Louis Vuitton se asocia con el Real Madrid, la primera vez que pone su experiencia en sastrería al servicio de deportistas

Una medalla olímpica ya es de por sí exclusiva, pero todavía lo es más si viene custodiada en un cofre de Louis Vuitton. La firma de lujo francesa aprovechó que los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2024 se celebraban en su casa, en París, para mostrar su marca en ese escaparate mundial, diseñando no solo las bandejas y baúles que albergaban la antorcha olímpica y las ansiadas medallas, sino también los uniformes de los más de 500 voluntarios que las entregaban en el podio a los ganadores. La firma de moda asociada al lujo más lujoso también quiere que se le asocie al deporte de élite y así lo demuestra su nuevo movimiento: convertirse en partner oficial del Real Madrid.

Louis Vuitton ha anunciado su colaboración por varios años para vestir a sus equipos de fútbol masculino y femenino, así como al equipo masculino de baloncesto. De momento, ha revelado parte de sus colecciones de Formal Wear y Travel Formal Wear, ambas diseñadas por el director creativo de las colecciones para hombre de la firma, el cantante Pharrell Williams. Kylian Mbappé, Jude Bellingham o Athenea del Castillo son algunos de los deportistas que ya han lucido las prendas de prêt-à-porter, calzado y accesorios que el resto de jugadores y miembros del equipo vestirán en sus principales viajes y eventos. “Fiel a la distintiva elegancia de Louis Vuitton, este vestuario pone de relieve el arte de la sastrería de la maison, realzado por detalles refinados como una etiqueta confeccionada en piel VVN, grabada con la firma de Louis Vuitton y cosida en las solapas de las chaquetas y en los bolsillos traseros de los pantalones. Esta misma piel emblemática también aparece en los baúles de Louis Vuitton, reflejo del legendario savoir-faire de los talleres de la maison“, detalla la firma en el comunicado oficial.

La casa de lujo defiende que la colección, creada en exclusiva para acompañar a los equipos en sus viajes internacionales, consta de prendas de líneas asertivas y estilo atemporal. “Confeccionadas en materiales innovadores y sofisticados, estas prendas ofrecen un sutil equilibrio entre la comodidad, la eficacia y la elegancia”, define. Los looks se complementan con distintos accesorios, como un cinturón de cuero con hebilla LV de paladio, una gorra marinera de algodón con bordados o una bolsa LV Soft “excepcionalmente suave”. “Louis Vuitton y el Real Madrid tienen en común valores esenciales que los han impulsado a las más altas cotas en sus respectivas disciplinas, movidos ambos por una búsqueda ininterrumpida de la excelencia, por la autosuperación y por su espíritu innovador”, asegura en el comunicado Pietro Beccari, consejero delegado de la firma francesa.

Desde hace años, la marca emplea el lema “la victoria viaja en Louis Vuitton” para promocionar su colaboración con eventos deportivos y trofeos, como empezó haciendo en 1983 en la Copa América de vela y ha seguido ampliando al Roland Garros de tenis o el Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1. Sin embargo, la casa de moda destaca que esta es la primera vez que pone su experiencia en sastrería ya no solo a disposición de un evento deportivo en general, sino más concretamente “al servicio de deportistas cuyos méritos deportivos se extienden mucho más allá de los estadios, celebrando la búsqueda de la excelencia y el tesón por alcanzar nuevas cotas que mueven tanto a la maison como a los deportes de élite”.

El armario que vestirán estos deportistas del Real Madrid se completa con una línea de equipaje personalizada, que incluye conocidos artículos de la marca, como la maleta de mano Horizon 55, el bolso de viaje Keepall y la mochila Christopher. También comprende una serie de accesorios, como un neceser o una funda para el pasaporte, y cada pieza lleva un colgante de cuero con los colores del Real Madrid creado exclusivamente para esta colaboración. “Las piezas están revestidas con la icónica lona Monogram y decoradas con rayas de color blanco y dorado con los distintivos colores del club, así como con las iniciales ‘RM’, un diseño único creado con el servicio de personalización Mon Monogram que se ofrece a los clientes“, destaca Louis Vuitton, que recuerda que ninguno de los artículos, complementos ni prendas de las colecciones Louis Vuitton x Real Madrid se pondrán a la venta.

La firma ya ha demostrado también en el pasado que sabe jugar con deportistas de élite. En noviembre de 2022, en pleno Mundial de Fútbol de Qatar, se viralizó una imagen de los eternos rivales Leo Messi y Cristiano Ronaldo fotografiados por Annie Leibovitz echando una partida de ajedrez sobre dos baúles de Louis Vuitton, como parte de una campaña. Siguió la misma tónica en 2024, cuando juntó a Roger Federer y Rafa Nadal y los puso también frente al objetivo de Leibovitz para inmortalizar el fin de una era en el tenis y, de paso, promocionar parte de su catálogo. También cuenta con embajadores globales de la talla de Carlos Alcaraz, a quien la marca fichó en 2023. “Nos llena de orgullo apoyar a un club cuya historia está marcada por incontables victorias a nivel nacional e internacional, y que continúa inspirando a generaciones enteras”, afirma ahora Beccari sobre su apuesta por el club merengue.

Emilio Butragueño, director de relaciones institucionales del Real Madrid, considera que ambas entidades comparten la búsqueda continua de la excelencia como vía para mantenerse en la cumbre. “Ambos hemos conseguido trascender el tiempo y compartimos no solo la responsabilidad de construir un legado, sino el objetivo de inspirar al mundo más allá de nuestras respectivas industrias”, opina.

Pero esta asociación entre una de las marcas más poderosas del mundo de la moda con una de las más poderosas del mundo del deporte es también una estrategia de ambas para llegar a un público masivo más allá de sus respectivos nichos. Para Louis Vuitton, además, alcanzar nuevos targets de clientes es esencial en un momento complicado para su industria. Prueba de ello es la caída en Bolsa de LVMH, el imperio creado por Bernard Arnault en los ochenta y que hoy cuenta con 90 marcas, entre ellas Christian Dior o la propia Louis Vuitton, que el pasado abril se desplomó un 7,82% ―hasta los 244.394 millones de euros― tras presentar sus cuentas trimestrales, afectando a los valores del sector del lujo en toda Europa.