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El caos marca las dos primeras jornadas de reparto de ayuda en Gaza a manos de una fundación privada al margen de la ONU

Las fuerzas israelíes disparan contra palestinos hambrientos que acuden a por alimentos, causando muertos y decenas de heridos. La falta de seguridad retrasa durante horas la distribución de comida

Niños palestinos caminando este miércoles hacia el punto de distribución de la Fundación Humanitaria de Gaza, en sur de la Franja.Foto: Anadolu via Getty Images | Vídeo: EPV
Alejandra Agudo (enviada especial)

La Fundación Humanitaria de Gaza (GHF, por sus siglas en inglés), la entidad privada encargada de distribuir ayuda humanitaria en la Franja al margen de la ONU, ha retrasado el reparto de comida este miércoles para realizar “ajustes” en su mecánica y garantizar la “seguridad” de la operación. El caótico comienzo del martes dejó al menos un fallecido, ha corroborado la ONU, y 47 personas heridas por disparos del ejército israelí, según ha confirmado Ajith Sunghay, jefe de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en el territorio palestino ocupado.

En la tarde, la opaca entidad impulsada por Israel y Estados Unidos ha detallado que “los dos centros” que tiene operativos han retomado la actividad “sin incidentes”. Sin embargo, Hamás, la milicia islamista que gobierna de facto la Franja, ha elevado a 10 los muertos y 62 las personas que han sufrido lesiones por los “disparos” de las fuerzas israelíes.

En un comunicado, la fundación ha querido trasladar un mensaje de normalidad. Ha negado que se hayan producido disparos, ha asegurado que “es falso” que haya muertos o heridos, y ha indicado que han repartido 14.550 cajas. Cada lote, según ha precisado, alimenta a 5,5 personas durante 3,5 días. “Un total de 840.262 comidas”.

GHF ha asegurado además que está trabajando para abrir los otros dos centros previstos y tiene “planes para construir sitios adicionales en toda Gaza en las próximas semanas”, según el escrito. En su primer día dijo haber distribuido 8.000 cajas con cuyo contenido se pueden preparar, según sus cálculos, 462.000 comidas. La fundación respaldada por EE UU e Israel para, según sus autoridades, evitar que la ayuda caiga en manos de Hamás y garantizar que llegue a la población civil, ha sido muy criticada por el sector humanitario.

Palestinians carry aid supplies they received from the U.S.-backed Gaza Humanitarian Foundation, in Khan Younis, in the southern Gaza Strip, May 28, 2025

En medio de un malestar cada vez más extendido por la escalada de ataques a estructuras civiles y el polémico reparto de ayuda, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha anunciado este miércoles que su ejército ha matado al jefe de Hamás en Gaza, Mohamed Sinwar. Este asumió el cargo que había quedado vacante cuando su hermano mayor, Yahia Sinwar —cerebro del ataque del 7 de octubre de 2023, en el que fueron asesinadas más de 1.200 personas y secuestradas 253, y que desencadenó la guerra en Gaza— fue eliminado a mediados de octubre del año pasado.

El mandatario israelí ha revelado la eliminación de Sinwar, que ya se había insinuado y desmentido en anteriores ocasiones, en una intervención en el Parlamento. Netanyahu ha detallado que su muerte se había logrado en un ataque aéreo israelí cerca del Hospital Europeo en el sur de la Franja a principios de este mes. Pese a esta precisa confirmación, fuentes de defensa israelíes han apuntado después, en declaraciones al diario israelí Haaretz, que no tienen la certeza de la muerte de Sinwar.

El anuncio del primer ministro se produce en el día 600 de guerra y en un contexto de creciente presión internacional para que cese su ofensiva en Gaza, acepte el acuerdo de alto el fuego auspiciado por Estados Unidos y permita la entrada fluida de ayuda humanitaria.

Desesperación de 2,2 millones de gazatíes

La desesperación de los 2,2 millones de gazatíes, hambrientos después de dos meses de bloqueo total, que concluyó hace apenas una semana, cuando Israel permitió la entrada de una mínima cantidad de ayuda, provocó una afluencia masiva de personas al polémico reparto del martes. La distribución acabó por descontrolarse y la multitud invadió el lugar en busca de suministros. Las fuerzas israelíes reconocieron haber realizado disparos, pero matizaron que se produjeron fuera del complejo y hacia el aire para dispersar a la muchedumbre. Sin embargo, pese a negar los fatales sucesos, la GHF informó en la mañana de que debía realizar “ajustes” antes de retomar su actividad horas después.

gaza

Un camión cargado de ayuda cerca de la frontera entre Israel y Gaza, visto desde Israel.

