Travis Kelce se sincera sobre su relación con Taylor Swift, su imagen de “chico fiestero” y su vida después de la NFL

Cuatro meses después de perder la Super Bowl en un partido que no olvidará fácilmente, Travis Kelce (Ohio, 35 años), el jugador de fútbol americano de los Kansas City Chiefs y flamante pareja de Taylor Swift, parece haber cargado las pilas. Al menos, lo suficiente como para viajar hasta un paisaje pantanoso en Everglades, al sur de Florida (Estados Unidos), plantarse un gorro al más puro estilo bisonte [aunque sin cuernos, no como esos que dieron la vuelta al mundo tras el asalto al Capitolio de Estados Unidos en 2021] y agarrar un caimán para una sesión de fotos que acompañan a una extensa entrevista en GQ, revista masculina de la que es la portada del número de septiembre.

El novio de Taylor Swift, que está de vacaciones de verano hasta el inicio de la temporada de la NFL (la liga de fútbol americano) a principios del próximo mes, asegura que “ganar una Super Bowl es mi único objetivo”. En su conversación, el ala de los Kansas City reflexiona sobre lo que pudo haber fallado el último curso, que culminó con la amarga derrota de su equipo contra los Philadelphia Eagles (con resultado de 40-22 en su contra): “Creo que quizás me desvié un poco porque me concentré más en intentar consolidarme. Y surgieron oportunidades que me entusiasmaron a aventurarme en un nuevo mundo de actuación y entretenimiento”. Kelce se refiere, entre otras cosas, al podcast que copresenta con su hermano mayor Jason [exjugador profesional de fútbol americano], New Heights, en el que, en un adelanto del episodio que se lanza este miércoles, la propia Swift anunció el lanzamiento de su 12º disco, The Life of a Showgirl. Entonces la cantante tan solo reveló esos datos, así que hoy los swifties serán seguro su principal audiencia.

En la revista asegura que ahora su motivación por triunfar en su carrera deportiva está al máximo: “Tengo muchas ganas de estar presente este año para mis chicos (su equipo)”. Pero lo cierto es que el deportista, consciente de que en algún momento dejará la competición profesional (está en el último año de su contrato) y que es conveniente tener otros huevos en otras cestas, desde 2023 tiene un festival de música con su nombre, el Kelce Jam, que el año pasado llegó a reunir en Kansas City a 20.000 personas para ver a Lil Wayne o a Diplo. Además, según GQ, aún le quedan dos años de contrato con New Heights y ha invertido en otros negocios, como algunos lavaderos de coches en Missouri. Sobre estar delante de una cámara, aunque le gusta, admite no tener una clara preferencia: “No sé si me dedicaré a ello cuando termine de jugar, pero sé que quiero seguir en el mundo del fútbol como profesión y luego incursionar también en otras áreas”.

Lo que Kelce sí tiene claro es que quiere desprenderse de la imagen de chico fiestero que últimamente le persigue: “Me he vuelto mucho más estratégico a la hora de entender cómo me percibe la gente. Tengo muy claro cómo quiero que lo hagan. Cuando me ves pasando el rato en el US Open con Taylor, puede parecer que los dos estamos de fiesta. Pero solo estoy disfrutando de un evento al que siempre quise ir con la persona que amo”.

El chico de Westlake, al que no se le daba bien la escuela pero demostraba una gran inteligencia —“yo siempre estaba en cursos de nivel avanzado y luego hacíamos el mismo examen y él sacaba una nota más alta”, ha contado a GQ su hermano Jason—; el universitario al que echaron del equipo en Cincinnati por una infracción relacionada con la marihuana y que, para volver, tuvo que respetar unas estrictas condiciones (no perderse ni una clase y una hora de terapia semana, entre ellas), está enamorado de una estrella pop. Su mediática relación con Taylor Swift, clave para interpretar su presente y, por tanto, también su futuro, es también una parte importante de su charla con la revista, en la que asegura que él, como deportista profesional, y ella, como cantante de altas ligas, tienen mucho en común: “Nunca había conocido a alguien en mi misma situación, no había tenido una pareja que entendiera el escrutinio, los altibajos de estar frente a millones de personas. Fue muy fácil identificarme con ella, ver lo agotada que se sentía después de los conciertos. Puede que no se considere una atleta. Ella nunca le diría a nadie que lo es. Pero he visto lo que pasa. He visto la cantidad de trabajo que realiza, y es alucinante”.

Preguntado sobre otra entrevista pasada, en la que se le ocurrió decir que su pareja ideal tendría que compartir algunas cualidades con su madre, Kelce se moja para GQ, enumerando lo que la cantante tiene en común con su progenitora: “Su amabilidad, su sinceridad, su capacidad para saludar a todos en una habitación”, comienza diciendo la estrella de los Kansas City, para destacar también: “Su capacidad para mostrar amor y apoyo pase lo que pase. Y, además, su ética de trabajo. Vi a mi madre alcanzar las metas que se había propuesto, pasar de cajera a trabajar en los puestos más altos (del sector bancario)”. Emocionado al recordar esto último, concluye: “He visto a Taylor hacer exactamente lo mismo: fijarse metas, superar las expectativas y cautivar al mundo en ese sentido”.