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‘Metal bros’: ¿Por qué los hombres ‘millennials’ están obsesionados por llenar sus casas de metal?

Un reciente estudio de la red social Pinterest desvela abundantes búsquedas en este material entre el sector masculino a la hora de decorar su hogar. ¿Una cuestión generacional o de género? Entramos en el debate

Uno de los muebles modulares de USM Haller, pieza indisoluble de un apartamento de hombre soltero hoy en día.
Victoria Zárate

1.000 abdominales y una decena de cosméticos orquestan la rutina matutina de Patrick Bateman al comienzo de la película American Psycho. El plano general del apartamento que muestra un beauty care casi tan aterrador como los crímenes que lleva a cabo su protagonista, desvela también el espacio en el que un hombre soltero y de éxito debía aspirar en Manhattan durante los años ochenta. La escenógrafa de American Psycho, Jeanne Develle, y el diseñador de producción, Gideon Ponte, crearon un entorno hiperminimalista con paredes níveas salpicado de notas negras, obras de arte de Robert Longo e iconos del diseño en el mobiliario como el sillón Barcelona, de Mies van der Rohe. La ausencia de decoración competía con la ubicuidad del acero en la cocina, los muebles del salón o las mesitas de noche. Una casa tan diseñada como inerte, en la que cuesta imaginar un asesinato pero también la existencia de un hogar.

Casi tres décadas después, y fuera del terreno yuppie de Nueva York, parece que las modas que rigen los pisos de soltero poco han cambiado con el tiempo. Según revela el último estudio de la plataforma Pinterest sobre tendencias masculinas entre el público millennial (entre 28 y 43 años), búsquedas tales a la hora de encontrar inspiración para su hogar como el diseño de muebles metálicos (+75%) o la estética cromada (+40%) estarían entre sus favoritas. El primer puesto se lo llevarían los sofás y sillones de metal de estilo moderno (+105%), como el que escogió Bateman para decorar su apartamento de American Gardens Building.

Álvaro Toledo (Madrid, 31 años) podría engrosar esta estadística. El apartamento del creador de contenido especializado en decoración con más de 300.000 seguidores en su cuenta de Instagram, @planc.home, es un ejemplo del poder visual que ejerce el tubo de acero en la vida de un hombre soltero. Fiel defensor de las sillas Cesca que presiden su comedor –su creador, el húngaro Marcel Breuer, encabeza también el estudio de Pinterest con un 40% de búsquedas– o los muebles virales de USM Haller, un icono del diseño modular desde 1965 gracias a sus estructuras de acero cromado, en las fotografías que muestran su hogar no faltan piezas metálicas de menaje ni los candelabros Nagel, que confiesa coleccionar desde hace años. “El metal cromado resulta atemporal, lo podemos ver en diseños de hace cien años como las Cesca, que siguen vigentes a día de hoy pero también en diseños actuales. Representan la modernidad y aportan un toque de frescura enriqueciendo el espacio”, explica.

Baño en acero inoxidable inspirado en los aseos de los aviones diseñado por Casa Josephine.

Para Toledo, ese crush entre el hombre millennial y el metal cromado comienza por las piezas de mediados del siglo XX, cuando se establecieron las bases de una belleza funcional y para todos los públicos. “Este material representa, de alguna forma, un lujo accesible, algo sofisticado pero no recargado, como el dorado. De alguna forma podríamos considerarlo un material ‘masculino’, supongo que por ello muchos hombres se sienten cómodos utilizándolo para decorar sus casas”, reflexiona.

Lámpara P376 del estudio danés &Tradition.

A la lista de objetos que enumera el creativo, se suman piezas aspiracionales en cualquier apartamento millennial como la silla Wassily, otro diseño de Marcel Breuer inspirado en el marco de una bicicleta que data de los años veinte; la lámpara de techo P376 en aluminio de &Tradition; la de sobremesa PH 3/2 diseñada por Poul Henningsen para la firma Louis Poulsen o el poco convencional taburete Plopp en inox, un superventas en la factoría del escultor polaco Oskar Zieta.

Candelabro Nagel, disponible en Westwing.

En materia de interiorismo, el metal cromado es un material de moda en eventos del sector como la feria CasaDecor. En su edición del año pasado, uno de los proyectos más aplaudidos fue el cuarto de baño Metallic Harmony para el espacio Strohm Teka, en el que un enorme biombo de metal que reflejaba la luz, a la vez que escondía a el inodoro y el bidé, protagonizaba la escena. Su diseñador, Erico Navazo, quiso que este elemento contundente chocara con el interior renacentista de la vivienda.

“En mis interiores siempre busco la armonía generando contrastes. El acero, más que un material masculino, es uno de tendencia. Resulta muy atractivo porque actualiza cualquier espacio”, afirma. El experto cita aquellos interiores futuristas de los años sesenta en los que se mezclaba magistralmente con moqueta, antigüedades de época y obras de arte. Insiste en poner en duda el sesgo de género: “Desconozco si este material resulta atractivo mayoritariamente a hombres millennials, la verdad”.

