Michael Jordan triunfa ahora en el torneo de pesca deportiva más exigente, con detector de mentiras incluido
La leyenda de la NBA lleva años participando en el White Marlin Open, en Maryland. En la reciente edición se ha alzado con el segundo premio: 400.000 dólares por capturar un pez de 32 kilos


Quien pensase que Michel Jordan (Nueva York, 62 años) se había retirado de la competición, estaba, en parte, equivocado. La leyenda de la NBA y uno de los hombres más ricos del mundo, según un listado reciente de Forbes —tiene una fortuna de 3.500 millones de dólares (3.180 millones de euros)— ha dejado de competir en las canchas, pero lo sigue haciendo... en alta mar. En concreto, el exjugador de baloncesto lleva años participando en el torneo de pesca de altura White Marlin Open (Abierto del Marlín Blanco), que desde hace más de medio siglo se celebra en Ocean City, una ciudad costera ubicada en Maryland (Estados Unidos). En la última edición del evento, prevista del 4 al 8 de agosto pero alargada hasta el pasado fin de semana por las malas condiciones meteorológicas, Jordan y su equipo se han alzado con el segundo premio: 400.000 dólares por capturar un pez de 32 kilos en el sexto día de la competición.
Un vídeo publicado en las redes sociales del White Marlin Open muestra a Jordan y al resto de la tripulación del Catch 23 (como se llama su barco) siendo ovacionados a ritmo del mítico tema Sirius —utilizado para presentar a los Chicago Bulls durante la etapa de Jordan en la NBA— a su regreso a puerto desde alta mar, para enfrentarse a la balanza que decide a los ganadores tras pesar sus conquistas. La que ha dado a Jordan y los suyos el segundo puesto es un marlín blanco que fue capturado por un pescador de su equipo, conocido como Trey Cricket McMillan.
Puede que la última victoria de Michael Jordan parezca poco en comparación con su palmarés en el baloncesto (fue seis veces campeón de la NBA), pero un vistazo en profundidad a las normas y a la complejidad de la competición de pesca de Ocean City deja claro que aquí los premios no se regalan. En la llamada Capital Mundial del Marlín Blanco, como fue bautizada la ciudad en 1939 por el presidente Franklin Roosevelt tras pasar allí un día de pesca, se toman muy en serio este deporte, que intentan mantener lo más democrático posible: no solo grandes estrellas millonarias como Jordan se pueden permitir participar en el White Marlin Open, sino que un sistema garantiza que cualquiera pueda hacerlo: cada barco participa según su presupuesto, nivel de habilidad y especie a capturar [además del marlín blanco, se pesca marlín azul, atún o pez espada]. Además, hay un rango de registros de los barcos: desde 1.700 dólares para competir por premios de hasta 50.000 dólares, hasta más de 100.000 dólares para participar en otros niveles, con opción a ganar hasta más de diez millones de dólares.
Tampoco hay restricciones de edad, lo que implica que no solo los pescadores de altura más experimentados tienen la oportunidad de llevarse el premio gordo. Como ejemplo, el ganador del premio individual más importante del verano de 2024, que ganó 1,6 millones de dólares con el primer marlín blanco que capturaba, un ejemplar de 42 kilos. Como explica Madelyne, hija del fundador Jim Motsko y directora actual del torneo, a The Times: “Mi padre siempre dice que la pesca es el gran igualador. A los peces no les importa si eres hombre o mujer. A los peces no les importa cuánto dinero tienes”.
Pero si hay algo que distingue al considerado Super Bowl de la pesca (en concreto, por sus cuantías económicas), es su escrupuloso método para detectar posibles trampas en la competición. Según explica la directora, “hace 20 años introducimos un polígrafo”. Sí, un detector de mentiras es la mejor forma que los organizadores del White Marlin Open han encontrado para asegurar que los tripulantes han cumplido las normas en alta mar. En un torneo en el que llegan a competir 200 embarcaciones a 60 millas de la costa resulta imposible estar encima: “Llegó un punto en que con la cantidad de barcos se volvió difícil controlarlo. Así que pensamos que era una forma de garantizar un nivel básico de integridad”, cuenta Madelyne al periódico británico. La prueba del polígrafo, que llevan a cabo “profesionales, entre ellos expolicías”, ha dado lugar a tensos momentos, con batalla judicial incluida, como aquella vez que, en el año 2016, un participante llamado Phil Heasley se quedó sin los 2,8 millones de dólares que le hubieran correspondido por su marlín blanco de 34 kilos por no superar el detector. En aquella disputa intervino hasta el juez de un tribunal de distrito, que en una audiencia en el Condado de Worcester falló a favor del torneo, reconociendo así el derecho de los organizadores a usar un polígrafo y, además, señalando la probabilidad de que el barco de Heasley hubiera empezado a pescar antes de la hora de inicio oficial. Porque sí, en Ocean City también hay un horario que seguir a rajatabla.
Otras normas del White Marlin Open de Maryland
- Ningún barco puede empezar a pescar antes de las 8.00, y cualquier pez que se lleve a la báscula —al que se le abrirá la boca para comprobar que no tenga nada que aumente su peso— debe estar en el anzuelo antes de las 15.30. La báscula cierra a las 21.15, para dar tiempo a los barcos a que hagan el viaje de regreso desde alta mar.
- No tocar: si alguien toca al pescador durante su ejercicio físico para atrapar al pez —excepto si es para evitar que se caiga— la captura ya no se considerará válida.
- Un barco solo puede pescar durante tres de los cinco días de competición, que este año se ampliaron a siete debido a un temporal.
- La mayoría de los peces capturados durante la competición se devuelven al mar. Los ejemplares premiados suelen cortarse en trozos y repartirse entre varios refugios locales como alimento (el marlín blanco tiene una textura similar a la del pez espada y un sabor más intenso).
En la última edición del torneo, a la leyenda del baloncesto y a su equipo —que el pasado marzo lograron el tercer lugar en la Jimmy Johnson Fishing Week FL (JJFishWeek), un prestigioso torneo de pesca deportiva celebrado en Florida— solo les hizo sombra el pescador Dan Gough, que competía con la embarcación Billfisher y se llevó un primer premio estimado en 4,27 millones de dólares por un marlín de 72 libras, unos 33 kilos.
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