Ensalada cremosa de tomates y yogur colado
Otra manera de comer la hortaliza más veraniega, en esta ocasión con una base de ‘labneh’ (yogur concentrado) para untar cada bocado

¿Otra ensalada de tomate? Efectivamente, porque cuando el calor aprieta y estas hortalizas están en su punto, no hay nada mejor que comerlas a diario en todos los formatos, comidas y momentos posibles. Aquí las mezclamos con cebolla y aceitunas; nada sorprendente hasta que les ponemos una base cremosa de labneh casero, ese yogur colado que suena muy exótico pero se hace solo con nevera, algo de paciencia y un colador. ¿El resultado? Una ensalada fresquita, untuosa y con suficiente personalidad como para no necesitar nada más, aunque recomendamos tener a mano un pan decente para no dejar ni rastro.
Si el combo yogur-tomate os suena raro, pensad que no es tan diferente del queso fresco, sospechoso habitual de las ensaladas veraniegas. Además su punto lácteo contrasta muy bien con este fruto, y la textura cremosa se une con la vinagreta para envolver cada bocado. No hay receta de la vinagreta porque no es lo importante; usa la que más te guste (o ponle solo un buen chorro de aceite, si no te va la acidez).
Para que quede bien hay pocos trucos: el primero, escoger bien los tomates. Si es posible, con más de una variedad -o una sola pero en diferentes puntos de maduración- para que haya más matices. Segundo, que los ingredientes no estén muy fríos (exactamente por lo mismo). Tercero, que el labneh haya perdido la cantidad justa de suero para ser una cremita pero no un lingote.
Si te pasas, no hay problema: puedes servirlo como untable o darle forma de bola, untarlo en hierbas y guardarlo en un tarro con aceite. No deseches el suero restante: puedes usarlo para marinar los cortes más secos de pollo o cerdo, o beberlo con agua con gas, un pellizo de sal y un chorro de limón (una versión del ayran completamente inventada pero muy rica).
Tiempo: 20 minutos
Dificultad: Esperar a que el 'labneh' se concentre
Ingredientes
Para 4 personas
Para el 'labneh'
- 3 yogures naturales
- 1 pizca de sal
- 750 g de tomates variados a temperatura ambiente
- 1 cebolleta o ½ cebolla blanca dulce
- Aceitunas al gusto
- Aceite de oliva virgen extra
- Vinagre al gusto (opcional)
- Sal y pimienta recién molida
Instrucciones
Poner una tela fina de tipo estameña -sirve también un pañuelo o un trozo de sábana bien limpios- sobre un colador. Salar el yogur y verterlo sobre ella. Tapar y dejar en la nevera para que el yogur pierda líquido, unas seis u ocho horas.
Sacar el labneh unos minutos antes de comer para que pierda algo de frío. Cortar los tomates en trozo de bocado y la cebolla a pluma.
Preparar una vinagreta (al gusto).
Distribuir el labneh en la base de una ensaladera o cuatro platos. Repartir encima los tomates, cebolla, aceitunas y aliñar. Servir (mejor con un buen pan).
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