zona definida como “segura” por Israel de Al Mawasi, en el sur de Gaza. Otras cuatro personas han muerto en un bombardeo en una vivienda en Ciudad de Gaza y una más en un ataque aéreo en el centro de la Franja, según fuentes locales citadas por Reuters y la agencia palestina Wafa.
En total, al menos 20 personas han muerto en ataques israelíes desde la medianoche del viernes, es decir, después de que Trump instara a Israel a ponerles punto final, según las cifras aportadas por las autoridades sanitarias de la Franja.
En Deir el Balah, en el centro del territorio, la madrugada ha transcurrido, sin embargo, de forma relativamente tranquila, subraya Fidaa al Araj, una palestina de Ciudad de Gaza que hace dos semanas huyó, por séptima vez desde el inicio de la invasión israelí, ante el avance de los tanques israelíes.
“Es aún demasiado pronto para saber si los ataques han disminuido”, subraya; sobre todo, recuerda, porque el centro del territorio palestino no sufre habitualmente tantos bombardeos como otras zonas de Gaza, especialmente su capital.
Esta mujer se muestra cauta. Su esperanza ya se frustró en el anterior alto el fuego, el de enero: Israel lo rompió unilateralmente dos meses después de que entrara en vigor, y reanudó los ataques aún con más fuerza. “Es difícil tener esperanza”, dice Al Araj. “Hasta que no veamos cómo se desarrollan los acontecimientos, no podemos confiar completamente en que esto se detendrá”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
