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La flotilla humanitaria con ayuda para Gaza zarpa de nuevo tras regresar al puerto de Barcelona por el mal tiempo

El ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben Gvir, presenta una norma para catalogar como terroristas a los activistas de las embarcaciones

La flotilla Global Sumud, tras zarpar del puerto de Barcelona, antes de regresar por el mal tiempo, este domingo.
Carlos de Barrón

Las 30 embarcaciones de la Global Sumud Flotilla, que pretende transportar ayuda a Gaza y alertar al mundo del bloqueo del enclave palestino, han zarpado de nuevo a última hora de la tarde de este lunes desde el puerto de Barcelona con más de 200 personas a bordo. Al contrario que en la salida del domingo, el primer intento que se realizó, en esta ocasión no había centenares de ciudadanos dando su apoyo, entre ellos personalidades como el actor de Juego de Tronos Liam Cunningham, y los ánimos de los integrantes no desprendían la emoción que tenían 24 horas antes. Además, la preocupación por el estado del mar se ha incrementado, después de que la expedición tuviera que regresar a puerto tras varias horas de travesía por el mal tiempo, pese a que la previsión meteorológica es más favorable. A su vez, se han realizado investigaciones y revisiones en algunos barcos ante la sospecha de que podían haber sido saboteados durante la noche, algo que todavía no ha confirmado la organización.

A lo largo de la mañana se ha aprovechado lo que los organizadores denominaron como “parada técnica” para terminar algunos ajustes logísticos. Se han modificado las tripulaciones de algunos barcos, han aumentado los víveres de otros y han arreglado aquellas conexiones a internet que daban problemas. Una vez todo ha estado en plenas condiciones, la organización ha dado el visto bueno a la salida, con el objetivo de llegar a las costas de Gaza en alrededor de 15 o 20 días.

“Debido a las condiciones meteorológicas peligrosas, realizamos una prueba de mar y luego regresamos a puerto para dejar pasar la tormenta. Esto implicó retrasar nuestra salida para evitar complicaciones con las embarcaciones más pequeñas”, han argumentado los organizadores. “Ante vientos de más de 30 nudos y la imprevisibilidad del Mediterráneo, tomamos esta decisión para priorizar la seguridad y el bienestar de todos los participantes y garantizar el éxito de nuestra misión”, agregaron.

La misión no será sencilla. El ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben Gvir, ha presentado una propuesta ante el Gobierno para endurecer aún más la respuesta a la potencial llegada de una flotilla y que implica catalogar de “terroristas” a los activistas que viajan a bordo e impedir que puedan beneficiarse de un arresto de unas pocas horas. Ben Gvir ha reivindicado en una reunión del Ejecutivo “la inquebrantable posición de Israel para salvaguardar sus fronteras y garantizar la seguridad nacional”, lo que se traducirá, según el plan inicial, en que los integrantes de la flotilla serían trasladados a prisiones reservadas a sospechosos de actividades terroristas, según ha recogido el diario The Jerusalem Post. “No permitiremos que quienes apoyan el terrorismo vivan con comodidades”, ha añadido el ministro, que aspira a que los detenidos “sufran todas las consecuencias de sus actos”.

Phil, un veterano del ejército de Estados Unidos que pide no divulgar su apellido y que viaja en una de las embarcaciones, reconoce que le provocan cierta intranquilidad las condiciones para navegar por el Mediterráneo. Sin embargo, lo que más le inquieta es la propuesta de Ben Gvir, porque puede suponer una escalada en la respuesta militar en el caso de que guardias israelíes intercepten la Flotilla. “Sabemos que estamos en el lado correcto de la historia. Este tipo de propuestas no sorprende, pero cuando ahora pienso en el momento de la detención mi miedo aumenta”, admite.

Uno de los coordinadores de la Global Sumud Flotilla, el activista hispano-palestino Saif Abukeshek, ha respondido a Ben Gvir señalando que lo hacen para “justificar sus crímenes”. “Israel da la categoría de terroristas a todos los palestinos, tengan un día de vida o 100 años”, asegura. “Esta política de Israel se utiliza para justificar los crímenes que quieren cometer”.

Una misión que crece

Está previsto que en torno al próximo viernes la Flotilla llegue a las costas de Túnez, donde se espera que se incorporen una veintena de embarcaciones a la expedición. Pocos días después, se sumarán algunos barcos desde el litoral italiano, pero el número es aún desconocido debido a que los organizadores han denunciado que están sufriendo algunos sabotajes para evitar su salida de puerto. Esto supone un retraso de un día respecto al plan inicial.

El objetivo de la misión es llevar ayuda, romper el bloqueo israelí, crear un corredor humanitario y denunciar lo que califican como un “genocidio” perpetrado por el Gobierno de Benjamín Netanyahu. A bordo viajan ciudadanos de 44 países diferentes que han recibido un entrenamiento previo durante la semana pasada.

Prácticamente todos los barcos cuentan con las mismas características. A bordo viaja un capitán y al menos un integrante de tripulación, un coordinador de la organización, una personalidad de cierto reconocimiento —al menos a nivel nacional del país del que procede—, un periodista o comunicador y algunos activistas. Pero la diferencia entre los tamaños de los barcos es notable. Algunos albergan apenas seis o siete personas, mientras que otros tienen capacidad para 25 tripulantes.

Desde 2008 han zarpado alrededor de medio centenar de flotillas con rumbo a Gaza, pero solo lograron llegar las cinco primeras. En 2010 se fundó oficialmente el movimiento Freedom Flotilla, que en esta ocasión ha pasado a llamarse Global Sumud Flotilla. La palabra sumud se traduce del árabe como “persistencia o perseverancia constante”.

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Sobre la firma

Carlos de Barrón
Es redactor en la sección Internacional. Empezó en el diario 20 Minutos, cubrió la actualidad económica en LaInformacion.com y trabajó durante más de tres años en la Cadena SER. Graduado en Periodismo y Relaciones Internacionales.
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