“No voy a entrar en quién disparó a quién”, ha declarado Tammy Bruce, portavoz del Departamento de Estado de EE UU, en una comparecencia en la Casa Blanca. “La única historia verdadera aquí es que la ayuda está llegando a Gaza masivamente. (...) ¿Fue como ir a un centro comercial? No, no lo fue. Es un contexto complejo; pero está funcionando”, ha defendido. “No hablo en nombre de esta fundación”, ha aclarado, “pero damos la bienvenida a cualquier dinámica que contribuya a introducir ayuda en la región”.

“Trampa para los civiles”, según Hamás

Hamás ha denunciado que el sistema puesto en marcha por Israel es “una trampa” para los civiles, y ha criticado que se intente dejar fuera a la ONU de las labores humanitarias. “Las imágenes de civiles corriendo hacia centros de distribución de ayuda confirman el fracaso del mecanismo israelí y su transformación en una trampa que amenaza la vida de los civiles”, ha dicho la milicia islamista, que en su comunicado añade que Israel busca “beneficiar los objetivos políticos y militares de la ocupación, no dar ayuda”.

Philippe Lazzarini, comisionado general de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) predijo el pasado viernes que se producirían las imágenes de gazatíes desesperados luchando por hacerse con un lote de ayuda como las vistas en estos primeros dos días.

“Nadie debería sorprenderse y mucho menos escandalizarse ante escenas de saqueos, robos o ‘pérdidas’ de la valiosa ayuda”, escribió entonces. Y explicó: “La población de Gaza lleva más de 11 semanas hambrienta y privada de lo básico, incluidos agua y medicinas. Madres y padres se han quedado sin comida para sus hijos. Las personas mayores han muerto por falta de medicamentos. La ayuda que llega ahora es una aguja en un pajar”.

El Programa Mundial de Alimentos de la ONU ha informado de que “hordas de hambrientos” han irrumpido este miércoles en uno de los almacenes de la agencia en el centro de Gaza. Sus primeros datos indican que dos personas han muerto y varias más han resultado heridas en este incidente. “Gaza necesita un aumento inmediato de la ayuda alimentaria. Esta es la única forma de asegurar a la población que no morirá de hambre”, ha afirmado el organismo en un comunicado.

Otras agencias de ONU y ONG en el terreno han reafirmado este miércoles su petición para que el Gobierno de Netanyahu permita “un flujo de ayuda significativo e ininterrumpido”, en palabras de Lazzarini. Las agencias de Naciones Unidas sobre el terreno calculan que se necesita la entrada diaria de entre 500 y 600 camiones para satisfacer las necesidades básicas en la Franja.

Una de las organizaciones que se ha sumado a este reclamo ha sido World Central Kitchen (WCK). La entidad, que perdió a siete de sus trabajadores en Gaza en un ataque israelí hace un año, ha señalado en su perfil de X que sus camiones están retenidos en el cruce de Kerem Shalom. “Las FDI [Fuerzas de Defensa de Israel] aún no han proporcionado rutas seguras para llevar los suministros a nuestras cocinas. (...) Estamos listos para volver a cocinar tan pronto como podamos”.

La Coordinadora de Actividades del Gobierno en los Territorios (Cogat), la unidad del Ministerio de Defensa israelí encargada de la logística humanitaria en la Franja, ha replicado a la ONG liderada por el chef español José Andrés: “La WCK y otras agencias y organizaciones dispusieron de varias rutas alternativas para la recogida de la ayuda en el cruce”. Y culpa a la entidad de no haber recogido los suministros: “Ha sido su decisión”.

Israel ha negado en diversos canales que esté dificultando la entrada de suministros de otras organizaciones distintas de la controvertida GHF. El jefe de la Cogat, Ghassan Alian, ha asegurado que la unidad ha “tendido la mano a todas las organizaciones humanitarias y a la comunidad internacional” para que participasen en la distribución de la asistencia. “Sin embargo, en los últimos días, la ONU ha evitado cumplir su papel y, en su lugar, sigue difundiendo información falsa e incorrecta sobre la angustia de los civiles”.

El portavoz internacional de las Fuerzas de Defensa de Israel, el teniente coronel Nadav Shoshani, ha ido un paso más allá y ha denunciado una campaña global en contra de la distribución de ayuda. “En las últimas 24 horas, las organizaciones internacionales han emprendido una campaña. No una campaña para distribuir ayuda, sino una campaña contra el país que facilita la ayuda a Gaza. Y peor aún, es una campaña de desinformación al servicio de los terroristas. ¿Por qué la ONU y otras organizaciones están tan preocupadas por que la ayuda llegue a los civiles de Gaza sin que los terroristas puedan poner sus manos en ella?“, ha escrito en X, mencionando a diversas agencias y dirigentes de las Naciones Unidas.

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Sobre la firma

Alejandra Agudo (enviada especial)
Reportera de EL PAÍS especializada en desarrollo sostenible (derechos de las mujeres y pobreza extrema), ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Miembro de la Junta Directiva de Reporteros Sin Fronteras. Antes trabajó en la radio, revistas de información local, económica y el Tercer Sector. Licenciada en periodismo por la UCM
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