Pollo marroquí con aceitunas y limón
Con canela, jengibre molido y cúrcuma se lleva el ave a otro nivel de sabor. Las patatas fritas son el acompañamiento perfecto para este plato

¿Hay algo más básico que el pollo con patatas? “Básico” no es para nada malo, me refiero a que es un plato elaborado con productos accesibles, riquísimo y que está en el recuerdo dominguero de todo el mundo. Es una de mis combinaciones favoritas, por eso quería darle otro toque, y descubrí que nuestros vecinos al otro lado del estrecho usan ingredientes que levantan el plato a otro nivel.
Los primeros son las especias; sobre todo la canela, el jengibre molido y la cúrcuma: los tres mosqueteros de la cocina marroquí. Después vienen otras grandes estrellas: las aceitunas y el limón encurtido. Tienes dos opciones para encontrarlo: visitar alguna de las tiendas que tiene la comunidad marroquí en España o prepararlo en casa con antelación.
Lo correcto sería usar un tajín, pero como todavía no he ido a Marruecos, no lo tengo: podría comprarlo aquí, pero así tengo más razones para visitarles. Si también es tu caso, usa una olla o una sartén que se pueda tapar. Yo me decanto por mi sartén de hierro, porque así la puedo meter en el horno para que el pollo coja un poco más de color.
Dificultad: Encontrar el limón encurtido o esperar a encurtirlo tú mismo
Ingredientes
Para 2 personas
- 2 cuartos traseros y 2 alitas de pollo
- 500 g de patata para freír
- 1 cebolla grande
- 150 g de aceitunas verdes sin hueso
- ½ limón encurtido
- ½ limón fresco
- Unos 10 tallos de perejil
- Unos 10 tallos de cilantro
- 3 dientes de ajo
- 2 cucharaditas jengibre molido
- 2 cucharaditas de cúrcuma
- 2 cucharaditas de pimienta negra
- 2 cucharaditas de canela
- 400 ml de aceite de girasol para freír
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- Sal
Instrucciones
Preparar todos los ingredientes: separar los cuartos traseros de pollo en muslo y contramuslo y picar la cebolla, el ajo, el limón encurtido, el perejil y el cilantro.
Mezclar el pollo con la mitad de las especias –una cucharadita de jengibre molido, cúrcuma, pimienta negra y canela–, un diente de ajo picado, un tercio del cilantro y del perejil picado y zumo del limón fresco. Dejar marinar 30 minutos.
Calentar la sartén de hierro con el aceite de oliva y poner los trozos de pollo con la piel abajo para que se dore bien, aproximadamente cinco minutos por cada lado. Sacar y reservar.
Dorar la cebolla picada y el resto del ajo picado –dos dientes– en la sartén con la grasa que ha soltado el pollo.
Añadir el resto de las especias: una cucharadita de jengibre molido, cúrcuma, pimienta negra y canela. Freír algunos minutos más a fuego medio-bajo, removiendo, hasta que quede como una pasta con textura homogénea.
Añadir 200 mililitros de agua, mezclar bien y dejar hervir unos minutos. Añadir un poco de sal.
Añadir el pollo, otro tercio del cilantro y del perejil, la mitad de las aceitunas y el limón encurtido. Dejar hervir 10 minutos con la sartén tapada.
Calentar el horno a 220 grados y meter la sartén sin tapa, para que el pollo coja color y termine de cocinarse, aproximadamente 30 minutos.
Pelar, cortar y freír las patatas.
Sacar la sartén del horno y poner el resto de limón encurtido, el último tercio de perejil y cilantro y las aceitunas que faltan encima.
Servir con las patatas fritas. También puedes acompañar con un poco de pan, sobre todo para poder mojar en la salsa.
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