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Hamás considera “positiva” la propuesta de Trump para una tregua en Gaza

La cifra de muertos en la Franja sigue disparada, con 138 nuevas víctimas en las últimas 24 horas y más de 57.000 desde que Israel inició la ofensiva

Vista de la destrucción tras un ataque israelí contra edificios residenciales en el campo de refugiados de Shati, en Ciudad de Gaza, este viernes.
Luis de Vega

El alto el fuego en Gaza está algo más cerca después de que Hamás haya considerado “positiva” la esencia de la propuesta del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que plantea 60 días sin ataques para liberar a los rehenes y avanzar en el final de la guerra. “El movimiento ha presentado una respuesta positiva a los mediadores y está plenamente preparado para iniciar de inmediato una ronda de negociaciones sobre el mecanismo para la implementación de este marco”, ha hecho público el grupo palestino en la noche del viernes a través de un comunicado en sus redes sociales.

Hamás había estado consultando en las últimas horas su respuesta con otras facciones palestinas. Además, todavía está perfilando algunos detalles con los intermediarios, según medios como las televisiones cataríes Al Arabiya y Al Araby. Una fuente palestina señaló a la agencia Reuters que la respuesta “debería ayudar a alcanzar un acuerdo”. Un funcionario de Hamás, bajo condición de anonimato, indicó poco antes a esa agencia que el movimiento ha “entregado a los mediadores, Qatar y Egipto, la respuesta a la propuesta de alto el fuego”.

Queda, en todo caso, por conocer los detalles del posible pacto y cómo entraría en vigor. Estos movimientos se producen poco antes de que el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, quien aún no ha bendecido oficialmente la propuesta, viaje a Estados Unidos, donde el lunes se reunirá con Trump con el alto el fuego como un asunto clave.

La tregua de 60 días propuesta esta semana por Trump para el enclave palestino ha estado estos días en el centro de las maniobras que llevan a cabo las autoridades de Israel y de los palestinos de Hamás con los países intermediarios (Qatar, Egipto) como bisagra. Ocho rehenes vivos serían liberados el primero de los días del alto el fuego y dos más el día 50, según un borrador del acuerdo elaborado por Qatar al que ha tenido acceso el diario israelí Haaretz, que no detalla cuántos prisioneros palestinos serían sacados de cárceles israelíes. Además, cinco cuerpos de rehenes serían entregados a las autoridades israelíes el séptimo día, cinco más el día 30 y los últimos ocho el día 60.

Ese documento se basa en las condiciones diseñadas por el negociador jefe estadounidense, Steve Witkoff. Durante esos dos meses, los tres países intermediarios seguirán desplegando sus esfuerzos para que el cese de ataques sea permanente y, si fuera necesario, continuar más allá de ese periodo de tiempo.

Sobre el terreno, la espiral de la cifra de muertos en la Franja sigue disparada. Solo en las últimas 24 horas han llegado a los centros médicos de la Franja 138 cadáveres, de los que al menos 62 eran personas que perdieron la vida mientras esperaban a recibir ayuda humanitaria, según datos del Ministerio de Sanidad del Gobierno de Hamás. Un informe de este viernes de la ONU, que habla de más de 57.000 muertos en el enclave palestino, eleva a 613 las víctimas en un solo mes en lugares donde se distribuyen alimentos.

Para Israel, el objetivo fundamental es liberar al medio centenar de rehenes que permanecen en la Franja. Para Hamás, lo esencial es que cesen los ataques y se retiren las tropas de ocupación mientras se reabre el enclave a la entrada de ayuda humanitaria. El Estado judío, con Washington como principal aliado, quiere conseguir recuperar a los secuestrados, más de la mitad ya dados por muertos, sin renunciar a la posibilidad de seguir atacando Gaza para, de esa forma, acabar con las capacidades políticas y militares de Hamás.

Antes de su respuesta en la noche del viernes, el Movimiento de Resistencia Islámico, como se conoce a Hamás, había llevado a cabo consultas con otras facciones palestinas, según un comunicado. El texto no se refiere a la liberación de los rehenes, tampoco a los 60 días de Trump, pero sí mantiene sus principales exigencias, incluida la de la ayuda.

Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, “quiere ganar tiempo y no comprometerse a poner fin a la guerra”, sostuvo Menachen Klein, profesor emérito de la Universidad Bar-Ilan de Israel, en declaraciones al canal catarí Al Jazeera. “Está dispuesto a un alto el fuego de dos meses. Nadie sabe si está dispuesto a negociar un alto el fuego permanente más allá de estos 60 días”, ha agregado Klein. Netanyahu tiene previsto viajar a Washington este fin de semana y ser recibido por Trump el lunes.

Según un informe presentado este viernes en Ginebra, Naciones Unidas ha registrado 613 muertos en Gaza desde el 27 de mayo hasta el 27 de junio en ataques e incidentes llevados a cabo mientras los gazatíes esperaban a recibir ayuda. De esos, 509 han tenido lugar junto a los puntos donde se distribuye comida de la mano de Israel y Estados Unidos mediante un entramado de mercenarios armados. El resto de muertos, 104, se encontraban en otras zonas de convoyes de distribución junto a camiones de la ONU o de otras organizaciones, según datos de la oficina de derechos humanos de Naciones Unidas.

Esta institución calcula que el 85% de la población de la Franja vive bajo órdenes de desplazamiento o en zonas militarizadas. El ejército israelí reconoce que tiene bajo su control dos tercios de ese territorio de 365 kilómetros cuadrados el mismo día en el que ha seguido emitiendo órdenes de desplazamiento forzoso contra la población, en este caso sobre Jan Yunis (sur), la segunda ciudad de la Franja.

Un sistema “degradante” e “inefectivo”

El referido mecanismo de reparto de ayuda auspiciado por Israel y EE UU ha sido denominado Fundación Humanitaria de Gaza (GHF, según sus siglas en inglés) en un intento de darle una pátina humanitaria. Desde que entró en funcionamiento está en el centro de la polémica porque es la herramienta con la que el Estado judío, contra el criterio de la ONU y las ONG, trata de sacudirse las acusaciones de que no permite la entrada en la Franja de lo más esencial para una población de 2,3 millones de habitantes. Para Médicos Sin Fronteras (MSF) el sistema es “degradante, inefectivo y un crimen”.

El ejército de Israel ha emitido órdenes a sus militares para que disparen a palestinos que tratan de alcanzar esos puntos de ayuda humanitaria pese a que iban desarmados y no suponían una amenaza, según han reconocido varios mandos militares y soldados de las tropas de ocupación sobre el terreno a Haaretz. El ejército niega esos hechos, pero ha informado de que está tratando de “aprender la lección” y corregir dentro de lo posible el sistema, que, según las autoridades israelíes, busca que Hamás no acceda a esa ayuda y se beneficie de ella. También los extranjeros armados contratados para controlar el reparto han disparado contra civiles, según una investigación de la agencia Associated Press.

Las tropas de ocupación mantienen combatiendo en Gaza a cinco divisiones que están siendo apoyadas por los servicios secretos, la aviación, la artillería y el despliegue naval, ha reconocido el portavoz castrense Effie Defrin en su comparecencia del jueves por la noche. “Seguiremos trabajando para cumplir los objetivos de la guerra: el retorno de los rehenes y el desmantelamiento del Gobierno de Hamás”, que, tras 21 meses de ataques, pierde poder a diario, señala Defrin.

De forma paralela, las tropas tratan de “facilitar la distribución de ayuda humanitaria en los centros de distribución, a través de la organización civil estadounidense”, ha comentado en referencia a la GHF. “A pesar de la objeción de Hamás a la ayuda y de todos sus esfuerzos por interrumpirla, los residentes de Gaza siguen acudiendo, día tras día, a los centros de distribución”, ha agregado sin referirse a los cientos de muertos. Sí ha destacado que han sido entregados casi un millón de paquetes a la población civil gracias a “un método de operación en constante evolución, y aprendemos y mejoramos con cada capítulo”.

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Sobre la firma

Luis de Vega
Ha trabajado como periodista y fotógrafo en más de 30 países durante 25 años. Llegó a la sección de Internacional de EL PAÍS tras reportear en la sección de Madrid. Antes trabajó en el diario Abc, donde entre otras cosas fue corresponsal en el norte de África. En 2024 ganó el Premio Cirilo Rodríguez para corresponsales y enviados especiales.
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