Sarah Jessica Parker tiene el armario de Carrie Bradshaw: la actriz se queda con el vestuario por contrato

Desde el estreno de Sexo en Nueva York el 6 de junio de 1998, la protagonista de la serie, Carrie Bradshaw, se convirtió en una reina de estilo: el tutú con el que aparece en los créditos —que costó cinco dólares y se subastó por 40.000—, el naked dress minimalista, el vestido estampado de periódico de John Galliano para Dior o el blanco lencero ceñido a su silueta, su maxifalda violeta combinada con una camiseta negra con la frase J’adore Dior serigrafiada; sin olvidar el vestido de novia de Vivienne Westwood ni los imprescindibles tacones de Manolo Blahnik, básicos en las seis temporadas de la serie y en las dos películas. Estos outfits, y muchos otros, de la columnista neoyorquina eran el fetiche y el objeto de deseo de la mayoría de las espectadoras de la ficción. El armario de Bradshaw era una fantasía, un producto ficticio inalcanzable. Pero no para Sarah Jessica Parker, quien lleva interpretando a este personaje más de tres décadas. La actriz tiene una cláusula en su contrato donde se especifica que ella conservará cada prenda del vestuario de su alter ego.

“Lo tengo todo. Tengo todos los outfits de Carrie desde el primer episodio piloto", ha contado la intérprete al medio Wonderland a través de un vídeo en la cuenta de TikTok de la revista, publicado el pasado 3 de junio. Esta cláusula no es exclusiva de la saga de Sexo en Nueva York, sino que se ha extendido a otros trabajos de la actriz: “Es la única cosa que he tenido en mi contrato durante, prácticamente, toda mi carrera. Así que tengo [la ropa] de todas las películas: Miami, Tres mujeres para un caradura, lo tengo todo". En sus palabras, “no necesito robar nada porque lo tengo todo”.

Como Sarah Jessica Parker ha guardado el armario de Bradshaw a lo largo de los años —, algunas prendas de la serie original han sido recuperadas para su secuela: And Just Like That —cuya tercera temporada se estrenó el 30 de mayo—. “He mantenido este archivo desde el primer día. Y es por lo que podemos traer de vuelta todas esas prendas y poblar el armario de Carrie con prendas viejas”, explica la intérprete.

Aunque los looks de Sexo en Nueva York de los noventa se siguen viendo en la nueva serie, Sarah Jessica Parker ha especificado en su conversación con Wonderland que los espectadores seguirán encontrándose novedades estilísticas y outfits innovadores en su personaje y en el resto del elenco —de hecho, el enorme sombrero utilizado en el primer capítulo de la nueva temporada ya se ha viralizado en redes—.

“Hay miles de prendas maravillosas esta temporada para todos y para mí. Creo que mi favorita es la pieza que Molly Rogers y Dani Santiago [diseñadores de vestuario de la serie] encontraron en Londres cuando estuve trabajando allí el año pasado”, cuenta sin desvelar a qué prenda se refiere. Prosigue explicando la importancia de la capital británica en el vestuario de la nueva temporada de And Just Like That: “Hicimos las primeras pruebas de vestuario en Londres y cuando estuvieron allí [Rogers y Santiago] pasaron por mercadillos, tiendas vintage, casas privadas... Y tenemos un montón de cosas de principios de siglo y de la época victoriana. Es increíble. También tenemos algunos Vivienne Westwood y muchos diseñadores de todo el mundo”.

Sarah Jessica Parker no es la única

Que Sarah Jessica Parker almacene grandes cantidades de ropa no es un caso único ni ajeno a otras celebridades. La empresaria y estrella de telerrealidad Kim Kardashian tiene un almacén donde guarda las 30.000 prendas que ha llevado en los últimos 18 años; la cantante Céline Dion posee una nave llena de ropa de alta costura que ha lucido a lo largo de su carrera, y la actriz Glenn Close y su pasión por la moda se hacen palpables en un archivo en la Universidad de Indiana, en Bloomington, que archiva una prenda de cada uno de los personajes que ha interpretado.

Kardashian, en el capítulo siete de la primera temporada de su reality The Kardashians (2022), estaba en búsqueda de inspiración para su estilo personal después de su separación con Kanye West en enero de 2021. Para encontrarla, acudió a su “búnker de moda”, donde atesora las más de 30.000 piezas que conforman su armario. Todas las prendas están divididas en secciones y cubiertas con fundas de plástico para mantenerlas en las mejores condiciones. En el episodio, la fundadora de Skims y su publicista, Tracy Romulus, discuten sobre el proceso de encontrar su propia voz en la moda mientras la megainfluencer recuerda cuándo y cómo lució cada prenda. “Lo más loco es que puedes enseñarle un vestido y ella te dirá cuándo se lo puso, de qué color era su sombra de ojos, si tenía flequillo o si llevaba una coleta alta”, afirma Romulus.

“Puede ser arrollador. Pero cuando voy allí veo mi vida. Y amo cada pieza”. Así habla Dion sobre su inmenso archivo de vestuario. Lo hace en su documental Soy Céline Dion, de Prime Video, en el que la artista muestra los duros momentos que sufre a causa de su enfermedad —el síndrome de la persona rígida— y abre la puerta al recuerdo al mostrar sus outfits más destacados, entre los que destacan unos zapatos de tacón de Dior y un vestido compuesto por una falda tutú color marfil y un corsé verde con adornos de perlas que la cantante define como su “vestido de tutú único”. Cuando Dion fue portada para la edición de mayo de 2024 de Vogue Francia reconoció que nunca ha pedido prestada la ropa a los grandes diseñadores que viste: “Es una forma de respeto. La gente paga para venir a oírme cantar. Así que yo pago para comprar ropa de diseño”.

La colección de Close, por su parte, es un poco distinta a la de Kardashian y Dion: no atesora sus prendas personales, sino las de los personajes a los que ha dado vida. Al igual que Sarah Jessica Parker, Close, desde el inicio de su carrera, incluye una cláusula en sus contratos que impone que ella debe quedarse con uno o dos estilismos de sus películas. La actriz, antes de que en 2019 decidiera archivar las más de 800 prendas que ha ido guardando a lo largo de su carrera en la Universidad de Indiana, guardaba en su piso de Nueva York los trajes de Cruella de Vil, los vestidos barrocos de la marquesa de Merteuil de Las Amistades Peligrosas y la cazadora de cuero de Alex Forrest, entre otros.