Ir al contenido
_
_
_
_

Crecen las protestas contra Zelenski en las calles por la injerencia en la lucha contra la corrupción

El presidente de Ucrania promete cambios tras la polémica por las medidas que restringen la independencia de la Oficina y de la Fiscalía Anticorrupción

Manifestación contra las medidas del Gobierno ucranio que restringen la independencia de las agencias anticorrupción, este miércoles en Járkov.Foto: REUTERS/Sofiia Gatilova | Vídeo: EPV
Cristian Segura

Miles de personas han vuelto a salir a la calle este miércoles para protestar contra Volodímir Zelenski. El presidente de Ucrania argumentó en las últimas horas su apuesta por supervisar a la Oficina Nacional Anticorrupción (NABU) y la Fiscalía Anticorrupción (SAPO) como medida para evitar la infiltración rusa en estos organismos. Sus palabras no convencieron a los manifestantes, que ya habían acudido el martes en Kiev y en otras ciudades a una llamada popular para proteger la independencia de estos organismos. El número de participantes en la capital ucrania ha sido muy superior a la jornada anterior y las concentraciones se han reproducido en nuevas ciudades.

Las del martes fueron las primeras protestas en Ucrania en los casi tres años y medio de guerra. El Centro de Libertades Civiles, un instituto de análisis de movimientos sociales y derechos humanos, estableció que en la protesta de Kiev se congregaron unas 6.000 personas. Este miércoles el número ha sido mucho mayor, por lo menos tres veces superior, según estimaciones de EL PAÍS. La mayoría de los asistentes eran mujeres y jóvenes menores de 25 años, que es ya edad de incorporación obligatoria en el ejército.

Es el caso de Slava, de 24 años, que ha pedido salir antes de su empleo como camarero para participar en las protestas: “Esta ley es una desgracia, si Zelenski no da marcha atrás nosotros tampoco lo haremos. Luchar por nuestros derechos está en la sangre de los ucranios”.

Slava, de 24 años, protesta este miércoles en Kiev contra las reformas de las agencias anticorrupción

A diferencia de la jornada anterior, en la que los mensajes directos contra Zelenski fueron puntuales, este miércoles el presidente ha sido el principal objetivo de muchos lemas de protesta. “Zelenski, el final”, aseguraba un gran cartel en el que se parodiaba al jefe de Estado en su condición de antiguo actor cómico.

La presencia policial ha sido mínima, para evitar situaciones de tensión. Solo al final de la manifestación en Kiev del martes, pasada la medianoche, las autoridades se personaron para pedir que la gente regresara a sus hogares porque había entrado en vigor el toque de queda. Además de en la capital, en el día anterior hubo concentraciones relevantes en Odesa, Dnipró y Lviv. Las protestas se han extendido este miércoles a Járkov, Zaporiyia, Zhitómir y Chernivtsi.

Las concentraciones fueron organizadas en la tarde del martes de forma espontánea por decenas de activistas en las redes sociales. Su reacción llegó pocas horas después de que la mayoría absoluta en el Parlamento de Servidor del Pueblo, el partido de Zelenski, aprobara de forma inesperada una reforma legal que se presentó en el último momento. Esta ley, la ahora famosa Número 12414, anula de facto la autonomía de la NABU y de la SAPO y las somete al poder del fiscal general, persona de confianza del presidente.

Estos dos organismos, la NABU y la SAPO, tienen una importancia especial en los avances democráticos de Ucrania y sobre todo tienen un simbolismo que es lo que ha espoleado la ira de muchos. La NABU y la Fiscalía Anticorrupción se crearon en 2014 como una de las medidas clave surgidas de la revolución del Maidán, la que derrocó de la presidencia al prorruso Víktor Yanukovich. Durante el mandato de Yanukovich, la corrupción era galopante y la Fiscalía General era un arma de poder del presidente. No es casualidad que muchos blogueros hayan bautizado las actuales movilizaciones como el “miniMaidán”.

A diferencia de las revoluciones proeuropeístas en Kiev de 2004 y de 2014, las protestas actuales se producen en otra plaza, más pequeña, frente al teatro de Ivano Franko, a escasos metros de la oficina del presidente y de la Rada, el Parlamento.

Daria Chekalova, una manifestante en Kiev, el 23 de julio.

“Es tu primera presidencia, es nuestra tercera revolución”, escribió en un cartón Daria Chekalova, una manifestante en Kiev y participante en las protesta del Maidán de 2014. “Creo que puede ser una revolución si Zelenski no reacciona”, dice esta joven de 30 años. Chekalova no asistió a la convocatoria del martes porque los acontecimientos fueron precipitados. “A nadie le gusta estar aquí, Rusia nos quiere destruir, pero si estamos aquí es para defender la democracia, como hacen nuestros soldados”.

También por primera vez se están produciendo críticas a las autoridades ucranias por parte de sus aliados internacionales. Los embajadores del G-7 ya destacaron en un comunicado el pasado lunes su “grave preocupación” por la pérdida de independencia de la NABU y de la Fiscalía Anticorrupción. Las palabras de estos diplomáticos eran la respuesta a una redada aquel día de los Servicios de Seguridad (SSU) del Ministerio del Interior contra los organismos anticorrupción. EL SSU, en coordinación con la Fiscalía General, abrió una investigación contra 19 funcionarios de la NABU y la SAPO por presuntamente colaborar con Rusia.