Cuarto de baño 'Metallic Harmony' diseñado por Erico Navazo para el espacio Strohm Teka de CasaDecor.

Antonio Matres, un interiorista español afincado en Nueva York, maneja este material con soltura. En breve verá la luz su último proyecto en el centro de Madrid, Ōpera Brutta, un espacio que de día será cafetería de especialidad y galería de arte, y al caer el sol se transformará en coctelería con base de espresso y sesiones de DJ. Para esta ocasión su estudio ha diseñado una colección de sillas, mesas y piezas auxiliares que combinan el acero pulido con detalles de cuero y otros materiales nobles.

Iconos modernos como la silla Wassily son fundamentales en cierta idea de la decoración 'masculina'.

En los encargos que recibe de sus clientes más jóvenes, confiesa que el cromo no es solo un acabado, sino una afirmación: “Su lenguaje visual remite a la geometría perfecta de la Bauhaus, al lujo racionalista de Le Corbusier y Mies van der Rohe, a ese modernismo que en su momento fue el epítome de la vanguardia y hoy se percibe como un símbolo de estatus”.

En un mundo saturado de imágenes, prosigue el experto, el brillo metálico se convierte en un signo de control y precisión. “Funciona como espejo literal y simbólico: refleja la luz, pero también el cuidado por el detalle, el poder de decidir cada línea del espacio y la voluntad de vivir rodeado de piezas que resisten el paso del tiempo”.

Jarra de agua en acero inoxidable de Zara Home.

Relegado durante años al imaginario frío de despachos y bares de hotel, el metal vuelve como símbolo de lujo urbano en interiores de nuevo cuño. “El cromo regresa pero no como moda pasajera. Es un recurso que, usado con precisión, añade a los interiores un lenguaje de autoridad, permanencia y sofisticación”, afirma Matres. Las búsquedas globales en redes sociales que confirman el interés creciente por muebles metálicos y superficies cepilladas iría unido, señala, a un aumento de los mismos el catálogo tanto de grandes marcas como piezas de autor. Un reflejo del cambio generacional que abraza este material. “En Milán vimos cómo el metal dejaba de ser un acento tímido para convertirse en protagonista, ya fuera en las lámparas escultóricas de Lee Broom hasta la reedición de piezas de Van der Rohe. Tampoco olvidemos que en PAD, en Londres, se presentó en forma de arte coleccionable, es el caso de las mesas de Rick Owens o las esculturas funcionales de Vincenzo De Cotiis”.

“A los design bros [hombres fans del diseño de interiores] les encanta el cromo porque se ven en él, confunden limpieza con modernidad", ríe el diseñador Ben Ganz en un artículo sobre esta tendencia publicado por la edición estadounidense de Architectural Digest. Ganz, de hecho, ha diseñado una colección de USM para la revista y editora Pin-Up.

Digan lo que digan los datos de Pinterest, ¿deberíamos desechar una idea de género en los materiales que conforman una vivienda? Los fundadores de Casa Josephine, Pablo López Navarro e Iñigo Aragón, creen que el tema daría para un podcast: “Nos parece el enésimo eco de un cliché cultural eso de asociar lo frío y funcional con lo masculino. Por contraposición, implica además que el léxico opuesto (lo cálido, ornamental, fluido o superfluo) es la esencia de lo femenino, entendiéndose por supuesto como femenino hetero”. En lo que sí están de acuerdo los creadores de las famosas lámparas que salen en la última película de Almodóvar, La Habitación de al lado, es en que estamos hablando de una tendencia que arrasa entre todos los públicos.

Cocina en espejo e 'inox' diseñada por Casa Josephine.

Pioneros en saber atisbar las tendencias del sector antes que nadie –como el uso de los azulejos en su casa de alquiler cerca de Segovia, o el potencial estético de una antigüedad en ambientes modernos que podemos encontrar su tienda madrileña–, Navarro y Aragón recuerdan un proyecto que desarrollaron basándose en diferentes acabados de metal como el inox cepillado o brillante, la plata y el espejo. “Ahora se está difundiendo mucho en redes sociales pero lo publicamos por primera vez en 2020”, señalan. La vivienda incluye un baño elaborado en acero inoxidable inspirado en los aseos de los aviones, una cocina en ese mismo material combinada con cromo, espejos y plata y mobiliario que fusiona acero, terciopelo y más espejos. “Ojalá fuera innecesario decirlo, pero es un proyecto hecho para una mujer. En ningún momento de la conversación con nuestra clienta hablamos de las supuestas cualidades masculinas o femeninas que tienen los materiales porque no creemos en esa idea. Era su casa, no una declaración de género”.

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Sobre la firma

Victoria Zárate
Periodista vinculada a EL PAÍS desde 2016. Coordinó la web de Tentaciones y su sección de moda y estilo de vida hasta su cierre en 2018. Ahora colabora en Icon, Icon Design, S Moda y El Viajero. Trabajó en Glamour, Forbes y Tendencias y ha escrito en CN Traveler, AD, Harper's Bazaar, V Magazine (USA) o The New York Times T Magazine Spain.
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