Ir al contenido
_
_
_
_

Cynthia Nixon reconoce que ‘Sexo en Nueva York’ “no ha envejecido bien”: “Algunas de las historias trans y gais me daban vergüenza ajena”

La actriz y activista, conocida por interpretar a Miranda Hobbes en la ficción, revela que siempre odió “estar en una serie tan blanca”, pero considera que fue rompedora y feminista: “¡Tenías sexo porque disfrutabas teniendo sexo!”

Cynthia Nixon ‘Sexo en Nueva York’
Andrea Insa Marco

Cuando Sexo en Nueva York se estrenó en 1998, fue una revolución porque ofrecía algo que no se había visto hasta ese momento en la pequeña pantalla: la trama seguía a cuatro amigas treintañeras de Nueva York con carreras, estilo y sexualmente liberadas que no solo hablaban de forma abierta y sin tapujos de sexo, sino que también lo practicaban. La serie se convirtió rápidamente —y aún hoy lo es— en un fenómeno cultural. A pesar de esto, Cynthia Nixon (Manhattan, 59 años), quien interpreta al personaje de Miranda Hobbes en la ficción, considera que “ciertas cosas no han envejecido bien” a pesar de que el “90% de la serie sigue siendo bastante buena”.

“Fue muy difícil estar en una serie tan blanca. Siempre lo odié. Cuando lo planteábamos, nos decían: ‘Este es el mundo de Candace Bushnell [escritora famosa por sus columnas y libros sobre sexo, incluyendo el best seller Sexo en Nueva York, en el que se basa la serie], un mundo muy blanco’. Y yo pensaba: ‘De acuerdo...”, confiesa la actriz en una conversación con la revista Grazia publicada este lunes 26 de mayo. Nixon, que repite su papel de Miranda en la secuela de la producción original, And Just Like That —cuya tercera temporada se estrena el próximo 30 de mayo—, también tuvo unas palabras sobre las tramas LGTBIQ+ de Sexo en Nueva York: “Algunas de las historias trans, y de las gais, me daban un poco de vergüenza ajena”.

A pesar de estas palabras, Nixon deja claro que la serie cambió el panorama mediático para las mujeres: “Es una serie feminista, siempre lo ha sido”. Continúa su alegato con estas palabras: “Lo que hay que recordar es que teníamos treinta y tantos y cuarenta. Claro, ahora veo la serie y parecemos bebés, pero estar soltera a esa edad, en aquella época, todavía tenía una especie de estigma. Su mensaje central era inaudito: puedes ser mujer, puedes tener mucho sexo con mucha gente diferente. No te convertía en una zorra ni significaba que usaras el sexo para conseguir algo", afirma. “¡Tenías sexo porque disfrutabas teniendo sexo!“, concluye la actriz que repitió su papel en las dos películas que continuaban la historia.

De izquierda a derecha, Kristin Davis, Sarah Jessica Parker, Cynthia Nixon y Kim Cattrall, en el set de 'Sexo en Nueva York: la película', el 21 de septiembre de 2007 en Nueva York.

A finales de los noventa y principios de los 2000, Sexo en Nueva York fue rompedora a pesar de que ciertos elementos de la trama o comportamientos hacia las actrices serían impensables hoy en día. Las omisiones de la serie original han sido recuperadas y abordadas en And Just Like That con un reparto más inclusivo y tramas sobre raza y relaciones LGTBIQ+. Entre otras, destaca una trama del personaje de Miranda, quien dejó a su marido, Steve, por la activista bisexual y no binaria Che Díaz, encarnada por Sara Ramírez. “No me molesta. Nuestra serie siempre ha matado a sus favoritos. Si solo vamos a ir a lo seguro y con cuidado, ¿por qué la ven?“, afirma Nixon sobre esta narrativa. ”Me encanta Che, me encanta Sara. Es difícil saber qué habría pensado la gente de Che si no hubiera roto ostensiblemente con Steve y Miranda. Pero no quiero una serie donde todos se porten bien todo el tiempo. Una serie feminista no muestra mujeres perfectas", añade la actriz, quien, junto a su esposa Christine Marinoni, es una férrea activista de la educación pública, los derechos de la comunidad LGTBIQ+ y el compromiso político.

Sexo en Nueva York dominó la cultura pop de una forma tan absoluta que la cuestión de si se era una Carrie, Charlotte, Samantha o Miranda —tomando como guía las características básicas de las cuatro protagonistas de la serie— se convirtió en el test de personalidad de una era. En ese momento, Miranda, a quien le importaban poco las marcas de lujo, cuyas relaciones eran más realistas y se definía por su trabajo en un bufete de abogados, no era la opción predilecta. “La gente solía verla como muy didáctica, estridente y sin sentido del humor”, dice ahora Nixon a Grazia. Aun así, en los últimos años, el personaje ha ganado popularidad y la propia actriz ha notado el cambio: “Creo que las cosas que ella pregonaba [‘Quiero disfrutar de mi éxito, no pedir perdón por él’ o ‘¿Cómo es posible que cuatro mujeres inteligentes no tengan nada de qué hablar, excepto de sus novios?’, son dos de sus frases más conocidas] se convirtieron en algo común. La cultura, en cierto modo, se ha adaptado a la postura de Miranda”. A pesar de estas declaraciones, la intérprete asegura que aún hay mucho trabajo por hacer, especialmente bajo la segunda presidencia de Donald Trump: “Es terrible. En Estados Unidos y en muchos otros lugares, el mundo está volviendo a cambiar. Se está alejando de muchas de las ideas feministas que tenía Miranda”.

Nixon no es la única que, más de 25 años después del estreno de la serie original, ha reflexionado sobre su época en Sexo en Nueva York y ha denunciado determinados aspectos. Kristin Davis —Charlotte York en la ficción— dijo en su podcast Are You A Charlotte?, que en una escena del primer episodio de la quinta temporada fue presionada para desnudarse por el showrunner de la serie, Michael Patrick King. “Me obligó a hacerlo. No paraba de decirme: ‘Todo saldrá bien. Será genial’. Y lo fue. Pero estábamos en un restaurante. Había gente por todas partes”, confesó la intérprete en febrero de este año. También admitió que se sentía “muy estresada” por tener que desnudarse ante la cámara y que fue “mortificante”.

Kristin Davis en el estreno de la temporada tres de la serie 'And Just Like That', el 21 de mayo de 2025, en Nueva York.

En otro episodio de su podcast, Davis también recordó uno de los momentos de la sexta temporada en el que ella y su marido en la serie, Harry Goldenblatt —interpretado por Evan Handler— sufrían una intoxicación alimentaria. “No me gustó. No quería estar acostada en el suelo del baño con Evan en camisetas manchadas”, explicó la actriz, para luego contar que llegó a pedirles a los guionistas Elisa Zuritsky y Julia Rottenberg que eliminarán el capítulo: “Les dije: ‘Por favor, ¿tenemos que hacer esto? ¿Por qué?“. Finalmente, las escenas se incluyeron en el capítulo porque eran “muy graciosas”.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Andrea Insa Marco
Redactora de la sección de Gente, Estilo de Vida y El Viajero. Graduada en Literatura general y comparada por la UCM y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS. En Teruel, su ciudad natal, pasó por la editorial del Instituto de Estudios Turolenses y de la revista cultural Turia.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_