Precisamente Zelenski argumentó que es necesario poner a estas instituciones bajo el mando del fiscal general para evitar que estén controladas por Rusia. Por eso se aprobó la reforma legal de forma exprés, según su explicación. Los embajadores del G-7 se entrevistaron el lunes con el director de la NABU, Semen Krivonos, que les transmitió que es falso que su agencia esté infiltrada por el enemigo.

Preocupación en la UE

La comisaria europea de Ampliación, Marta Kos, advirtió en la noche del martes que la aprobación de la Ley 12414 es “un serio paso atrás” en el camino de Ucrania hacia la UE. Guillaume Mercier, portavoz de la Comisión Europea, ha afirmado este miércoles que su presidenta, Ursula von der Leyen, observa los hechos “con seria preocupación”. “Ambas instituciones, la NABU y la SAPO, son ampliamente consideradas como piedras angulares del Estado de derecho en Ucrania”, ha subrayado Mercier.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha enviado una carta a la oficina del presidente de Ucrania mostrando su “profunda preocupación”: “Pedimos que se den nuevos cambios legislativos para preservar la independencia de los cuerpos anticorrupción. Urgimos a que consideren este asunto con la máxima seriedad”, dice la misiva.

La flamante nueva primera ministra, Yuliia Sviridenko, ha sido la principal interlocutora con Bruselas en las últimas horas para intentar explicar a la Comisión Europea que la reforma legal no vulnera la lucha anticorrupción y cumple con la Constitución. Este es el mensaje que ha repetido Zelenski en la mañana del miércoles, durante una reunión con los principales responsables policiales y judiciales de la lucha contra el crimen en política: “Todos los aquí presentes escuchamos lo que la sociedad dice. Vemos que la gente espera de las instituciones del Estado que aseguren la justicia y la eficiencia en cada institución”. “Hemos hablado de las decisiones necesarias para resolver contradicciones existentes y eliminar amenazas”, ha añadido el presidente.

Rectificación de Zelenski

Zelenski ha anunciado a última hora de la tarde del miércoles, coincidiendo con el inicio de las protestas, que propondrá a la Rada una nueva ley que garantice la independencia de las agencias anticorrupción y que las mantenga “al margen de la interferencia rusa”. “Por supuesto que estamos al tanto de lo que se dice en las redes sociales y en la calle, no hacemos oídos sordos”, ha reconocido Zelenski.

Nadie fuera del círculo de Zelenski sabe a ciencia cierta por qué el presidente tomó una decisión que por primera vez le enfrenta a la UE y a una mayoría social. Desde la oposición se apunta a que los organismos anticorrupción estaban investigando a personas del entorno más próximo a Zelenski.

Un manifestante en Kiev muestra una fotografía en la que compara a Zelenski con el expresidente prorruso Víktor Yanukovich

El principal partido opositor, Solidaridad Europea, ha sido especialmente duro con el presidente, acusándolo de querer eliminar cualquier contrapoder. “Se está produciendo un enorme desafío a la democracia, un paso hacia un régimen autoritario”, dijo Oleksi Goncharenko, portavoz de Solidaridad Europea. “No solo se está construyendo una dictadura, se está construyendo una dictadura que nadie quiere en el mundo”, ha escrito su compañero de filas Mikola Kniazhitski.

La oficina del presidente aprobó el pasado febrero 2025 un decreto con sanciones económicas, limitación de movimiento y la pérdida del control de sus empresas para el expresidente Petro Poroshenko, líder de Solidaridad Europea. La presidencia aprobó estas medidas determinando que Poroshenko se había beneficiado económicamente de supuestas colaboraciones con Rusia y que incluso había ayudado al invasor.

Otro referente de la oposición a Zelenski, el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, no ha dado su opinión sobre los últimos acontecimientos pero el martes se le vio en las protestas junto a su hermano Vladímir, también una celebridad en Ucrania. El último mensaje en la red social X del alcalde de la capital ucrania es del 12 de julio: “Bajo la amenaza de la guerra, las autoridades están persiguiendo a los que consideran inconvenientes, a opositores políticos, a ayuntamientos, a expertos, a periodistas, a activistas. Es una amenaza a la democracia que Ucrania está defendiendo con un coste enorme”. Este mensaje fue escrito por Klitschko tras saberse que el SSU y la fiscalía general habían abierto una causa contra Vitali Shabunin, célebre activista anticorrupción, acusado de trato de favor en el ejército.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Cristian Segura
Escribe en EL PAÍS desde 2014. Licenciado en Periodismo y diplomado en Filosofía, ha ejercido su profesión desde 1998. Fue corresponsal del diario 'Avui' en Berlín y en Pekín. Desde 2022 cubre la guerra en Ucrania. En 2011 recibió el premio Josep Pla de narrativa y en 2025, el premio internacional de periodismo Julio Anguita Parrado.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_